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La voz estremece casi siempre, más aún en la fenomenal y enorme «Fade to black», y el uso de esos loops le hace sonar como si Arab Strap fueran un cantautor urbano. Música emocionante de verdad, que convence por sencilla, con momentos sobresalientes («Ageless sky») que caminan hacia lo tortuoso («Race the sun») sin que esa pegada inmediata se desmorone. Grabado en diversas fechas y lugares, funciona como un todo desde el principio, un «Twelte miles per hour» que ya siembra el desnudo de esta voz franca.
Breakdowns,…) que ayudan a que el flujo vital de Kill Rock Stars siga completamente sano.
