+Es obvio que las exoneraciones que tanto aman PPK, Dañino, Raúl Diez Canseco y Quijandría, han logrado que Edelnor y Luz del Sur no paguen impuestos, por tanto, ellos son los
únicos que no participan en la modestísima asignación que ganan los parlamentarios.
¿Querría decir que ellos sí tienen derecho a vivir con tropas de secretarias, pelotones de asesores, enjambres de celulares y todos los que no son congresistas, a ganar apenas algo más de US$ 100 mensuales? íNo es para tanto! Se entiende que el legislador debe vivir consagrado totalmente a su labor congresal. De eso no hay duda. Aunque muchos de
ellos, apenas si pueden pronunciar el abecedario en tres días de práctica continua y forzada. Pero habría que preguntarles a gran parte de estos congresistas, +qué tienen que hacer sus hermanos, primos, tíos, queridas, parientes de la esposa o protegidos a secas, en las planillas de pago? Hay parlamentarios que prohijan a esta clase de relacionados bajo el rubro de gastos operativos y no dan cuenta. Entonces +lo ancho para unos pocos, 120, y lo angosto para el resto de 25 millones de habitantes del Pero?
Algunos se han solazado a rabiar con la rebajita que ha hecho el presidente de sus emolumentos. Pero en cuanto se orill¢ la posibilidad de extender semejante arreglo austero a los papis de la patria, hicieron mutis por el foro y se desga_itaron en excusas resobadas que a nadie convencen. La se_ora Anel Townsend ha propuesto una reforma para una mejor contabilidad sobre los gastos operativos. ¨Qu’ reforma hay que hacer en este tema?: ¥S¢lo una! ¥Que den cuenta del 100% de esos gastos! ¨Por causa de qu’ ellos s¡ tienen facultad para ocultar qu’ hacen con el dinero de los contribuyentes?
El parlamentario es un funcionario poblico, nada m s. No es marciano ni jupiteriano. Es un simple encargado por la voluntad popular de legislar. Por eso mismo debiera ser un servidor accesible, otil al pa¡s y cristalino. Sin embargo, a muchos es imposible siquiera ubicarles por tel’fono. Siempre est n en reuniones, aunque las m s de las veces, son
convites con las pantallas del televisor o custodia de negocios particulares que poco o nada tienen que ver con el Congreso. Los asesores se encargan de los trabajos de recepci¢n de documentos y a veces tambi’n de la investigaci¢n. El parlamentario alucina que su puesto en el Congreso le provee de un aura m gica o estratosf’rica por encima del peruano de la calle y que est en quiebra permanente.
Contrariu sensu, si los parlamentarios no ganaran lo que hoy perciben, entonces +tendr¡an que buscar fuera del Congreso, m s recursos? ¨Qu’ no es suficiente los casi US$ 7,000 que obtienen cada mes? N¢tese que de 120 legisladores no llega a 25% el nomero de los que acaparan las c maras de televisi¢n, titulares period¡sticos o entrevistas radiales.
El resto no existe. Pero, ¥de ninguna manera! deja de cobrar
puntualmente. ¨Para justificar su existencia, los congresistas deben estar en la cresta de la ola noticiosa? El que salgan en las noticias no les exime de ser, en buena parte, mediocres, torpes, absolutamente vanidosos, en la creencia burda que la historia pasa por sus existencias, cuando no es esto del todo exacto. Ocurre que la historia
no les da mayor espacio lo que s¡ pasa en la contabilidad de los 15 y los 30 que les paga muy bien. M s de un congresista no sabe qu’ cosa hace en el hemiciclo salvo que tomar caf’, gaseosas o hablar por el infaltable como huachafo celular digital, signo de ramplona como de inexistente autoridad civil.
Si los congresistas en el Pero entendieran que su trabajo es valioso porque necesitan reivindicar al Parlamento y olvidarse un poco del protagonismo de la prensa c¢mplice, entonces la opini¢n poblica comprender¡a m s porqu’ piden buenos sueldos. Mientras que esto no sea as¡, pasa lo que en el fotbol y la prensa deportiva: crea ¡conos para enterrarlos en la primera ocasi¢n posible. ¨Cu ntos futbolistas vivieron su cuarto de hora de gloria para nunca m s ser recordados? +A cu ntos imb’ciles fujimoristas que estuvieron para desgracia del pa¡s en el Congreso se los recuerda con cari_o? Creo que a ninguno. Marionetas de un juego sucio y mendaz, mancharon la curul e hicieron de la pol¡tica vil negociado culpable.
Los congresistas no son marcianos. Si quieren respeto, tienen que primero otorgarlo al elector, al pueblo que es quien los eligi¢ y la caridad empieza por casa. Si el presidente Toledo se baj¢, con ciertas restricciones, el sueldo. ¨Qu’ esperan estos parlamentarios para hacer lo mismo? +O es que son extraterrestres?
La mujer del C’sar no s¢lo debe ser honrada, sino parecerlo. Desde hace a_os la figura de los parlamentarios est muy cuestionada y no son pocas las razones que abonan una antipat¡a justificada hacia quienes en lugar de ser hombres de leyes, trocan en mercachifles de intereses
particulares y hacen de su trayectoria una estela culposa de prontuario y no de curr¡cula.
¨Ser n capaces los actuales congresistas, de demostrar algo m s de hidalgu¡a y decencia? ¥A ellos corresponde dar el ejemplo!
Herbert Mujica Rojas
hmujica@bigfoot.com