Y es que en el 2000 Brasil registró la mayor tasa de destrucción de la selva amazónica en los últimos 20 años, con 20 mil kilómetros cuadrados de bosques eliminados por acción del hombre. Esa área es igual a la mitad del territorio suizo.
Mary Allegretti, secretaria de asuntos amazónicos del Ministerio de Ambiente, responsabilizó de esta destrucción a la inesperada recuperación económica del país. Ahora más gente busca hacerse de tierras y solicitan un mayor volumen de madera.
Esta aseveración no ha sido bien recibida, pues son los pobres los que se internan en la selva buscando un pedazo de tierra para asegurara el sustento que no lo tienen en las ciudades. Ellos también venden la madera a las grandes empresas, quienes pagan muy poco por ella, lo cual hace que se tale más para aumentar las ganancias. (Br/YZ/Ong-Au/Ec Pe/mc)