Podría asegurarse que la decisión de la OPEP de reducir su cuota de producción es cuestión de sobrevivencia. Es una manifestación propia para evitar un nuevo derrumbe, como el acaecido hace algunos años atrás, cuando la OPEP decidió descaminadamente, aumentar los niveles de su producción pensando que podrían ampliar con esta estrategia los márgenes de ganancias monetarias durante el periodo de profundo desequilibrio que sufrieron las economías emergentes de Asia.
Esto trajo como consecuencia, que el período de la crisis se generalizara, auspiciando que cayeran abruptamente los índices de precio del barril, ubicándose los mismos por debajo de los diez dólares. De allí a que se hiciera imperativo el rescate de la organización, vista la necesidad de establecer una disciplina que permitiera controlar asertivamente el mercado.
En esta oportunidad el rol de liderazgo fue ocupado por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pues el nuevo empuje y promoción de la Organización estuvo basado en los grandes esfuerzos que realizara para rescatar la posici¢n perdida por el grupo de exportadores que en otros tiempo fue considerado el Cartel de negocios mas importante a nivel mundial.
La nueva pol¡tica trazada durante la Cumbre de la OPEP en Caracas, un a_o atr s, se tradujo en reducir la producci¢n y fomentar un margen de bandas para los costos del crudo, con lo que la organizaci¢n ha visto subir sus ganancias en un 75% solo el a_o pasado, equivalente a US $ 285 mil millones.
Ahora, la OPEP considera que factores clim ticos, coyunturas b’licas, y otros agentes de incidencia directa est n contribuyendo al desequilibrio de los precios petroleros, se espera que la demanda luego vuelva a subir, no obstante se pretende recuperar el mercado de forma inmediata.
Esta simple apreciaci¢n es lo que conlleva a solicitar por parte de los llamados pa¡ses «halcones» (Ir n , Arabia Saud¡ y Venezuela) una nueva reducci¢n de la producci¢n en aproximadamente 1.1 millones de barriles por d¡a . Lo que espera se convierta de forma expedita en un aumento del precio petrolero y por ende en un nuevo periodo de estabilidad del mercado de crudos.
No hay duda alguna de la importancia que como abastecedor de materia prima tiene OPEP. Son 11 miembros que hacen el 40% de la producci¢n mundial. OPEP en el pasado fue el l¡der en producci¢n, sin embargo el surgimiento de productores fuera del Cartel le ha quitado alguna parte de esa jerarqu¡a que ostento en otros tiempos. El valor estrat’gico de las naciones que son eficientes en consumo de energ¡a ha cobrado cuant¡a, lo que transforma la relaci¢n que se habia venido dando entre productor-consumidor.
El primer grupo que transforma el mercado son las econom¡as basadas en informaci¢n y tecnolog¡a. En ‘ste grupo hay pa¡ses como Estados Unidos, Canad , Australia y Gran Breta_a. El segundo grupo los constituye: la Uni¢n de Europa, Jap¢n, Brasil y un conjunto de pa¡ses emergentes de Asia, que son muy vulnerables a los incrementos del costo de la energ¡a.
Se destaca que a excepci¢n de los EEUU, el primer grupo al que se hace referencia, es autosuficiente en materia petrolera; y de hecho estos Estados son considerados » eficientes» en materia energ’tica. Lo que evidentemente deja entrever que este grupo tiene muy poca dependencia del petr¢leo importado.
El segundo grupo de naciones, al que podr¡a hacerse referencia, es mas vulnerable a los vaivenes de los precios, pues sus Estados parte son considerados como dependientes de energ¡a, y eso se transforma en ganancia pol¡tica para los pa¡ses productores, que se ven imposibilitados de ejercer el mismo tipo de presi¢n en los Estados parte del primer grupo.
Se entiende entonces que el equilibrio del mercado petrolero y la estabilidad de la OPEP se vincula directamente con estos dos grandes grupos de Estados. A partir de esta premisa se afirma que la correspondencia pol¡tica y econ¢mica no es la misma y altera la din mica.
Las gestiones que ha venido realizando Hugo Ch vez, frente a los aliados OPEP y otros productores independientes durante esta oltima gira de tres semanas que lo llev¢ a Europa, Asia, Africa y ahora a M’xico, se ven signadas invariablemente por la coyuntura b’lica y petrolera que se palpa en la actualidad.