Asimismo comentó que integrantes del Clan Kennedy podrían acompañarla en esa ocasión y aseguró que todas las personas que se identifican la causa continuarán con las protestas pacíficas hasta que la Marina de Guerra estadounidense abandone definitivamente la isla.
Al salir de la prisión -donde le aguardaban su marido y sus hijos Jacqueline y Yousef- aseveró que de ahora en más dará a conocer la violencia que se ejerce en los establecimientos penitenciarios contra los viequenses, a tiempo señaló que abogará por de estos el trato «humillante y deshumanizante» que allí se práctica.
La dirigente del movimiento «Rainbow/Push Coalition» cuando fue detenida se negó a someterse a un registro de sus cavidades, en ese sentido, afirmó que tal práctica es «incivilizada» y está diseñada para intimidar y quebrar el espíritu de los desobedientes civiles.