Agregan que el desarrollismo es «un modelo político-económico que interviene violentamente, con tecnología a gran escala, sobre las formas de convivencia, fragmentando, marginando y desarticulando a los individuos y a su h&aa! cute;bitat, bajo la coartada de traer a futuro mayor calidad de vida a la población». Para frenar tal modelo, que hoy demuestra su colapso en términos ecológicos y sociales, es necesario que exista la voluntad política de los responsables de la conducción de las instituciones estatales. Precisamente, esta voluntad política fue «la que faltó para evitar que el modelo desarrollista que supone el proyecto del tendido eléctrico se materializara», añaden las organizaciones ecologistas y de derechos humanos. A pesar de las razones y argumentos esgrimidos desde hace 4 años contra el tendido, este 13.08.01 los presidentes de Venezuela y Brasil realizaron su inauguración.
Desde que en 1997 el gobierno de Rafael Caldera acordara con el gobierno brasileño la instalación de una línea de alta tensi¢n que transmitir¡a electricidad a la regi¢n norte del pa¡! s vecino, se empezaron a o¡r las cr¡ticas contra este proyecto que sustentaba su existencia sobre la base de una serie de irregularidades administrativas, atropellos a la Constituci¢n y la imposici¢n de una actitud pol¡tica monol¡tica que ignor¢ a las comunidades afectadas y la condici¢n de Parque Nacional y Zonas Protectoras de los sectores sobre los que pasar¡a el sistema.
La construcci¢n del tendido implic¢ deforestaci¢n, erosi¢n, p’rdida de bosques y otros h bitat de animales y plantas del Parque Nacional Canaima. Pero tambi’n ha representado «la implantaci¢n del desarrollismo, un modelo ajeno a la cultura de los pueblos ind¡genas de la Gran Sabana e Imataca, que progresivamente amenazar su existencia, ya que ser aprovechado como infraestructura de servicios que atraer una diversidad de actividades econ¢micas a gr! an escala: la miner¡a legal, la miner¡a ilegal, las empresas deforestadoras o el turismo, cuyos efectos multiplicar n los problemas que el habitual descontrol gubernamental tiene sobre estas actividades. La din mica econ¢mica que ir floreciendo alrededor del tendido no s¢lo desfigurar el paisaje, sino que atentar contra la estabilidad ecol¢gica y
cultural de la zona».
Tambi’n desde la perspectiva econ¢mica se han hecho cuestionamientos relativos a la rentabilidad del proyecto para el pa¡s. Un estudio de 1998 de la Sociedad Conservacionista Audubon de Venezuela aseguraba que el precio de la electricidad que se vender a Brasil est por debajo del valor real, si se consideran los factores socio ambientales que la compa_¡a rectora del proyecto, Edelca, ha dejado fuera de sus estimaciones. «Por una parte, Venezuela vende electricidad barata al Brasil y! por otra, el Presidente anuncia recortes el’ctricos, al tiempo que las comunidades por donde pasa el tendido permanecen a oscuras» se_alan los voceros de la Coalici¢n. De manera que la transmisi¢n de electricidad a Brasil, puede ser vista m s como un derroche energ’tico que como parte de un plan de intercambio econ¢mico entre dos Estados vecinos.
Por otra parte, los miembros de esta Coalici¢n recuerdan que el acuerdo del tendido «jam s fue aprobado por el poder legislativo, lo que implica que el Presidente inaugura hoy una obra cuya base formal es inconstitucional».
En cuanto a los efectos sociales inmediatos, las comunidades ind¡genas que se resisten han sido reprimidas y criminalizadas, mientras que aquellas que aceptaron los acuerdos gubernamentales ya est n sufriendo el incumplimiento de una agenda de compromiso que conten¡a un conjunto de medidas acordadas para culminar las obras ! de la l¡nea de transmisi¢n de energ¡a a Brasil.
Por estas razones, los actores sociales que hasta ahora se han opuesto al tendido el’ctrico manifiestan su «pesar pero no su desesperanza, porque la lucha pol¡tica y social a favor de la preservaci¢n de los derechos a un ambiente sano y los derechos de los pueblos ind¡genas, tiene razones de sobra para hacerse m s aguda y constante. Los estudios de impacto ambiental y sociocultural, independientes, multidisciplinarios y con participaci¢n ind¡gena deben realizarse y de ellos debe salir una agenda de factores a atacar y vigilar». As¡ mismo, estas organizaciones prometen mantener un monitoreo constante sobre los efectos del desarrollismo como parte de sus agendas de trabajo.