Sin embargo, su oposición a recibir a los delegados zapatistas que portaran pasamontañas no provocó eco ni siquiera entre entre sus compañeros de partido. Incluso dijeron que era absurdo entrar a una polémica por las capuchas.
Por su parte el gobernador del estado de Chiapas, Pablo Salazar, aseguro que la caravana zapatista tiene garantizada la seguridad a su paso por la entidad y que su gobierno trabaja para crear las condiciones necesarias que den solución a las demandas del grupo rebelde, y asi
reanudar el proceso de paz.
Mientras, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolome de las Casas manifestó su preocupación por la falta de una conducción clara y precisa por parte de la Presidencia de la Republica sobre el tema de los presos políticos del fuero federal, de los cuales ninguno ha sido liberado.
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