Cuando los Huaoranis, Siona-Secoyas, Cofanes y la Texaco estaban a punto de llegar a un acuerdo sin tener que ir a juicio, según Ricardo Nenquihui -representante Huaorani- el juez Rakoff tomó la decisión de proseguir la causa en Ecuador. Este giro en el proceso ha inquietado a los demandantes, unos 30 mil afectados de la región amazónica ecuatoriana, quienes se aprestan a tomar medidas.
Los demandantes cuentan con todo el mes de junio para apelar la decisión del juez, según lo establecido en la Corte estadounidense. Por su parte, el juez avala su decisión en el hecho de que los daños ambientales ocasionados por la Texaco afectan a la población en este territorio.
Entre tanto, el proceso ya había avanzado de manera significativa gracias a la voluntad de ambas partes de llegar a un acuerdo. Hace un mes los pueblos afectados enviaron una propuesta de resolución del caso a la compañía petrolera estadounidense. Ese requerimiento fue hecho por la misma empresa para acceder a cualquier negociación.
La propuesta de las tres nacionalidades ind¡genas de Ecuador consiste en la indemnizaci¢n por varios millones de d¢lares, aon en negociaci¢n. Esos dineros ser n repartidos entre los afectados para iniciar proyectos que aseguren una mejor calidad de vida a los miembros de dichas comunidades.
La propuesta de los ind¡genas tambi’n contempla la construcci¢n y habilitaci¢n de dispensarios m’dicos y escuelas, adem s del tratamiento de las piscinas que contienen desechos de la explotaci¢n, lo que estar¡a a cargo de Texaco y que no se incluye dentro de la indemnizaci¢n monetaria.
Segon Nenquihui, al ritmo que iban las negociaciones estaba previsto obtener el acuerdo en tres meses m s. Sin embargo, la decisi¢n de la Corte estadounidense mata todas las expectativas tejidas en torno a este caso. (Ec/YZ/Au-Em-Pi/Pl-Ec-Dh/pt).