En el orden político, el fallo de la Corte de Apelaciones es el resultado de los esfuerzos desplegados por el gobierno de Frei y actualmente por el gobierno de Lagos, para impedir por todos los medios el juzgamiento de Pinochet en España y en Chile. La mesa de diálogo fue sólo una parte de esta estrategia de impunidad. Ante la inminencia de esta decisión judicial, se precipitaron una serie de hechos reveladores, como la hospitalización de Pinochet y la visita que le hizo el comandante Izurieta, la reunión social de Lagos con los comandantes en jefe de las FFAA y los rumores de la muerte de Pinochet, que instalaron el marco para el sobreseimiento temporal del genocida.
Lagos y su Concertación de partidos han demostrado obsecuencia y cobardía frente a las presiones de los militares y de la derecha para institucionalizar la impunidad traicionando a quienes en Chile y en el mundo claman justicia por los horrendos crímenes cometidos durante la dictadura militar. Con la excusa de respetar y acatar los fallos judiciales y ampar ndose en el eufemismo de la existencia de un Estado de Derecho, para no pronunciarse acerca del fondo de las cosas, Lagos y su gobierno se sitoan objetivamente del lado de los violadores de los Derechos Humanos.
El gobierno no ocult¢ su alivio frente al sobreseimiento. La investidura de Jefe de Estado obliga a Lagos a pronunciarse sobre un tema de Estado, que compromete los derechos fundamentales de la persona. La impunidad de los cr¡menes contra la humanidad afecta las bases de la institucionalidad y los derechos constitucionales. Sin embargo, Lagos responde con un tibio cacareo que ‘l, como Presidente, no administra justicia . Para decir lo obvio, no fue elegido Presidente. +Acaso la Justicia no es un asunto de competencia de un jefe de Estado? +O acaso al Presidente de la Repoblica le es indiferente que un genocida no sea juzgado y quede impune? +Es posible que el Presidente de la Repoblica no emita o no tenga opini¢n acerca de la violaci¢n a los Derechos Humanos y sus responsables?. La actitud pusil nime de Lagos deja al descubierto que el sobreseimiento de Pinochet fue negociado y consensuado con la derecha y con los comandantes en jefe de las FFAA y que la impunidad es un asunto de Estado. Por lo dem s, Lagos se hab¡a comprometido con los empresarios a que el caso Pinochet tendr¡a una salida satisfactoria. Pol¡ticamente el caso ya estaba resuelto, como se han resuelto todos los dem s casos sobre violaci¢n a los Derechos Humanos: con impunidad.
Sin embargo, era tambi’n necesario el compromiso y obsecuencia de los tribunales de justicia para sellar jur¡dicamente esta operaci¢n de impunidad, tal como fuera siempre en el pasado. El tema de la justicia est pendiente: el gobierno jam s se ha pronunciado sobre el decreto ley de amnist¡a ni sobre una correcta interpretaci¢n del derecho internacional de los derechos humanos, especialmente respecto de la calificaci¢n jur¡dica de los hechos como cr¡menes contra la humanidad
Una opini¢n s¢lida y jur¡dicamente seria vino del defensor poblico del nuevo sistema procesal penal, se_or Alex Carocca, quien sostuvo categ¢ricamente que el fallo de la Sexta Sala se aparta de la Constituci¢n y la ley. No pod¡a resolverse de otra forma la situaci¢n procesal de quien hizo la violaci¢n de la constituci¢n y la ley una pol¡tica sistem tica. En efecto, Pinochet se apart¢ del derecho internacional, de la Constituci¢n y de la ley para violar los Derechos Humanos. Hoy, los Tribunales de Justicia y el gobierno hacen lo mismo, al apartarse de la Constituci¢n y la ley y asegurar definitivamente la impunidad de Pinochet, desconociendo el derecho de las v¡ctimas y de la sociedad a la verdad y a la justicia. El argumento del debido proceso, manipulado por la defensa de Pinochet, fue puesto al servicio de la impunidad.
La verdad y la justicia una vez mas han quedado postergadas por los poderes del Estado. Se ha consumado un acto m s de violaci¢n de los Derechos Humanos.
Organizacion de Defensa Popular
ODEP