Explicó que la historia del mundo, es una historia de fusiones y de mestizajes culturales. Hoy se habla mucho de globalización, y se pretende que el auge de unas técnicas de comunicación y de unos sistemas de transporte, que la expansión por el mundo de unas estrategias de mercado, están fundando ese proceso de hacer global nuestra vida y de hacer interdependientes nuestras tradiciones.
A su juicio, la conquista de América fue un acto eficaz de globalización en el doble sentido de avasallamiento político y militar de unos pueblos por otros, pero también de encuentro de razas, de cruce de tradiciones y de diálogo de civilizaciones.
Para Ospina, el diálogo de civilizaciones es la obra de los artistas del continente, por ejemplo, la fusión que los cubanos hicieron de las figuras del santoral católico con las divinidades de -frica, creando ese complejo y misterioso rito sincrético que es la santería, al igual que la música popular latinoamericana.
Ospina define al arte moderno como el fruto del diálogo de las civilizaciones porque en el mismo se percibe la influencia de las m scaras y tallas africanas en las obras de Picasso, as¡ como los intercambios y fusiones que mostraron sucesivamente a Jesucristo en la pintura europea como un emperador romano, como un monje g¢tico, como un patriarca bizantino, como un adonis griego, o como un rubio jovencito brit nico.
Durante su ponencia, el escritor colombiano se pregunt¢ por qu’ existen tantas palabras rabes entretejidas en la lengua espa_ola desde hace varios siglos si la globalizaci¢n comenz¢ s¢lo hace unas d’cadas. +Y c¢mo entender la obra de Bosc n y Gracilazo en espa_ol sin la mosica it lica de Dante y de Petrarca? +Y c¢mo entender la novela de Dostoievski en Rusia sin la labor precia de Cervantes en Espa_a, de Balzac en Francia, de Dickens en Inglaterra?
No obstante, explic¢ que la globalizaci¢n fue descubierto recientemente por algunos te¢ricos, justo cuando se la plantea s¢lo como un fen¢meno de la tecnolog¡a y como una estrategia de mercado.
tSin embargo, indic¢ que ello no significa que no haya que hablar de globalizaci¢n, incluso que no haya que pensar en c¢mo actuar ante ella, pero exige que tengamos noci¢n de nuestra historia, que entendamos los caminos que nos han tra¡do hasta el presente, y que advirtamos cu n ricos en experiencia son estos pueblos que, forzados primero al choque cultural, han tenido que aprender que el di logo de civilizaciones es el onico secreto de la supervivencia, tras experimentar desde siempre las virtudes indudables pero tambi’n los desv¡os tortuosos de la globalizaci¢n.
tLo cierto, es que las mejores fusiones hist¢ricas las logra el arte y que a menudo las peores las obra la pol¡tica. Ello se debe a que el arte s¢lo es posible como un acercamiento respetuoso entre lenguajes distintos. El arte lleva siglos emprendiendo esos di logos culturales que son los que en realidad han permitido la convivencia de los pueblos. «S¢lo por ellos hemos podido llegar hasta este momento crucial de la historia, cuando imperiosas necesidades de supervivencia de la especie exigen al mismo tiempo el respeto por cada tradici¢n local y la definici¢n de las cosas esenciales que nos unen a despecho de nuestra exquisita diversidad», asegur¢ el escritor colombiano.
Por oltimo Ospina recomend¢ superar el desconocimiento, la indiferencia y el menosprecio por todo aquello que no se nos parece, que se debe aprender del arte la divina capacidad de dialogar con lo desconocido, y de aprender de ‘l, ya que s¢lo si persistimos en ese intercambio creador nos har posible y habitable el futuro, y s¢lo ‘l permitir que ese futuro cumpla sus mejores promesas.
PARA WILLIAN OSPINA, LA GLOBALIZACIÓN SE INICIÓ CON LA CONQUISTA DE AMÉRICA
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