DECLARACIÓN DE LA SEGUNDA CUMBRE DE LOS PUEBLOS DE LAS AMÉRICAS
QUEBEC, 19 DE ABRIL DE 2001
íNO AL ALCA!
íOTRA AMÉRICA ES POSIBLE!
Nosotros, las delegadas y delegados de la Segunda Cumbre de los Pueblos de la Américas, afirmamos nuestra oposición al proyecto del Area de Libre Comercio de las Américas que se ha venido negociando conjunta y secretamente entre los jefes de Estado y de gobierno y el Foro de los Empresarios de las Américas.
Quienes somos? Somos la Alianza Social Continental y venimos de todos los rincones de América para que se escuche la voz de las organizaciones sindicales, populares, de medio ambiente, de mujeres, grupos de derechos humanos, de solidaridad internacional; de asociaciones indígenas, campesinas, de estudiantes y de grupos ecuménicos.
Nosotros rechazamos este proyecto de liberalización del comercio y de las inversiones, de desregulaciones y privatizaciones. El proyecto neoliberal es racista, sexista, injusto y destructor del medio ambiente.
Nosotros proponemos la construcci¢n de nuevas v¡as de integraci¢n continental basadas en la democracia, la igualdad, la solidaridad, el respeto al medio ambiente y a los derechos humanos.
PROMESAS INCUMPLIDAS
Desde la Cumbre de Miami de 1994, los jefes de Estado y de gobierno acordaron fortalecer la democracia y los derechos humanos, a apoyar la educaci¢n, y a reducir la pobreza en las Am’ricas. Tras siete a_os, nada se ha hecho. La onica agenda que ha prosperado, amparado por el d’ficit democr tico ha sido la negociaci¢n del Area de Libre Comercio de las Am’ricas (ALCA).
No es la primera vez que los presidentes y jefes de Estado prometen un mundo mejor. No es la primera vez que nos piden a los pueblos de las Am’ricas que esperemos los frutos del libre comercio.
No es la primera vez que enfrentamos el incumplimiento de las promesas de los jefes de Estado.
El proyecto del ALCA es un estatuto de derechos y libertades para los inversionistas, consagrando la supremac¡a del capital sobre el trabajo, transformando la vida y el mundo en mercanc¡as, negando los derechos humanos, saboteando la democracia y socavando la soberan¡a de los Estados.
LAS ASIMETR-AS EN LAS AMRICAS
Vivimos sin duda alguna en una Am’rica marcada por desigualdades e injustificables asimetr¡as pol¡ticas y econ¢micas: una poblaci¢n de 800 millones de personas, de las cuales cerca de 500 millones viven en Am’rica Latina y la mitad de estas en la pobreza; una deuda inaceptable de 792 mil millones de d¢lares americanos con los pa¡ses del Norte, de los cuales 123 mil millones de d¢lares se destinaron al pago de la deuda s¢lo en el a_o 1999; una concentraci¢n de capital, de tecnolog¡a y de patentes en el Norte; Estados Unidos y Canad concentran el ochenta por ciento del peso econ¢mico; con un mercado laboral donde el 84 por ciento de los puestos de trabajo pertenecen al sector informal (un sector sin voz ni derechos) y donde los derechos laborales son constantemente transgredidos.
Los acuerdos de libre comercio agravan las desigualdades entre ricos y pobres, entre hombres y mujeres; entre los pa¡ses del Norte y los pa¡ses del Sur; y destruyen los v¡nculos ecol¢gicos entre el hombre y el medio ambiente. El 20 por ciento de la poblaci¢n mundial consume el 80 por ciento de los recursos naturales del planeta. Estos acuerdos orientan la econom¡a hacia la exportaci¢n en detrimento de las necesidades de las comunidades locales. Estamos presenciando la consolidaci¢n del poder econ¢mico y legal de las empresas en perjuicio de la soberan¡a de los pueblos.
Los acuerdos de libre comercio amenazan la capacidad de los j¢venes para tomar el relevo al romper el tejido familiar y social que los mantiene y al privarles de los recursos esenciales para su crecimiento y su desarrollo.
Los acuerdos de libre comercio favorecen la mercantilizaci¢n de los bienes comunes de la humanidad y del planeta (el agua, el patrimonio gen’tico, etc.).
La l¢gica neoliberal reduce al ciudadano a un simple consumidor y por ultimo a una mercanc¡a. Esta l¢gica favorece la rentabilidad a corto plazo sin considerar los costos ambientales y sociales de los bienes y servicios.
Los acuerdos de libre comercio amenazan la agricultura local basada mayormente en el trabajo de las mujeres, bajo la presi¢n de las grandes industrias agroalimentarios y de las pol¡ticas de dumping, poniendo en peligro la seguridad alimentaria.
Los acuerdos de libre comercio propician la privatizaci¢n sistem tica de los bienes poblicos tales como la salud, la educaci¢n, y los programas sociales mediante programas de ajuste estructural en los pa¡ses del Sur y recortes presupuestarios en los pa¡ses del Norte.
Los acuerdos de libre comercio fomentan la marginalizaci¢n de los pueblos ind¡genas y la apropiaci¢n de sus conocimientos con fines comerciales. Expresamos nuestra solidaridad con los pueblos ind¡genas que luchan por el reconocimiento de sus derechos fundamentales y acogemos la Declaraci¢n de la Cumbre de los Pueblos Ind¡genas celebrada en Ottawa del 29 al 31 marzo de 2001.
Los acuerdos de libre comercio implican una creciente feminizaci¢n de la pobreza y la exacerbaci¢n de las desigualdades ya existentes entre hombres y mujeres.
Se incrementan considerablemente las desigualdades salariales, el trabajo en condiciones infrahumanas y a menudo degradantes sin derecho a la sindicalizaci¢n, el trabajo no remunerado y no reconocido que supone hacerse cargo de una familia y de una comunidad; el comercio sexual de mujeres que ha llegado a ser la tercera actividad m s lucrativa despu’s del tr fico de armas y de drogas; la violencia domestica.
Los acuerdos de libre comercio vienen acompa_ados de la militarizaci¢n de sociedades enteras, como es el caso del Plan Colombia por ejemplo, y del tr fico de armas. El Plan Colombia es inaceptable y agrava la deplorable situaci¢n de los derechos humanosen este pa¡s. Asimismo, denunciamos el embargo americano contra Cuba.
No hay posibilidad de llevar a cabo un acuerdo equitable en tal contexto.
LO QUE NOSOTROS QUEREMOS ES…
Construir puentes entre los pueblos de las Am’ricas, inspirarnos del pluralismo de nuestras historias y nuestras culturas, fortalecernos mutuamente el ejercicio de una democracia representativa y participativa.
Queremos el respeto absoluto de los derechos humanos que son universales, iguales e indivisibles, as¡ como un compromiso comon para su defensa.
Queremos experimentar una verdadera igualdad entre hombres y mujeres, asegurar el cuidado a todos los ni_os, respetar el medio ambiente, compartir las riquezas de manera solidaria y equitable.
Queremos el respeto ¥¡ntegro de los derechos fundamentales del trabajo, entre ellos el derecho a asociarse, el derecho a la negociaci¢n de convenios colectivos y el derecho a la huelga as¡ como su aplicaci¢n a los trabajadores migrantes.
Queremos anteponer los derechos humanos y colectivos tal y como quedan definidos en los tratados internacionales sobre acuerdos comerciales. Estos derechos deben respetarse sin distinci¢n ni exclusi¢n basada en el sexo, orientaci¢n sexual, edad, etnia, nacionalidad, religi¢n, convicciones pol¡ticas o condiciones econ¢micas. La protecci¢n de nuestro derecho a la salud y la educaci¢n as¥ como el derecho a comunicarse son fundamentales y no deben verse amenazados por los acuerdos comerciales.
Queremos Estados promotores de los bienes comunes capaces de intervenir activamente para asegurar el respeto de los derechos, fortalecer la democracia, asegurar la producci¢n y distribuci¢n de la riqueza, garantizar el acceso universal y gratuito a una educaci¢n poblica de calidad y a los servicios sanitarios y sociales, particularmente en lo que ser refiere a los derechos de las mujeres(maternidad, contracepci¢n, aborto), eliminar todo tipo de violencia contra la mujer y el ni_o, velar por la defensa del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras.
Queremos inversiones socialmente productivas y ecol¢gicamente responsables. Las reglas que se aplican a escala continental deben promover las inversiones que garanticen la creaci¢n de empleos de calidad, una producci¢n duradera y una estabilidad econ¢mica, terminando con las inversiones especulativas.
Queremos un comercio justo.
Exigimos mecanismos democr ticos para la adopci¢n de cualquier posible acuerdo, lo que incluye la posibilidad de referendums.
Esperamos confiados las conclusiones de los diferentes Foros de la Cumbre de los Pueblos. Servir n para seguir con la construcci¢n de alternativas para las Am’ricas.
Hacemos un llamamiento a los pueblos de las tres Am’ricas a intensificar las movilizaciones para combatir el proyecto del ALCA y a construir otras alternativas de integraci¢n basadas en la democracia, la justicia social y la defensa del medio ambiente.
¥OTRAS AMRICAS SON POSIBLES!