En su discurso, Sr. Presidente, no dijo que las medidas tomadas son para responder a la voracidad de los mercados y al pago de los intereses de la deuda externa, inmoral e injusta, olvidándose de la deuda social que tiene con el pueblo, siempre postergado y sometido día a día al aumento de la pobreza y la exclusión social.
El reciclable ministro de economía, quien ha pasado por diversas administraciones, (desde la dictadura militar al gobierno del Dr. Menem, y también responsable de la venta de armas a Ecuador y Croacia, ya que firmó el decreto, y hoy ocupa nuevamente el ministerio de economía), primero dijo que, con las políticas de ajuste, capitalización y privatizaciones se solucionaban los problemas, y se entregó todo el patrimonio nacional a manos de intereses extranjeros y hoy tenemos la grave situación de Aerolíneas Argentinas y Repsol/YPF.
Luego, su creatividad lo ha llevado a concebir el «Megacanje», para renegociar los intereses de la deuda externa. Quienes estuvieron en el negocio recibieron grandes comisiones que pesar n sobre el pueblo una vez m s, y actualmente ha decidido medidas que provocar n mayor recesi¢n. En s¡ntesis, con la promesa del futuro, nos hipotecaron el presente. La hipocres¡a de todo esto, es que le ponen precio a todo y valor a nada.
Usted dice que las medidas anunciadas no son un ajuste, que hay que bajar el d’ficit fiscal y la forma de hacerlo es recortando los salarios de los trabajadores del Estado y reducir las jubilaciones.
Solo le pido que sea sincero, que diga la verdad al pueblo, y no la oculte con actitudes falsas. Usted sabe que ningon pa¡s en el mundo ha llegado al d’ficit cero, ni aon los pa¡ses m s avanzados.
El costo humano de esas pol¡ticas es enorme y el onico camino que le queda, Sr. Presidente, sin di logo, con imposiciones, con hambre y exclusi¢n social, sin el consentimiento del pueblo que reclama sus derechos, es la represi¢n, lo cual nos llena de angustia y dolor por las consecuencias que esto tiene para la vida y la dignidad de nuestro pueblo, frente a la insensibilidad de su gobierno.
Debo advertirle Sr. Presidente que est violando los derechos humanos. Y es responsable, conjuntamente con los gobernadores de las provincias, de graves violaciones, como lo han hecho en General Mosconi y Tartagal, provincia de Salta, Corrientes, Neuqu’n, La Matanza, Provincia de Buenos Aires, entre otras regiones del pa¡s afectadas, en las cuales la represi¢n ha provocado muertos, torturados, encarcelados y heridos.
Usted est incrementando la «bomba silenciosa del hambre».
Segon las estad¡sticas, en el pa¡s se mueren por a_o, m s de 20.000 ni_os, menores de un a_o, por causas evitables,. Pero Usted, como el gobierno anterior, ha privilegiado el pago de los intereses de la deuda inmoral e ileg¡tima sobre la vida del pueblo.
¨Hasta cu ndo podr soportar el pueblo las injusticias, el hambre, la falta de los recursos m¡nimos para una vida digna? ¨Debo decirle que est violando los derechos econ¢micos, sociales y culturales?.
Le recuerdo Sr. Presidente que tenga presente que: «No matar s ni con hambre , ni con balas». No es con la represi¢n c¢mo resolver los graves problemas que afectan al pa¡s, sino con el di logo, el consenso, aplicando pol¡ticas de desarrollo para generar empleo y condiciones de vida m s justa y humanas para todos.
El pa¡s tiene recursos humanos valiosos, potencialidad en sus recursos naturales y posibilidades de salir de esta grave situaci¢n que vive, se necesita voluntad pol¡tica y movilizaci¢n de todos los sectores sociales y coraje en quienes nos gobiernan.
Hoy, Usted, ha depositado todas sus energ¡as y decisiones en quien llev¢ al pa¡s a esta grave situaci¢n. Es una fuga hacia delante. Le queda muy poco tiempo para corregir la situaci¢n, antes que sea tarde.
S¢lo me queda decirle, Sr. Presidente, recordando al Obispo M rtir Enrique Angelelli: «poner un o¡do en el Evangelio y otro en el Pueblo» , para saber por d¢nde ir correctamente. Sepa escuchar al pueblo, no le tema, salga y vea la realidad que viven miles de argentinos y argentinas.
Reciba el saludo de Paz y Bien, para Usted. y todo el Pueblo Argentino que tanto lo necesitan.-
Bs. As. 16 de julio de 2001
Adolfo P’rez Esquivel
Premio N¢bel de la Paz