«Gobernar es un arte de difícil práctica, como ya habrán comprobado cada uno de ustedes en los cerca de ocho meses que han estado al frente de sus respectivos departamentos. A menudo las cosas no salen como quisiéramos o nos topamos con obstáculos insospechados o sufrimos la inclemencia de la crítica fácil, que prefiere centrarse en lo negativo más que en lo positivo porque las noticias o las opiniones negativas venden más y generan más rápidos consensos.
Pero si hemos elegido, ustedes y yo, esta difícil y a veces ingrata tarea del servicio a los demás desde el gobierno es porque sabemos que, por encima de todo, queremos construir un presente y un porvenir de bienestar para nuestros conciudadanos y porque sentimos la vocación de hacerlo en los distintos escenarios de la vida pública.
Ustedes no han llegado a la primera cuarta parte de su mandato; a mí me queda la cuarta parte del mío. Y con la experiencia que da el trajinar por los asuntos públicos con obstinación de soñador pero con los pies puestos en la cruda realidad, hoy puedo decirles que cada d¡a me reafirmo en la necesidad de obrar responsablemente frente a las urgencias del presente y las necesidades del porvenir, como el m ximo legado que podemos dejar a nuestro pueblo.
En mi intervenci¢n del pasado 20 de julio ante el Congreso Nacional acu_’ un t’rmino que condensa el prop¢sito y sentido de mi gobierno en estos momentos cr¡ticos de la vida nacional: Responsabilidad en Tiempos de Transici¢n.
En efecto, tenemos que ser concientes de que la ‘poca que vivimos representa una transici¢n, no s¢lo de siglo o de milenio, que son s¢lo nomeros del calendario, sino de una forma de hacer pol¡tica y de enfocar el manejo econ¢mico del pa¡s y sus regiones a otra donde se busque el bienestar presente de las clases m s desfavorecidas pero se preserve y defienda, al mismo tiempo, el derecho al bienestar de las generaciones venideras.
Ustedes y yo hemos encontrado una situaci¢n dada y nuestro deber es obrar responsablemente sobre el escenario que nos entregaron, asegurando el porvenir de nuestra gente, aon a costa de nuestra popularidad.
Les hago unas cortas reflexiones sobre casos concretos -algo que coment’ la semana pasada en la Asamblea Anual de la Asociaci¢n Nacional de Industriales, y que cont¢ con el un nime respaldo de los asistentes a la misma-, para ejemplificar de qu’ hablamos cuando me refiero a obrar con responsabilidad:
Cuando comenc’ mi mandato recib¡ el legado de un desempleo que se hab¡a m s que duplicado en cuatro a_os y que lindaba el 16%. Como es natural, este indicador sigui¢ creciendo obedeciendo a la tremenda inercia alcista que llevaba, pero hoy hemos logrado quebrar dicha tendencia y contamos con un desempleo nacional del 15.1%.
Yo recib¡ el pa¡s con inflaciones del 17.8% en 1997 y 16.7% en 1998. Hoy vamos para tres a_os consecutivos con una inflaci¢n de un d¡gito, sabiendo que este a_o estar alrededor del 8%.
Hace tres a_os las tasas de inter’s superaban el 50% efectivo anual. Hoy las hemos bajado en m s de 30 puntos, a niveles razonables, y permanecen estables.
En 1998 ten¡amos un peso artificialmente revaluado que atentaba contra nuestra competitividad en el exterior. Hoy tenemos una tasa de cambio libre y competitiva que fluctoa sin sobresaltos, y adem s le estamos ganando la batalla al contrabando.
Hemos logrado bajar el d’ficit del sector poblico consolidado del 6.4% en 1999 al 3.6% el a_o pasado, y este a_o no superar el 2.8%.
Aparte de eso, con medidas oportunas y una inversi¢n de 7.6 billones de pesos, logramos evitar una crisis sist’mica del sector financiero, que hoy, por el contrario, est produciendo utilidades por m s de 234.000 millones de pesos en el primer semestre de este a_o, y pudimos salvar la vivienda de m s de 800.000 deudores de vivienda. Pero mejor aon: lo hicimos con un costo mucho menor que el que tuvieron pagar otros pa¡ses, a quienes les cost¢ m s del 10% del PIB mientras que a nosotros nos cost¢ un 4.1% del mismo.
Recibimos un campo en desbandada y sin mayor apoyo estatal, y hoy tenemos un campo que crece por encima del resto de la econom¡a, a tasas del 5.2% el a_o pasado y cercanas al 4% este a_o.
Adem s, hemos sufrido los embates de la naturaleza, como fue el caso del terremoto del Eje Cafetero, pero hemos hecho de esta tragedia una oportunidad de progreso y de trabajo limpio. Aqu¡ est n los gobernadores de departamentos como el Quind¡o, Risaralda, Caldas y el Valle donde hemos realizado, en tan s¢lo el tema de la reconstrucci¢n, inversiones fundamentales, por un total de 1.4 billones de pesos, que hoy le han cambiado la cara a la regi¢n.
En fin: los anteriores son s¢lo ejemplos, pero son ciertos y verificables, sobre lo que hemos hecho por sanear la situaci¢n del pa¡s. Sin embargo, el pasado 7 de agosto, cuando cumplimos 3 a_os de Gobierno, muchos analistas -esos que s¢lo ven el punto negro en la p gina blanca- parec¡an haberse olvidado de d¢nde ven¡amos y por qu’ hemos tenido que tomar las medidas que hemos tomado. Pero ah¡ est n los hechos para demostrarlo. Ah¡ est una econom¡a nacional sana y estable que hoy goza de credibilidad internacional, cuya deuda en el exterior tiene unos spreads razonables, por debajo del Brasil, para dar un ejemplo.
Por si fuera poco para resaltar, gracias a todas estas pol¡ticas, -reforzadas por ajustes estructurales responsables como los presupuestos austeros, la reforma al r’gimen de transferencias, la ley de ajuste fiscal territorial, la reforma tributaria, la ley de juegos de suerte y azar, la creaci¢n de las zonas econ¢micas especiales de exportaci¢n- Colombia hoy ha consolidado una gran credibilidad financiera a nivel internacional que nos ha permitido, no s¢lo haber completado ya todo el financiamiento externo para este a_o, sino tambi’n haber comenzado a cubrir el del a_o pr¢ximo. ¥Una situaci¢n que hace unos a_os parecer¡a imposible!
Si todo lo mencionado anteriormente no son logros concretos y verificables, entonces no s’ qu’ puede serlos. ¨Se han puesto a pensar d¢nde estar¡a Colombia si no hubi’ramos hecho las reformas estructurales que les acabo de mencionar? ¨D¢nde estar¡amos si hubi’ramos seguido con inflaciones cercanas al 20%, con intereses en las nubes, con un peso artificialmente revaluado, con un sistema financiero enfilado hacia una crisis sist’mica, con un sistema de cr’dito de vivienda que hac¡a impagables las deudas y con el gasto poblico desbordado?
Hoy no estamos en ese escenario de pesadilla y se debe a que hemos obrado siguiendo el norte de la responsabilidad en tiempos de transici¢n, una responsabilidad que nos exigen los tiempos, que nos exigen nuestros ancianos y nuestros ni_os, que nos exige el compromiso de ser gobernantes en ‘pocas de crisis.
Pero parte de esa responsabilidad no es s¢lo producir buenas noticias, como lo hemos hecho, sino tambi’n tener la capacidad de divulgarlas, de comunicarlas, de expandirlas entre los nuestros, para que se sepan y produzcan consecuencias positivas.
Nuestra labor tambi’n es convertirnos en sujetos protagonistas de la econom¡a positiva. No ser s¢lo pla_ideras de nuestro destino, sino tambi’n actores proactivos, decididos a enfrentar las dificultades con las herramientas de que hoy disponemos y que no ten¡amos hace 3 a_os. Si somos responsables, si somos positivos con fundamentos ciertos, podremos contagiar a Colombia de un esp¡ritu de construcci¢n que nos evite esta espiral de pesimismo e inercia en la que tantos han ca¡do.
¥Ya estamos superando la crisis econ¢mica! ¥Ahora nos toca a todos superar la crisis an¡mica!
Se_ores Gobernadores:
Como ustedes saben, desde el inicio de mi gobierno la profundizaci¢n de la descentralizaci¢n ha sido uno de mis compromisos fundamentales por considerar que ‘sta es una de las pol¡ticas de mayor importancia para el desarrollo econ¢mico y social del pa¡s. Es as¡ como desde el Plan de Desarrollo se formul¢ una pol¡tica integral en torno a dos ejes centrales: el fortalecimiento fiscal y el ordenamiento territorial.
Para cumplir con este prop¢sito, hemos venido impulsando una serie de reformas estructurales tendientes a contar en el mediano y largo plazo con departamentos y municipios viables institucional y fiscalmente, que est’n en capacidad de cumplir con sus objetivos constitucionales y legales de garantizar la adecuada prestaci¢n de servicios a sus habitantes.
En el campo fiscal ya hemos logrado grandes avances en el fortalecimiento de los ingresos y en la racionalizaci¢n de los gastos, que progresivamente le han devuelto la estabilidad a las entidades territoriales.
En primer lugar, es necesario mencionar la reforma constitucional al r’gimen de transferencias, hoy acto legislativo 01 de 2001, la cual constituye uno de los hechos de mayor significado para el futuro de las entidades territoriales.
La aprobaci¢n de esta reforma, que cont¢ con su comprensi¢n y apoyo, permitir que los municipios y departamentos puedan hacer una adecuada planificaci¢n de sus inversiones. Con la anterior f¢rmula ‘stas depend¡an de lo que pasara con la econom¡a. As¡, el comportamiento del ciclo econ¢mico del cual dependen los ingresos de la Naci¢n gener¢ grandes fluctuaciones en las transferencias a las entidades territoriales, trayendo como consecuencia, en ‘pocas de recesi¢n, menores recursos para la educaci¢n y para la salud.
Con esta reforma constitucional se garantizar la estabilidad de los recursos para la inversi¢n social de los municipios y departamentos. La educaci¢n y la salud estar n protegidas, para beneficio de las regiones, de las fluctuaciones de la econom¡a.
Adicionalmente, ser m s transparente el proceso de reparto de las transferencias entre los municipios y departamentos, pues los criterios de asignaci¢n se simplifican. Todos los mandatarios regionales y cualquier ciudadano podr n verificar si el gobierno est haciendo una distribuci¢n equitativa de estos recursos.
Los recursos de educaci¢n llegar n a donde est n los ni_os que los requieran y los de la salud alcanzar n a los m s pobres. Los maestros y los trabajadores de la salud no tendr n la necesidad de promover m s paros para recibir a tiempo sus mesadas salariales. Con esta reforma constitucional se asegura el pago de sus salarios de manera oportuna.
Hemos logrado, entonces, apoyar el logro de dos objetivos que son y deben ser complementarios y no excluyentes: estabilidad fiscal para la naci¢n y recursos ciertos para la educaci¢n y para la salud.
Sin duda, lo m s importante de la iniciativa que fue aprobada por el Congreso de la Repoblica es que sus mayores beneficiarios ser n los ni_os, ni_as y j¢venes que est n estudiando, y los usuarios de la salud. Con un volumen de recursos que empieza en un nivel muy alto y que crece de manera estable durante el per¡odo de transici¢n, ustedes, Gobernadores, podr n planificar adecuadamente sus inversiones en los sectores salud y educaci¢n.
En efecto, el monto de la bolsa inicial, 10.9 billones de pesos, representa un crecimiento del 22% de los recursos asignados a salud y educaci¢n. Adem s, estos recursos se incrementar n m s de dos puntos reales durante el per¡odo de transici¢n, sin importar qu’ pase con la econom¡a. Esto, de hecho, se constituye en un gran paso en el fortalecimiento de la descentralizaci¢n.
La bolsa de recursos representada en el Sistema General de Participaciones, por otra parte, recoge todos los costos asociados con la prestaci¢n de la educaci¢n y una buena porci¢n de los que enfrenta la salud. All¡ se incluyen aquellos que ven¡an siendo pagados por departamentos y municipios. Ese es el caso de los docentes y el personal administrativo de los planteles.
Con los recursos asignados, combinados con reorganizaci¢n y mayor eficiencia, podremos ampliar la cobertura y la calidad de la salud y educaci¢n.
Se_ores gobernadores: el reto que viene ahora es reglamentar esta reforma constitucional mediante el ajuste a la Ley 60 de 1993, frente a la cual se espera alcanzar tres prop¢sitos: lograr una distribuci¢n m s equitativa de los recursos que le permita a todas las regiones la efectiva ampliaci¢n de las coberturas en salud y educaci¢n; aumentar el margen de autonom¡a que reconozca la heterogeneidad territorial, y definir un marco de distribuci¢n de competencias claro que permita una rendici¢n de cuentas transparente.
En la educaci¢n necesitamos una estructura institucional que permita la efectiva ampliaci¢n de la cobertura con calidad. Para ello se deber n reordenar las plantas docentes, establecer mecanismos que permitan la contenci¢n de los costos, competencias claras entre Naci¢n, departamentos y municipios, y una equitativa asignaci¢n de docentes.
En el caso de salud, se requiere redefinir claramente las responsabilidades en materia de afiliaci¢n de la poblaci¢n pobre al r’gimen subsidiado, atenci¢n de la poblaci¢n pobre no asegurada y la salud poblica, reordenamiento de las fuentes de la financiaci¢n y un esquema de regulaci¢n que permita una adecuada prestaci¢n de los servicios.
Estamos convencidos de que con esta reforma se superar n las principales dificultades que afrontan los departamentos en la prestaci¢n de los servicios de educaci¢n y salud, permitiendo una real ampliaci¢n de coberturas y un mejoramiento de la calidad.
Espero que ustedes nos acompa_en en identificar el dise_o m s adecuado para hacer efectivo el cumplimiento de los objetivos que apuntan al mejoramiento de la prestaci¢n de los servicios de educaci¢n y salud en todas las regiones del pa¡s.
De otra parte, uno de los problemas fiscales que afrontan departamentos y municipios es la elevada deuda comercial, la cual supera los tres billones de pesos. Para aliviar esta pesada carga -como anunci’ la semana pasada en la ANDI (Asociaci¢n Nacional de Industriales) y lo ratifiqu’ ayer en mi alocuci¢n a todo el pa¡s- se dispondr de recursos ahorrados en el Fondo de Ahorro y Estabilizaci¢n Petrolera -FAEP-, que ascienden a m s de 660 mil millones de pesos, de los cuales 420.000 millones ir n para el pago de la deuda de inversi¢n de los departamentos y municipios no productores de hidrocarburos.
Esto es muy importante: Por primera vez se toma la decisi¢n de destinar los ahorros petroleros, reservados para prever posibles alteraciones de la econom¡a, para aliviar la situaci¢n financiera de los departamentos, incluyendo aquellos que no son productores de hidrocarburos.
Para garantizar una distribuci¢n equitativa, transparente y objetiva de estos recursos, el Departamento Nacional de Planeaci¢n dise_¢ criterios t’cnicos para su distribuci¢n, garantizando un esquema cuyos beneficios no apuntan exclusivamente a los departamentos m s endeudados, sino que fortalecen la inversi¢n territorial otorg ndole mayor viabilidad financiera a aquellos departamentos con dificultades para responder por su deuda.
La equidad ser un principio fundamental en la asignaci¢n de estos recursos, los cuales no se asignar n en funci¢n del tama_o de la deuda de cada departamento, sino en funci¢n de: su pobreza, su poblaci¢n y su eficiencia administrativa y fiscal.
Con estos recursos los departamentos podr n sanear un porcentaje importante de su deuda. Vale aclarar que con los ellos se cubrir n las deudas con entidades vigiladas por la superintendencia bancaria, las contra¡das con la naci¢n y con los Institutos de Financiamiento Territorial.
No cabe duda de que si nuestras entidades territoriales tienen menos deudas, podr n destinar mayores recursos para la inversi¢n social. Ser n -no m s para los departamentos y municipios no productores de hidrocarburos- ¥420 mil millones de pesos que en el mediano se podr n liberar para inversi¢n!
Como complemento a esta iniciativa, los invito a realizar un cuidadoso examen a los programas y planes de desarrollo, con el fin de asignar de manera eficiente los recursos y conducir a la mejor planificaci¢n tanto del endeudamiento como del gasto. Ustedes ya vienen realizando un esfuerzo importante con la aplicaci¢n de la Ley 617 y ahora, con estos nuevos recursos, les corresponde consolidarlo, de forma que puedan pagar holgadamente su deuda sin desproteger la inversi¢n social y sin afectar su normal funcionamiento.
Esperamos con esta medida, contribuir a la viabilidad fiscal e institucional de sus departamentos.
As¡ mismo, con el fin de seguir contribuyendo al alivio de las dificultades financieras de los departamentos y municipios, este gobierno impulsar una reforma constitucional para disponer de los recursos que el Fondo Nacional de Regal¡as tiene ahorrados en t¡tulos valores para el pago de deuda territorial, recursos que ascienden a m s de 900 mil millones de pesos.
Esta medida complementar los alivios dados a la deuda territorial con el uso de los ahorros petroleros. Todos los departamentos se beneficiar n de esta iniciativa, ya que los recursos se destinar¡an a pagar deuda de inversi¢n, pasivos pensionales, obligaciones de saneamiento fiscal y reestructuraci¢n de la deuda y proveedores.
Como ven, se_ores Gobernadores, no nos hemos quedado quietos en el apoyo a las entidades territoriales para el alivio de su situaci¢n fiscal. Sin embargo, consideramos que estas medidas no son todav¡a suficientes. La Naci¢n reconoce el problema que actualmente afrontan los departamentos en su estructura de ingresos tributarios, caracterizados por estructuras arcaicas y ligadas a la existencia de monopolios de explotaci¢n y consumo cuyos resultados en los oltimos a_os presentan ca¡das calamitosas, especialmente en los impuestos de licores y tabaco.
Por lo tanto, es inaplazable dotar a los departamentos de herramientas legales y econ¢micas que les permita afrontar con reales posibilidades de ‘xito los retos de la descentralizaci¢n. Para tal efecto impulsar’ en el Congreso de la Repoblica el proyecto de Ley de Modernizaci¢n Tributaria Territorial que busca fortalecer decididamente los ingresos de los departamentos y municipios.
En concreto, esta iniciativa busca corregir las deficiencias estructurales de los impuestos al consumo de licores, cervezas y cigarrillos y facilitar las acciones contra la evasi¢n, en coordinaci¢n con la DIAN (Direcci¢n de Impuestos y Aduanas Nacinales) y con el decidido apoyo de ustedes. De hecho, ya hemos adelantado acciones que han aumentado los recaudos de los departamentos en el impuesto al consumo de cigarrillos en m s de 25%.
Igualmente, se pretende superar el caos normativo y procedimental en materia tributaria, dotando a los departamentos y municipios de un estatuto onico y homog’neo, de f cil aplicaci¢n, debidamente adecuado a sus tributos, que efectivamente facilite y haga posible la labor tributaria para las entidades territoriales y para los contribuyentes.
Por oltimo, me referir’ al proyecto de Ley Org nica de Ordenamiento Territorial, el cual ya se radic¢ en el Congreso y es el fruto de dos a_os de trabajo y consultas a trav’s de foros regionales y departamentales a diversos actores representativos de la diversidad ‘tnica y cultural del pa¡s.
El Gobierno entiende esta iniciativa como el marco necesario para poner en marcha el proceso de ordenamiento territorial de manera gradual y flexible, que permita al pa¡s adecuar su organizaci¢n pol¡tico-administrativa; establecer competencias claras entre la Naci¢n y las entidades territoriales; promover el debate nacional sobre la visi¢n prospectiva y estrat’gica de pa¡s y promover un equilibrio territorial dentro del marco de la globalizaci¢n y la descentralizaci¢n en Colombia.
Para este prop¢sito el papel de los departamentos es de vital importancia. Por ello se establece la participaci¢n de los gobernadores en la Comisi¢n de Ordenamiento Territorial como instancia orientadora del proceso; el fortalecimiento de los departamentos como planificadores y promotores del desarrollo econ¢mico y social de sus territorios, y el fortalecimiento del papel del departamento como articulador entre la Naci¢n y los municipios.
Por todo lo anterior, esta iniciativa es una oportunidad para proyectar y adecuar el departamento a los cambios econ¢micos, sociales y culturales que implica el proceso de globalizaci¢n en el nuevo milenio.
Apreciados amigos:
No puedo dejar pasar esta ocasi¢n sin expresar mi total repudio a los aleves atentados terroristas perpetrados el d¡a de ayer en Medell¡n, Marinilla y Cocuta. No se entiende la terquedad de los violentos, quienes se hacen los sordos frente a un pa¡s entero que clama por la paz. Los invito a ustedes, se_ores Gobernadores y a todos los colombianos de bien a que nos mantengamos firmes y solidarios -con las autoridades y las fuerzas de seguridad del Estado- contra ‘stas manifestaciones de intolerancia que hieren el coraz¢n de la sociedad.
Estimados Se_ores Gobernadores:
El Gobierno Nacional, como ya dije y como queda demostrado con estas iniciativas, est comprometido en defender la descentralizaci¢n, y para ello se han adelantado toda esta serie de medidas que les he mencionado, las cuales nos conducir n a una descentralizaci¢n sostenible en el largo plazo que nos permita seguir avanzando en el cambio que todos queremos.
Lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y lo que seguiremos realizando en este cuarto de periodo que aon nos queda para trabajar por el pa¡s, lo estamos haciendo con la convicci¢n de buscar el camino correcto para que nuestra Patria tenga garantizado un futuro pr¢spero y viable, uno que nos haga orgullosos de haber contribuido a forjarlo.
Perm¡tanme, por ello, que termine con las mismas palabras con que cerr’ mi oltima intervenci¢n ante el Congreso, unas palabras que los invito a hacer suyas de coraz¢n, porque deben simbolizar nuestra posici¢n y nuestra actitud como gobernantes en tiempos de transici¢n:
Que no nos recuerden por la popularidad, pero s¡ por la responsabilidad. No aspiremos a nada m s. ¥Pero tampoco a nada menos!
Muchas gracias».