Nibaldo Jiménez indica que en 1974 fue designado a la DINA y que en el cuartel de José Domingo Cañas conoció a Marcelo Moren Brito, quien «aparecía de repente y primero era jefe, se perdía por tiempo y luego aparecía otra vez como jefe.
Era de Villa Grimaldi y de José Domingo Cañas y aparecía muy de vez en cuando.
No lo vi en Londres 38». También recuerda que «en una oportunidad, cuando llegué a José Domingo Cañas, fui llamado por el señor Moren y me dijo que me iba a enseñar lo que le pasa los traidores, sobre todo a los de Investigaciones.
‘Aquí tienen que andar derechitos’. Me dijo que fuera a ver un cuarto que estaba abarrotado de detenidos, y entonces él llamó al detenido Teobaldo Tello, y él abre su boca y vi que estaba completamente ensangrentada». Explica que le costó darse cuenta lo que había pasado, pero que luego se fijó con más atención y se dio cuenta «que sus dientes habían sido removidos con un alicate por parte del señor Moren». Agregó que no supo más de él, «pero dudo que haya sobrevivido, ya que era torturado constantemente y de una manera intolerable». Y Jim’nez no se equivoca: el Informe Rettig establece que el detenido era el ex fot¢grafo y ex funcionario de Investigaciones Teobaldo Antonio Tello Garrido (MIR), detenido el 22.08.1974 y conducido al recinto secreto de la DINA, ubicado en calle Jos’ Domingo Ca_as con Repoblica de Israel (½u_oa) para despu’s ser trasladado a Cuatro Alamos, desde donde desapareci¢.
«SON PARA LOS PAQUETES»
El relato de Jim’nez continoa. Explica que sus primeros contactos con otros agentes fueron con Osvaldo Romo (el Guat¢n) y con Luz Arce, (ex militante PS, Partido Socialista) delatora de varios de sus compa_eros. De Romo no tiene buenos recuerdos. Afirma que era «muy malo», «no ten¡a sentimientos humanos. Hab¡a sido dirigente de la USOPO (Uni¢n Socialista Popular) y luego se present¢ a Investigaciones a decir que pod¡a entregar a mucha gente. Claro, ‘l los conoc¡a a todos, como era de la Junta de Vecinos, y comenz¢ a tomarlos detenidos a todos. Y cuando los deten¡a era muy s dico con ellos, porque cuando llegaba all (Jos’ Domingo Ca_as) los agarraba a patadas.» Adem s, aunque reitera que s¢lo conoci¢ Villa Grimaldi, Jos’ Domingo Ca_as y Cuatro Alamos, dice que en una oportunidad lleg¢ a Londres 38. All¡ pregunt¢ d¢nde estaba el ba_o y le dijeron que subiera. «Subo al ba_o y al lado de ‘ste hab¡a varios pedazos de rieles cortados, se notaban que estaban cortados hac¡a poco, ya que estaban brillantes por el lado cortado. Y a m¡ me extra_¢… por qu’ tantos rieles, y me explicaron que ‘esos son para los paquetes’. Yo pregunt’ qu’ paquetes, y me respondieron: para los que se van cortados todos los d¡as de aqu¡, un lote grande va al mar, los envuelven en un saco bien amarrados con alambre, echan el cuerpo y el riel y con el peso del riel se van para el fondo».
Agrega: «quien mandaba los individuos al mar era una reuni¢n que se hac¡a con los jefes del grupo en esa ‘poca, que en ese tiempo eran los capitanes MiguelKrassnoff Martchenko, Maximiliano Ferrer Lima, otro de apellido Barrieta, que representaban a los diferentes cuarteles. Los que se reun¡an, en algo as¡ como un juzgado, decid¡an qui’n se salvaba y qui’n se iba al mar, lo que significaba que ser¡an desaparecidos». A_adi¢ que «estos libros se llenaban en la tarde para luego ser enviados con direcci¢n al General Contreras, jefe m ximo de la DINA.
Contreras era quien revisaba las listas y, en definitiva, era quien decid¡a la suerte de los detenidos».
LA ORGANIZACI.N CRMINAL Y SUS JEFES
El ex agente de la DINA revela tambi’n la estructuras operativas de la DINA y los mandos de sus principales divisiones. Al individualizar, dijo que Miguel Krassnoff Martchenko era responsable del Grupo C¢ndor «y hac¡a distintas labores de detenci¢n e interrogatorios. +l tomaba las decisiones importantes». Adem s, identific¢ a Gerardo Godoy como jefe del Grupo Tuc n, a Ricardo Dore Miller del Grupo Aguila, y que Basclay Zapata pertenec¡a al Condor junto al Guat¢n Romo.
Estas dos sub-unidades, Aguila y Tuc n, junto con Halc¢n y Vampiro, estaban bajo el mando de la Brigada Caupolic n y ‘sta, a su vez, depend¡a de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM) a cargo de Pedro Espinoza, que ocupaba tambi’n la misma posici¢n con el Departamento Exterior. Tanto la BIM como el Departamento Exterior depend¡an de la Direcci¢n General de la DINA, al mando de Manuel Contreras, quien respond¡a directamente ante Pinochet.
En forma paralela a las sub-unidades operaba el grupo dirigido por Osvaldo Pincett (Doctor Tormento), quien utilizaba la hipnosis para arrancar confesiones de los detenidos. Mientras que en el caso espec¡fico de Villa Grimaldi, Jim’nez sostiene que nunca vio ejecuciones con disparos, pero que se utilizaba otra clase de m’todos para eliminar a los detenidos e indica que lo m s extra_o que vio en el lugar «era que hab¡an desfigurado a un detenido que hab¡a muerto, nunca supe su identidad, s¢lo s’ que con un soplete le quemaron toda la cara para desfigurarlo».
PARA PROTEGER A LOS ASESINOS TODO ES V-LIDO
Como en dictadura, la maniobra de sacar un juez para cerrar casos se pone en pr ctica en el presente, mientras el gobierno y las copulas del oficialismo guardan c¢mplice silencio. As¡ sucede con la revocaci¢n del procesamiento a Marcelo Moren por el secuestro y desaparici¢n de militantes del PC (Partido Comunista) en la calle Conferencia. En efecto, el juez Juan Guzm na, tras el sobreseimiento de Pinochet, present¢ licencia por «stress». Fue reemplazado por la jueza Gabriela P’rez, quien, utilizando viejas pr cticas «judiciales» de la dictadura, hizo el trabajo sucio de dejar sin efecto el procesamiento de Moren Brito, quien comand¢ el escuadr¢n de la DINA que instal¢ la ratonera de Calle Conferencia y que tambi’n est siendo procesado por el secuestro calificado y desaparici¢n de David Silberman Gurovic, por su participaci¢n en los delitos cometidos en los centros clandestinos de tortura de Villa Grimaldi, Londres 38, Jos’ Domingo Ca_as, Venda Sexy y Cuatro Alamos, y por integrar la asociaci¢n il¡cita terrorista DINA.
Los delitos de Moren Brito son innumerables. Est involucrado en el asesinato de Mar¡a Labr¡n Sazo (MIR), detenida el 12.08.1974, 25 a_os y 3 meses de embarazo.
Desde su hogar la condujeron al centro de torturas de la DINA ubicada en la calle Londres 38. Existen testimonios de prisioneros pol¡ticos que estuvieron con ella en ese lugar y que se_alan que fue interrogada por Marcelo Moren.
Despu’s no se vuelve a saber de ella, aunque su madre ha declarado que logr¢ saber por un ex miembro del Servicio de Seguridad de la Marina, Juan Pastene, que su hija hab¡a dado a luz una ni_a el d¡a 5 de marzo de 1975; sin embargo, Pastene nunca quiso ratificar lo dicho ante un tribunal.
Pero, las denuncias continoan. La ex prisionera Gl.dys D¡az relata que «luego de la partida del comandante Pedro Espinoza, qued¢ como jefe de Villa Grimaldi «El Coronta»,
tambi’n conocido como «El Ronco», pero que en realidad se llama Marcelo Moren Brito», asesino que lleg¢ al grado de coronel y fue condecorado por Pinochet.
Adem s, ex detenidos de Villa Grimaldi lo recuerdan como uno de los agentes m s bestiales. Ha sido mencionado o investigado en 91 casos de detenidos desaparecidos o ejecutados, entre ellos Alfonso Chanfreau, el sacerdote espa_ol Antonio Llid¢, Carmelo Soria y Lumi Videla. En el proceso «Contra A. Pinochet y otros», el juez Guzm n lo encaus¢ como autor de la desaparici¢n de los dirigentes del PC, junto a Manuel Contreras, Ricardo Lawrence, Eduardo Garea y Osvaldo Pincetti. Pero, a este reconocido asesino y torturador Gabriela P’rez le aplic¢ el principio de la «cosa juzgada». Ya en abril hab¡a dictado el mismo fallo cuando termin¢ con el auto de procesamiento contra Manuel Contreras. As¡,la jueza retrotrae las resoluciones de la justicia al tiempo en que se aplicaba la Ley de Amnist¡a sin mayor investigaci¢n, borrando de una plumada los precedentes que en dicha materia hab¡a instaurado los tribunales.
La protecci¢n que brindan los tribunales de justicia a los asesinos del per¡odo dictatorial se intensifica. En v¡speras de la resoluci¢n que podr¡a revocar en parte el procesamiento de Miguel Krassnoff Marchenko, los rumores de presiones aumentaron con el atentado al hotel militar que administra. La polic¡a confirm¢ que la bomba tiene caracter¡sticas sofisticadas que llevan a sospechar que se se trata de un acto destinado a influir sobre el fallo. Con tal objeto, el atentado fue atribuido de inmediato a opositores a los uniformados. El fallo de la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago favorecer¡a al ex agente. En efecto, el juez Raimundo D¡az se inclinar¡a por anular el procesamiento por los doce casos de secuestro en Villa Grimaldi, mientras que los ministros Rosa Mar¡a Maggi y Rub’n Ballestero mantendr¡an el encausamiento por siete casos y revocar¡an por los otros cinco restantes.
Para lo cual, ha sido fuerte el lobby de miembros de la Auditor¡a del Ej’rcito en favor de Krassnoff. La defensa le ha hecho ver a los magistrados que Krassnoff ejerce una alta influencia al interior de los cuarteles. Tratan de utilizar el principio de la cosa juzgada para librar a Krassnoff. Fraudulenta decisi¢n que ser¡a apelada por los querellantes ante la Suprema. La aplicaci¢nde este este principio atenta contra la totalidad de los procesos que investiga el juez Guzm n e incluso es contrario a las resoluciones del m ximo tribunal que ha se_alado que la cosa juzgada s¢lo se dicta cuando el inculpado enfrent¢ previamente un proceso por el mismo caso.
NUEVAS DENUNCIAS ANTE UNA JUSTICIA COMPLICE
Los familiares de las v¡ctimas y los propios detenidos que sobrevivieron sostienen que las pruebas contra Krassnoff son tan poderosas que hacen imposible revocar cualquier dictamen. Al respecto, mencionan otros antecedentes:
Silvia Eveling Mazzella Mu_oz (MIR), detenida el 13.10.1975, relata que tras ser aprehendida por el capit n (r) Tulio Pereira, fue trasladada hasta el Cuartel Terranova – nombre que utilizaba la DINA para referirse a Villa Grimaldi- y en el lugar «me sacaron la venda que tuve durante todo el viaje y me llevaron a una oficina donde estaba un oficial que se identific¢ como el capit n Miguel (Krassnoff). +l me dijo que sab¡a qui’n era yo, me pidi¢ que colaborara ya que de lo contrario lo pasar¡a muy mal, al igual que mi amiga Mar¡a Sartori, quien hab¡a sido detenida un mes antes. Despu’s de un rato, trajeron a Mar¡a y all¡ le pidieron que me explicara lo que me iba a pasar si yo no cooperaba, entonces ella me se_al¢ que hab¡a sido torturada brutalmente y que eso me pasar¡a si yo no ayudaba». Silvia Mazzella.fue sometida a torturas. Recuerda que mientras era sometida a la parrilla «me vuelven a sacar de la celda, me vendan y me llevan a la oficina del capit n Miguel, en el lugar se encontraba tambi’n Tulio Pereira, a trav’s de la venda pude observar que ambos me ped¡an informaci¢n sobre otros compa_eros». Ante esta evidencia, Krassnoff no puede negar que en Villa Grimaldi se torturaba y tampoco puede seguir negando que nunca estuvo en una de las sesiones de tortura.
El testimonio de Amelia Odette Negr¢n Larre es definitorio. Indica que fue detenida el 10.02.1975 por los agentes de la DINA Basclay Zapata (El Troglo) Tulio Pereira y Teresa Osorio, esposa del Troglo. En Villa Grimaldi fue interrogada por estos mismos torturadores, adem s de Pedro Espinoza (Comandante Rodrigo Terranova). A este oltimo, se_ala que lo reconoci¢ por su voz durante las primeras sesiones de torturas. Con respecto a Krassnoff, sostiene que era torturada en la misma pieza que Lautaro Videla (PS), y en una oportunidad «sacan a Lautaro y me colocan sobre la parrilla mientras me ponen corriente. Les manifiesto que tengo lentes de contacto y me sueltan para que me los pueda sacar y para eso debo sacarme la venda, y veo a Miguel Krassnoff y al resto del equipo se_alado anteriormente, m s otras personas que no recuerdo bien». Adem s, durante su permanencia en en ese lugar, le encargaron a Amelia la limpieza de la ropa de los otros detenidos. Gracias a ello, tuvo la posibilidad de definir las jerarqu¡as de mando. Ante el juez Guzm n, se_al¢ que Pedro Espinoza lider¢ el campo de concentraci¢n entre noviembre de 1974 a marzo de 1975. Lo ayudaba un oficial de nombre Ciro Torre Saenz.
Marcelo Moren asumi¢ la jefatura en reemplazo de Espinoza y «siempre se paseaba al interior del recinto gritando y amenazando a la gente». En el caso de Miguel Krassnoff confirma que particip¢ y dirigi¢ varios interrogatorios. Otros agentes que interven¡an en detenciones e interrogatorios fueron Zapata, Teresa Osorio y Osvaldo Romo. Sobre este oltimo sentencia que «fue la persona que me detuvo, me subi¢ al auto, me amenaz¢ con violarme, me tortur¢, me hizo un simulacro de fusilamiento y me someti¢ al tel’fono (golpes en el o¡do)». Recuerda tambi’n a Palmira Almena Guzm n (la Pepa), Osvaldo Pulgar y Jos’ Fuentes (Cara de Santo) que s¢lo trabajan en Villa Grimaldi. Otros agentes operativos eran: Tulio Pereira (muerto), Gerardo Godoy Garc¡a (Cachete Chico) Maximiliano Ferrer Lima (Max) Ricardo Lawrence Mires (Cachete Grande) Fernando Laureani Maturana (Pablo), Samuel Fuenzalida Devia (Gato) Alejandra Merino Vega (la Flaca Alejandra), Luz Arce, Mar¡a Alicia Uribe (Carola). Adem s, durante su per¡odo de detenci¢n vio a casi la totalidad de detenidos que se encontraban en Villa Grimaldi. Recuerda a Iv n Monti Cordero, Carmen D¡az Darricarre, Alan Bruce -por cuya desaparici¢n est procesado Krassnoff y que es nada menos que sobrino de Marcelo Moren-, Jaime V squez Saenz, Manuel Cortes Joo, Ver¢nica Le¢n, Elena Altieri, Fidelia Herrera, Delia Bravo, Funny Medwinsky, Isabel Matamala Vivaldi, Sonia Eulalia, Ingrid Sucarrat, Julia D¡az, Helen Zarour, entre otros.
La realidad indica que en Chile la democracia, el Estado de Derecho y la igualdad ante la ley son falacias de una clase pol¡tica inconsecuente y de una justicia corrupta.
[Fuente: Sergio Ram¡rez para el Equipo Nizkor, Santiago de Chile, 4 sep01]