Tres testigos declararon hoy por los secuestros ocurridos en la fábrica Mercedes Benz durante la última dictadura militar.
Una periodista alemana destacó los vínculos entre los directivos de la empresa en Cañuelas y la desaparición de 14 de sus operarios. También testimoniaron los dos únicos ex empleados que sobrevivieron a su detención ilegal.
La periodista Gabriela Webber, quien investigó las relaciones entre Mercedes Benz y el poder represivo, señaló que la empresa «al menos a 10 familias (de desaparecidos) le siguió pagando los sueldos, incluso hasta el año ’86, sin estar claro bajo qué concepto».
Webber dijo que entendía que «para los familiares era dinero para callarse la boca» y no denunciar lo que había pasado. La mujer agregó que «luego les pagaron una indemnización, como si hubiesen trabajado todo ese tiempo».
La periodista indicó que pudo hablar de este tema con el jefe de Producción de la planta de Mercedes en González Catán, Juan Tasselkraut, que conserva el cargo desde aquellos d¡as. Este hombre le dijo que estos pagos fueron por «cuestiones humanitarias».
Durante su declaraci¢n, la periodista indic¢ que estima que las desapariciones en Mercedes Benz se produjeron a ra¡z de que la agrupaci¢n Montoneros hab¡a secuestrado a un gerente de la empresa en octubre de 1975.
Webber se_al¢ que determin¢ que hubo 14 desaparecidos entre los empleados de la f brica de autom¢viles: Esteban Reimer, Fernando Del Conte, Diego No_ez, V¡ctor Hugo Ventura, Floreal V zquez, Alberto Gigena, Juan Mosquera, Jos’ Vizzini, Alberto Arenas, Jorge Alberto Leichner, Oscar Caddeo, Miguel Brieco y dos empleados m s de apellidos Del Monte y Alvarez Bauman.
La testigo record¢ adem s que el Ej’rcito Argentino era «el mayor cliente» de Mercedes Benz ya que le compraba los camiones Unimov. En declaraciones a la prensa, dijo que «nunca se habla de los intereses econ¢micos» que promovieron el genocidio argentino, y que le es muy dif¡cil instalar este tema en la prensa de Alemania.
Detenidos en la f brica
En tanto, dos ex empleados de Mercedes Benz (en la localidad de Ca_uelas) declararon hoy por sus propias detenciones ilegales durante la oltima dictadura militar, y brindaron informaci¢n sobre la desaparici¢n de sus 14 compa_eros.
H’ctor An¡bal Ratto y Juan Jos’ Mart¡n fueron citados a prestar declaraci¢n por la desaparici¢n de Esteban Reimer, un delegado gremial de la f brica que, luego de negociar la reincorporaci¢n de compa_eros cesanteados, fue secuestrado de la empresa, el 5 de enero de 1977, segon el testimonio de la esposa del desaparecido, Mar¡a Luj n Ramos, en agosto pasado.
Ratto cont¢ ante la C mara que en 1975 hab¡a habido en la Mercedes Benz «una serie de conflictos» entre directivos y empleados que tuvo como resultado el despido de varios trabajadores. «Como tambi’n hab¡a conflictos con el gremio, SMATA, se form¢ una comisi¢n separada de delegados. El l¡der era Reimer», indic¢ el ex empleado.
Cuando llega el golpe militar, llegaron tambi’n las represalias a los que hab¡amos reclamado», afirm¢ el testigo.
Ratto fue secuestrado de las instalaciones de la f brica el 13 de agosto de 1977. Ese d¡a concurri¢ a trabajar por la tarde y particip¢ de una asamblea.
«Cuando sal¡ de la reuni¢n me avisan que me llamaban de casa, aunque mi familia no ten¡a el tel’fono de la empresa», relat¢ el testigo, y agreg¢ que, como esa ma_ana hab¡a sido detenido otro empleado, Fernando Del Conte, «un grupo de compa_eros me dijo que ellos iban a ir a mi casa y que me quedara en el edificio».
A la noche vino el gerente y me dijo que hab¡a venido a buscarme una gente de civil», cont¢ Ratto. Permaneci¢ un rato en la oficina del gerente, Juan Tasselkraut, en donde hab¡a dos personas de civil que se identificaron como polic¡as. «Escuch’ que (Tasselkraut) les daba (a los polic¡as) el domicilio de Diego Nu_ez, otro trabajador que secuestraron ese mismo d¡a», dijo el ex detenido.
M s tarde aparecieron tres camiones del Ej’rcito. El oficial que comandaba el grupo de personas que lleg¢ en los veh¡culos ingres¢ a la f brica «para ver si le interesaba otro para llevarse». «Hizo salir a todos del edificio para que vieran c¢mo me llevaban a m¡», asegur¢ Ratto, que fue inmediatamente llevado a la comisar¡a de Ramos Mej¡a.
«Me dijeron que me ten¡an all¡ por mi propia seguridad, y me metieron en un calabozo con presos comunes», record¢ el ex empleado. Permaneci¢ detenido en esa dependencia hasta el 17 de agosto. Ese d¡a fue esposado, encapuchado y trasladado en una camioneta a un lugar que tiempo despu’s identific¢ como Campo de Mayo.
All¡, Ratto fue golpeado y torturado con picana el’ctrica «hasta tal punto que tuve los brazos paralizados m s de dos meses». «Hab¡a m s de 40 personas detenidas, y por las voces reconoc¡ a algunos de mis compa_eros de la Mercedes Benz», se_al¢ el testigo.
Eran Fernando Del Conte, Alberto Gigena, Jorge Leichner, Diego Nu_ez, Alberto Arenas y Juan Mosquera.
«Hubo un traslado grande que incluy¢ a todos los que eran de la empresa, menos a m¡», indic¢ el testigo. El 2 de septiembre Ratto fue llevado de Campo de Mayo otra vez a la comisar¡a de Ramos Mej¡a, «en donde permanec¡ detenido sin proceso, a disposici¢n de las autoridades militares, hasta marzo de 1979, que me dejaron en libertad vigilada».
El ex detenido no regres¢ a trabajar a la f brica de Ca_uelas. «La misma persona que me solt¢ me dijo que no volviera. Me amenaz¢ dici’ndome que si volv¡a y me llevaban otra vez no iba a aparecer», manifest¢ el testigo.
«A Campo de Mayo lo identifiqu’ cuando fui con la CONADEP. Ya hab¡an desmantelado todo, pero reconoc¡ el lugar en donde estuve detenido, cerca del campo de aviaci¢n», agreg¢ Ratto, que tambi’n declar¢ en el Juicio a las Juntas en 1985.
En tanto, Juan Jos’ Mart¡n, el otro ex empleado de la f brica citado para hoy, cont¢ las circunstancias de su detenci¢n, ocurrida el 29 de abril de 1976. «Fui el primero que secuestraron de todo el grupo de trabajadores de la Mercedes Benz», dijo.
«Estaba trabajando, cuando llega un grupo de personas con uniforme militar y me empiezan a hacer preguntas. Me subieron a una camioneta y me llevaron a mi domicilio», se_al¢ el ex detenido -que era delegado gremial en la empresa-, y a_adi¢ que «entraron todos, revisaron, revolvieron, me rompieron las fotos del casamiento y se robaron algunas cosas».
Luego, Mart¡n fue llevado a la Brigada de Investigaciones de San Justo. «Ah¡ me vendaron los ojos, me ataron las manos en la espalda y me dieron shocks el’ctricos mientras me preguntaban cosas de la f brica», asever¢ el ex detenido.
«El jefe de la Brigada cuando yo estuve detenido era Rub’n Luis Lavall’n, que despu’s fue jefe de la custodia de la f brica Mercedes Benz», afirm¢ el testigo. Lavall’n, despu’s de comandar el centro clandestino de detenci¢n, fue Jefe de Seguridad de la empresa hasta que en 1984 se comprob¢ que fue responsable de la apropiaci¢n de una hija de desaparecidos.
Segon determin¢ la Justicia, el represor Lavall’n se apropi¢ de Paula Logares, hija del matrimonio de desaparecidos compuesto por M¢nica Grispon y Claudio Logares. El caso fue el del primer menor encontrado por Abuelas de Plaza de Mayo y restituido a su familia biol¢gica.
Mart¡n relat¢ que en la Brigada de Investigaciones de San Justo «nos daban de comer cada tres o cuatro d¡as» y que «se escuchaban gritos y torturas».
«Estuve 19 d¡as, hasta que me sacaron, me metieron en una camioneta y me dejaron en la puerta de mi casa», record¢ el testigo.
«Cuando llegu’, mi se_ora me dio un telegrama de Mercedes Benz que hab¡a llegado un par de d¡as antes y que dec¡a que no me presentara a trabajar, porque con todo lo que me hab¡a pasado necesitaba una semana en mi casa», indic¢ el ex empleado.
Mart¡n volvi¢ a la f brica pero s¢lo trabaj¢ un mes m s, porque «parec¡a que en cualquier momento entraban de vuelta los militares». Y agreg¢: «Los de la empresa me dijeron que renuncie, que con todo lo que hab¡a sufrido me iban a pagar una indemnizaci¢n. Renunci’, pero la indemnizaci¢n todav¡a la estoy esperando».
Tanto Juan Mart¡n como H’ctor Ratto declararon en el consulado alem n en abril de este a_o, y sus testimonios ser n agregados a la investigaci¢n que lleva adelante la fiscal¡a de Nuremberg (Alemania) para determinar el destino de los ciudadanos de origen alem n desaparecidos durante la oltima dictadura militar.
El Centro Clandestino de Detenci¢n de 1 y 60
En la jornada de hoy tambi’n declar¢ Ferm¡n Ricado Azc rate, un abogado oriundo de Balcarce que estuvo m s de veinte d¡as detenido ilegalmente en el centro clandestino que funcion¢ en el Cuerpo de Infanter¡a de la Polic¡a bonaerense, en 1 y 60 de esta ciudad.
Azc rate fue secuestrado a fines de abril o principios de mayo de 1976, tiempos en que cursaba el cuarto a_o de la carrera. El Ej’rcito se lo llev¢ con m s de sesenta personas que participaban de la fiesta por el egreso de uno de sus amigos, en una casa ubicada en 12 y 66.
«+ramos entre 40 y 45 varones y 20 mujeres. A las 1.15 irrumpi¢ un grupo armado, de civil, a los tiros. Nos pusieron contra la pared e hicieron simulacros de fusilamiento. A la hora y media, nos trasladaron en camiones a los varones a 1 y 60, y a las mujeres a la comisar¡a 4¡», relat¢ Azc rate.
Entre los hombres se encontraban tambi’n sus hermanos Pablo Rodolfo, Gustavo Raol y Pascucio Oscar, y su primo, Pascucio Raol Azc rate.
El testigo relat¢ que al d¡a siguiente, un guardia dijo que todos los hombres deb¡an quedar en libertad, menos los Azc rate. Los cinco familiares pasaron de una sala a un «galp¢n o cuadra» donde hab¡a «alrededor de 200 detenidos, que estaban desde el 24 de marzo.
Incluso, hab¡a un matrimonio mayor de 70 a_os», record¢ el abogado.
«Los primeros cuatro o cinco d¡as vivimos normalmente. Un d¡a lleg¢ el coronel (jefe policial, Ram¢n) Camps en forma violenta. Pas¢ por la cuadra, le peg¢ una trompada a un detenido y se fue a ver a las mujeres, que estaban en otro lugar. Cuando se fue Camps, nos vendaron y engrillaron», relat¢. As¡ pas¢ los siguientes veinte d¡as.
Azc rate asegur¢ que en el grupo de mujeres hab¡a embarazadas. Tambi’n dijo que entre los detenidos hab¡a un sacerdote, al que hab¡an encarcelado por reclamar la liberaci¢n de otro prisionero.
El padre de Azc rate hab¡a sido presidente de la C mara de Comercio y de la Federaci¢n Econ¢mica bonaerense, por lo cual, segon dijo el ex detenido, hab¡a realizado gestiones ante distintos funcionarios.
El abogado indic¢ que ni ‘l ni sus familiares fueron torturados, pero que «a la anoche se hac¡a silencio y a las dos o tres de la ma_ana se llevaban gente» para aplicarle la picana en otro lugar. «Dec¡an (sus compa_eros de detenci¢n) que los pon¡an en una cama y les aplicaban picana. A veces volv¡an con un diente menos», describi¢. Y agreg¢: «Cuando caemos nosotros, el ochenta por ciento hab¡a sido torturado».
Tambi’n sostuvo que el cabo Baltasar Barrera le llevaba y tra¡a noticias a su familia. Y, en este sentido, recalc¢ que la Polic¡a «se comport¢ bien» y que los efectivos «dec¡an que no ten¡an otra cosa que hacer porque estaban bajo control del Ej’rcito».
-zc rate y sus familiares fueron liberados despu’s de casi un mes: «Mi viejo fue 25 d¡as a ver a (el general Roque) Presti. El d¡a que lo atendieron, nos largaron a la noche», dijo. «Un sargento, de apellido Avellaneda, nos dijo que qued bamos en libertad y salimos», agreg¢.
En el final de la declaraci¢n, el juez Julio Reboredo ley¢ la ficha de inteligencia de la Polic¡a provincial donde figuran las causas de la detenci¢n de Azc rate: «El motivo fue una denuncia an¢nima de un vecino que dijo que (la fiesta) era de corte subversivo».
Entre risas de jueces y poblico, el testigo record¢ que aquella noche, «despu’s del postre, nos quedamos haciendo ‘fondo blanco’. Grit bamos:
‘Fondo blanco, carajo’ y nos pas bamos el vaso. Eso puede haber sido malinterpretado. Quiz (quienes hicieron la denuncia) entendieron ‘Montoneros, carajo'».
De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo; y los abogados de la APDH La Plata Jaime Gl_zmann y Alicia Peralta.
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata (APDH La Plata)
Por Francisco Mart¡nez, Vanina Wiman y Lucas Miguel (Secretar¡a de Prensa)