La CAC, a través de un comunicado, precisas que ôen momentos en que los empresarios están abocados a la atención del turismo, la eventual interrupción de la actividad por incumplimientos formales se torna más gravosa luego de un año en que hubo que soportar bajos niveles de ventas, falta de crédito, altas tasas de interés y fuerte presión fiscalö.
La entidad empresarial aseveró que si era intención de la AFIP controlar la facturación anual de los comercios, la misma podría realizarse fuera de la temporada estival.
Con el inicio del milenio, los inspectores de la AFIP comenzaron una serie de fiscalizaciones en los principales centros de veraneo, con el objetivo de supervisar la emisión de las facturas en los comercios, relevar la plantilla de trabajadores y controlar la contribución de los aportes por parte de los patrones.
En cuanto al ônegocio informalö en las regiones veraniegas, el documento de la central comercial precisa que el organismo nacional debería poner el mismo celo con el que controla al «negocio formal».
En tal sentido, remarc¢ la CAC que «en esta modalidad de venta, que constituye de por s¡ una competencia desleal, se concentra la comercializaci¢n de mercader¡a de dudosa procedencia». Y agreg¢, que la falta de controles bromatol¢gicos y sanitarios en los alimentos y las bebidas en los puestos de venta callejera «va en desmedro de la salud e higiene de los consumidores».