De acuerdo a un comunicado de la Presidencia mexicana los Jefes de Estado «coincidieron» en que la «III Cumbre de las Américas puede ser el inicio de una nueva era en materia de relaciones internacionales, de tratados comerciales y diversos acuerdos de cooperación entre las naciones de toda la región». Asimismo, señalaron que el principal objetivo es contrarrestar los elevados «índices de pobreza y marginación que se registran» en el continente y trabajar por el desarrollo político, económico y social de toda la región.
Los dos Mandatarios, señaló el documento, coincidieron en la «necesidad de intensificar y desarrollar los tratados y acuerdos comerciales» existentes hasta la fecha «y buscar intensamente los mecanismos idóneos para lograr, en el mediano y largo plazo, una integración más profunda de todos los países de América Latina».