Desde entonces se reactivaron tres zonas sísmicas de este pequeño país centroamericano. El 13 de febrero se produjo otro terremoto, en esta ocasión de 6.6 grados. La desolación y la muerte pasaron a ser el pan de todos los días entre los salvadoreños.
Solo en la zona marina de encuentro entre las placas Coco y Continental, la que produjo el terremoto de enero, se han producido 4 mil 700 réplicas de menor intensidad.
En la zona central del país, en los departamentos de San Vicente, La Paz y Cuscatlán, los más afectados en el terremoto de febrero, las réplicas superaron las mil doscientas. En la zona de San Salvador, los movimientos están cerca de los 2 mil.
Los terremotos del 13 de enero y el 13 de febrero pasados dejaron mil 142 muertos, cerca de ocho mil heridos, 1.5 millones de damnificados y pérdidas calculadas por el Gobierno en más de dos mil millones de dólares. (Sv/LP/Nt/Dn/mc)