Chávez añadió que »en Washington estiman la franqueza y la valentía para hablar claro», y precisó que lo único que pretende Venezuela es que se le reconozca autonomía para defender sus intereses mediante relaciones con quienes lo considere necesario. Dijo que no puede ser una buena política exterior la de callarse cuando hay desacuerdos, porque »eso sería parecido a lo que ocurre en algunos matrimonios en los que la mujer aguanta callada para mantener las apariencias de que todo marcha normalmente».
El gobernante venezolano añadió que una postura de sumisión a los deseos de las autoridades estadounidenses sería una »alienación», que no ha sido extraña a destacados sectores del país. Chávez reforzó su planteamiento con una anécdota que le ocurrió en Madrid, cuando era presidente electo, en la que estando en una reunión recibió una llamada de Washington en la que se le advirtió de que era inconveniente incluir a Cuba en su gira por varias naciones previa a la toma de posesión.
»Desde luego que no hice caso de esa llamada, porque el objetivo de nuestra pol¡tica exterior no es desairar a los Estados Unidos sino defender los intereses de Venezuela», explic¢ el gobernante.
Ch vez a_adi¢ que cuando el a_o pasado fue a Bagdad no lo hizo para molestar a Washington sino para defender la unidad de la OPEP, de la que Venezuela es miembro, y los precios del petr¢leo, de los que depende la econom¡a del pa¡s.
Las relaciones entre Caracas y Washington han pasado por momentos de tirantez tras los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre contra Estados Unidos. Venezuela conden¢ los ataques y reconoci¢ el derecho de EEUU a la defensa, pero pidi¢ que esa potestad se ejerciera sin violar el derecho internacional y los derechos humanos.