t De ahí que, para lograr el éxito o la seriedad de su servicio, luego de efectuar un análisis acerca de las características y del perfil del mercado al que desean conquistar, como también de otros sitios ya lanzados, las empresas priorizan tanto la calidad del producto o servicio que muestran o venden, la medida de los consumidores al que va dirigido y lo que ellos requieren del mercado, y nunca olvidan que Internet es un canal o enlace de comunicación en red ilimitada.
átVarias de las empresas que se encuentran instaladas en la web, muestran como común denominador una falla sistemática en la comunicación sobre sus éxitos y fracasos. Este último factor, se agrava notoriamente en los momentos de crisis que puedan padecer. Un claro ejemplo, lo configura la tragedia de una empresa aérea argentina, donde tardaron aproximadamente quince horas en poner en Internet distintos comunicados informando sobre el lamentable episodio.
átSi dicha empresa le hubiera dado la suficiente importancia a este canal de informaci¢n, actuando con rapidez, publicando en su web informaciones necesarias y otiles como lista de pasajeros, tel’fonos de emergencia para consultas de familiares, etc., habr¡a logrado una atenci¢n precisa y eficaz de sus usuarios, y empleada como una fuente de informaci¢n fiel y segura con el periodismo. Cu ntas situaciones (de mayor o menor entidad) podr¡an corregirse o atenuarse, si los usuarios de Internet (adoctrinados por las empresas u organismos visitados) accedieran a informaciones r pidas, fidedignas y concretas.
tClaro est , que para alcanzar dicho objetivo, resulta primordial que todos los canales internos de comunicaci¢n de una entidad poblica o privada se encuentren preparados, sabiendo que el «mensaje institucional debe ser onico, pero real», evitando dobles discursos o distintas versiones sobre un mismo hecho.
tEl error, en estos casos, pareciera consistir en intentar minimizar o falsear informaci¢n respecto de una situaci¢n de crisis, pensando que con ello se mantiene intocable el nombre de la empresa, cuando en realidad se produce el efecto contrario.
tIrremediables condenas por parte de la opini¢n poblica podr¡an evitarse de existir una pr ctica y/o preparaci¢n seria por parte de empresas u organismos sobre la proyecci¢n de la comunicaci¢n (tanto en las buenas como en las malas), sus efectos y alcances.
tPor oltimo, es importante destacar que el actual gobierno impuls¢, mediante cr’ditos, el uso de Internet en los hogares argentinos y que, a su vez, nuestro pa¡s atraviesa la etapa inicial de la libre competencia en el mercado de las telecomunicaciones que seguramente (en el futuro) arrojar una baja en el costo telef¢nico. Con m s ‘nfasis, debiera mirarse al potencial de usuarios (clientes o consumidores) que crecer en t’rminos breves. Sin lugar a dudas, estamos a tiempo de revertir o mejorar el pleno servicio otorgado por los sectores poblicos o privados en la web en lo concerniente a la transmisi¢n de informaci¢n seria.
Juan Jos’ Larrea, Periodista.
Jefe de Prensa del Defensor del Pueblo de la Naci¢n