Ecuador lo hizo como último recurso para frenar la profundización de la peor crisis que su frágil economía había atravesado en años. El ex presidente Jamil Mahuad sorprendió el 9 de enero de 2000, cuando anunció la dolarización.
Mahuad se volcó por la dolarización luego de que el sucre ecuatoriano se depreció en 197% -un récord- en 1999 y en 23,5% en la primera semana de 2000 frente a la divisa extranjera. Sin embargo, Mahuad no pudo materializar su proyecto. Fue derrocado por una rebelión indígena que
recibió el respaldo de un grupo de coroneles insurrectos del Ejército.
Ecuador retornó al sendero constitucional cuando Gustavo Noboa decidió el 22 de enero del 2000 dejar la vicepresidencia de la República para asumir la primera magistratura. Entre sus primeras decisiones figuró el impulso a la dolarización propuesta por su antecesor, que recibió luz verde del Parlamento unicameral.
No obstante, un año después de haber tomado la decisión, los resultados de la dolarizaci¢n de la econom¡a ecuatoriana son muy modestos.
Sin embargo, la experiencia de Ecuador parece haber servido de ejemplo a algunos pa¡ses de la regi¢n. Veamos m s adelante.
El Debate.
La dolarizaci¢n de las monedas y econom¡as latinoamericanas ser , a corto y largo plazo, uno de los grandes y m s importantes debates en y para el continente.
En el nuevo siglo, Am’rica Latina tendr que decidir sobre aquella recomendaci¢n que hace poco figuro en un pol’mico informe titulado Tiempo de decisiones: La pol¡tica de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental.
Dicho informe fue dado a conocer meses atr s por Washington a trav’s de la organizaci¢n Dialogo Interamericano, uno de los foros estadounidenses m s importantes de discusi¢n y an lisis sobre asuntos regionales de Am’rica Latina.
En uno de sus apartados, el informe planteaba el «inminente» camino que tarde o temprano tendr que recorrer Am’rica Latina para adoptar el d¢lar
como moneda onica en el continente. Como fundamento para que esto suceda, el informe se_ala la preponderancia econ¢mica de Estados Unidos sobre Am’rica Latina.
Si bien el 2000 fue para Latinoam’rica un a_o de importantes cambios en los planos pol¡tico y de derechos humanos (l’ase lo sucedido en Venezuela y Ecuador, la ca¡da del PRI en M’xico y la llegada de Vicente Fox, la rebeli¢n y no revoluci¢n que vivi¢ Pero antes y despu’s de la espectacular huida de Vladimiro Montesinos y del ex presidente Alberto Fujimori y los «avances» en materia de derechos humanos en Chile y Uruguay ), las m s grandes transformaciones parecieron darse en el mbito econ¢mico.
La utop¡a y el futuro
La pregunta inevitable es si el continente se dirige hacia una dolarizaci¢n de su econom¡a, y si realmente estamos en presencia de un fen¢meno o tendencia hacia esa direcci¢n.
La formula TINA (there is no alternative), toma fuerza con el informe hecho publico por Dialogo Interamericano. De aqu¡ se desprende una pregunta inevitable: +forma parte la dolarizaci¢n del nuevo alfabeto econ¢mico y pol¡tico de Am’rica Latina?
Todo indica que as¡ es. La adopci¢n -y no adaptaci¢n- del d¢lar a ciertas econom¡as latinoamericanas obedece, al parecer, al fracaso mayosculo de las instituciones multilaterales nacidas en Bretton Woods (el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial), a la desesperaci¢n creada por los enormes errores cometidos por el FMI y el BM en Am’rica Latina.
Y as¡, la dolarizaci¢n en el continente, en t’rminos generales, nace como una medida desesperada, y no debidamente meditada. Tanto en Ecuador como en El Salvador la decisi¢n de dolarizar la econom¡a se produjo
unilateralmente. No existi¢ un debate abierto, ni mucho menos un plebiscito. El costo de este error, que duda cabe, ser muy alto en t’rminos pol¡ticos y de gobernabilidad. Porque la decisi¢n de dolarizar no tiene que estar sujeta a la dictadura del tiempo globalizado (la reducci¢n
a segundos a que es sometido todo debate y toda idea). La dolarizaci¢n no es uno de esos temas de f cil resumen ni de rese_a en editorial de dos cuartillas. La discusi¢n requiere m s, mucho m s que eso.
Hoy, lo que existe, es un sentimiento de que «dolarizando» las econom¡as Am’rica Latina lograr¡a dar ese salto a lo moderno, a la vertiginosa modernidad. A que «dolarizando», Am’rica Latina evitar¡a caer en el agujero negro de las recesiones econom¡as del Norte. Pero globalizadas, ideas como la dolarizaci¢n no son globalizantes. Es decir, recetas generales no son aplicables a todos.
Porque es como dec¡a el poeta mexicano Octavio Paz: aprender a hablar es aprender a traducir. Y adoptar no es lo mismo que adaptar. Lo que tenemos ante nuestros ojos es una dolarizaci¢n imperfecta y averiada, un canto de sirenas m s fuerte que el de la Odisea y que nos dice vamos, apostad por la dolarizaci¢n como remedio para disfrutar del progreso de la globalizaci¢n.
Estamos en presencia de uno de los grandes dramas y desaf¡os que Am’rica Latina tendr que enfrentar en el nuevo siglo. Se sabe poco, muy poco, sobre los efectos de la dolarizaci¢n y sobre las embestidas que supondr¡a tal medida.
Finalmente, el peligro radica caer en esa inmensa red de las tentaciones, en donde la miseria intelectual y el f cil acomodo se erigen como ejes del pensamiento, de lo moderno y de ese incomodo concepto que a veces resulta del porvenir.
Veamos a continuaci¢n la dolarizaci¢n por pa¡ses e instituciones.
BRASIL: El presidente Fernando Henrique Cardoso sigue considerando «impensable» la dolarizaci¢n de la econom¡a brasile_a, aunque considera que «llegado el momento» el pa¡s puede adoptar la libre convertibilidad como pol¡tica de cambio. Cardoso ha descartado que la homogeneizaci¢n nacida de la globalizaci¢n vaya a eliminar nuevas formas de identidad.
ARGENTINA: El primer proyecto de dolarizaci¢n fue lanzado por el ex presidente Carlos Menem, quien ordeno a los t’cnicos del ministerio de Econom¡a llevar la iniciativa ante el gobierno de los Estados Unidos y la Reserva Federal (FED). El proyecto despert¢ una gran pol’mica, en la que
tomaron partido en favor del mantenimiento del peso la gran mayor¡a de los sectores empresariales, pol¡ticos y sociales. El gobierno socialdem¢crata de Fernando de la Roa no est a favor de la dolarizaci¢n total, pero una vez el presidente declar¢ que lo har¡a si fuera necesario para detener un ataque especulativo masivo contra el peso.
M+XICO: Un portavoz del Banco de M’xico coment¢ que la libre flotaci¢n esta vigente en el pa¡s desde la devaluaci¢n de diciembre de 1994, que ha «resultado la mejor opci¢n para hacer frente a las crisis financieras de
los oltimos tres a_os». El poderoso Consejo Coordinador Empresarial convoc¢ un debate profundo en M’xico sobre el tema, con el argumento de que la dolarizaci¢n traer¡a una reducci¢n en las tasas de inter’s y por lo tanto crear¡a mayor certidumbre para la realizaci¢n de negocios en el pa¡s. El presidente Vicente Fox aon no ha dado muestras favorables a una dolarizaci¢n total de la econom¡a mexicana.
PER+: Analistas han expresado puntos de vista contrapuestos en torno a una posible dolarizaci¢n de la econom¡a peruana. Algunos opinan que Pero deber¡a optar por dolarizar totalmente su econom¡a en la medida que permitir¡a que las crisis internacionales no afecten la situaci¢n comercial
peruana. Otros son de la opini¢n que Pero debe mantener su flexibilidad cambiaria, la cual ha servido en los momentos de crisis.
PANAM-: Caso singular, dando que Panam polariz¢ su econom¡a en 1904. Varios economistas paname_os se han manifestado a favor de la dolarizaci¢n de las econom¡as latinoamericanas. Alegan que en Panam la dolarizaci¢n ha
producido un bajo nivel de inflaci¢n y una oferta amplia de cr’ditos, as¡ como el desarrollo de un vigoroso centro bancario internacional. La constituci¢n paname_a reconoce la existencia de la moneda local.
COSTA RICA: El Banco Central de Costa Rica mantiene su negativa a dolarizar la econ¢mica costarricense. Considera prematuro hablar de una medida tan importante. Costa Rica se mantiene a la expectativa de los resultados de la dolarizaci¢n en Ecuador y de El Salvador.
NICARAGUA: Prevalece el criterio de que ningon pa¡s que ha tratado de dolarizar su econom¡a ha tenido ‘xito. En Nicaragua, desde 1992, existe el C¢rdoba de Oro (una paridad cambiaria de 5 x 1). Los analistas consideran
que la dolarizaci¢n es una medida de choque que tienen car cter transitorio. Si se tienen las reservas necesarias para hacerle frente y generar la estabilidad econ¢mica, la dolarizaci¢n puede servir como un elemento importante para controlar la inflaci¢n.
EL SALVADOR: El 1 de enero de 2001 entr¢ en vigencia la Ley de Integraci¢n Monetaria. La ley estableci¢ el d¢lar como moneda de curso legal en la econom¡a salvadore_a, junto al col¢n, y se fijo un tipo de cambio fijo (8,75 colones por d¢lar). La decisi¢n no fue elevada a consulta popular. Para los pr¢ximos meses se esperan importantes manifestaciones, encabezas principalmente por el Frente Farabundo Mart¡ para la Liberaci¢n Nacional.
HONDURAS: Algunos economistas piensan que la econom¡a hondure_a ya est dolariz ndose, como lo demuestra que el 30 por ciento de los dep¢sitos son en d¢lares, adem s se usa el d¢lar en la compra de servicios telef¢nicos,
alquileres de casa y otros bienes y servicios. Por su parte, Jaime Rosenthal, banquero y precandidato (por el partido Liberal) m s fuerte en las pr¢ximas elecciones de noviembre del 2001, opina que al igual que la globalizaci¢n, la dolarizaci¢n es un proceso que viene y lo importante es que el pa¡s no sea el oltimo en tomar una decisi¢n al respecto.
GUATEMALA: A partir de mayo pr¢ximo empezara a regir en Guatemala una ley que permite la libre circulaci¢n del d¢lar. El Banco Central de Guatemala descarta que con la medida el pa¡s vaya hacia una dolarizaci¢n total. Sin
embargo, sectores independientes y analistas temen que el quetzal quede como moneda virtual en este pa¡s centroamericano.
URUGUAY: El presidente de Uruguay ha descartado, por el momento, que el pa¡s adopte en un futuro inmediato al d¢lar como moneda, pero considero que la dolarizaci¢n no ser¡a una «revoluci¢n» para el pa¡s sudamericano.
BANCO MUNDIAL: Reiteradamente insiste en que debe tenerse cuidado con las modas, ya que el mismo traje no sirve a todas las personas. El BM considera que la dolarizaci¢n no es la alternativa adecuada para mejorar la econom¡a de todos los pa¡ses latinoamericanos.
BID: El Banco Interamericano de Desarrollo advirti¢ a los pa¡ses de Am’rica Latina de que si no se acepta el d¢lar como moneda de uso corriente «no podremos enfrentar las turbulencias financieras y nos quedaremos con sistemas financieros muy peque_os». (Al/RN/Oi-Ad/Pe/mc)
Pablo G mez