Sobre el palco, ubicado de espaldas a la sede del Gobierno ûque encabeza el radical Fernando de la Rúa- y luego de que se entonaran las estrofas del Himno Nacional, liturgia que hermana a los habitantes de la Nación sudamericana, Daer reclamó que el Ejecutivo aliancista ôtermine con esta política económica de empobrecimiento y angustiaö.
El titular de la CGT ôoficialistaö, acentuó el reclamo sobre la política implementada desde las altas esferas condicionadas al poder económico.
ôBasta de ajusteö, expresó Daer. Al tiempo que exhortó al Gobierno que entendiera que ésta ôes la Plaza de la unidad del movimiento obrero argentinoö.
Al referirse al Ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, el que recibió por varios minutos una andanada de insultos por parte de los manifestantes, el gremialista precisó que el titular de la cartera de Hacienda ôes el padre de la deuda externa y pretende negociar a espaldas del puebloö, un canje voluntario de la pesada mochila que ûsegún las estimaciones oficiales- asciende a los 148 mil millones de d¢lares.
Cabe recordar que Cavallo, en ocasi¢n de presidir el Banco Central de la Repoblica Argentina -durante la oltima dictadura militar- estatiz¢ la deuda privada.
En referencia a la deuda externa, destac¢ que «el Gobierno no tiene la valent¡a de plantarse y decir que no se puede continuar (pag ndola)» y a_adi¢ que la gesti¢n -que hace 20 meses rige los destinos de la Argentina- deber¡a «afirmar que es necesario reestructurarla».
Cuesti¢n en la que, en las oltimas semanas, confluyeron diversos dirigentes pol¡ticos de la oposici¢n y del oficialismo, entre ellos el ex Presidente Raol Ricardo Alfons¡n y el ex gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, candidato a senador por ese instituto pol¡tico por el distrito que m s votantes ostenta en el padr¢n electoral.
En otro tramo de su breve alocuci¢n, Daer, imput¢ a Patricia Bullrich, Ministra de Trabajo, «de ser el personaje de turno que quiere destruir los salarios». Al reivindicar el rol que les cabe a los gremios y a los partidos pol¡ticos, puso de relieve que ellos deb¡an ser los fogoneros para inducir a «que el Gobierno cambie el rumbo de su pol¡tica».
Acto seguido, advirti¢ que «no van a pasar (por) sobre los sindicatos», porque «son el mbito nacional de (la) organizaci¢n de los trabajadores».
Tras exhortar a la unidad de todas las centrales sindicales, la Central de los Trabajadores Argentinos -que responde al estatal V¡ctor De Gennaro- y la izquierdista Corriente Clasista y Combativa -cuya cabeza es el juje_o Carlos «El Perro» Santill n-, resalt¢, en el cierre de su exposici¢n que «no vamos a permitir la privatizaci¢n de la ANSES (Administraci¢n Nacional de la Seguridad Social) del PAMI (obra social de los jubilados y pensionados) y de las Universidades». Como dato aclaratorio, es preciso se_alar que la intenci¢n del Ejecutivo es arancelar la ense_anza en los claustros universitarios de todo el pa¡s.
Luego fue el turno de Hugo Moyano, presentado por su par como «mi amigo y compa_ero».
Moyano, que a su vez es titular del sindicato de choferes de camiones -que junto a los trabajadores de la construcci¢n y de los empleados de comercio fueron las columnas m s numerosas que colmaron el paseo poblico- afirm¢ que «no aceptamos m s ajuste y le decimos al Gobierno que no es posible que la derrota de un Gobierno, que el fracaso de un Gobierno pretenda lleva a la muerte a la Naci¢n».
El sindicalista, puntualiz¢ que si los hombres de Gobierno «han fracasado, si no tienen idea, si no tienen voluntad, si no tienen fuerza, tendr n que convocar al pueblo para que los reemplacen por aquellos que est n dispuestos a salvar a la Patria».
El Secretario General de la central «rebelde» indic¢ que la situaci¢n de la Argentina «est tocando fondo», acusando a la coalici¢n de radicales, frepasistas y cavallistas de «estar entregados de pies y manos» al capital financiero y a los organismos internacionales de cr’dito.
Moyano, de extracci¢n peronista al igual que Daer, dedic¢ el tramo final del discurso a las elecciones legislativas del pr¢ximo 14 de octubre. Ese domingo se pondr n en juego el 50% de los 257 esca_os de la C mara de Diputados y el 100% de las 72 bancas de la C mara Alta, y la Alianza – de acuerdo al descontento popular- perder¡a el control en Diputados a manos de la oposici¢n peronista. Instituto pol¡tico que proseguir¡a siendo mayor¡a en el Senado.
«No les vamos a decir a qui’n votar el 14 de octubre, pero s¡ le vamos a decir a qui’n no tenemos que votar», resalt¢ el sindicalista. La algarab¡a de los manifestantes se expres¢ en v¡tores a Juan Domingo Per¢n, que en 1945 fund¢ el movimiento que luego de varios lustros sigue presente en la arena pol¡tica argentina.
A_adi¢ que «la derrota de este modelo econ¢mico tiene que ser contundente» y por lo tanto «es necesario que lo derrotemos en las urnas».
Cerr¢ su discurso con una exhortaci¢n: «El 15 de octubre nos vamos a juntar los que tenemos el pensamiento nacional y popular para reconstruir nuestra bendita patria».
Entre aplausos y fuegos de artificio, se hab¡a cumplido la demostraci¢n de protesta.
Un dirigente radical, que prefiri¢ mantener su identidad en el anonimato, mientras abandonaba la Plaza de Mayo, y en consonancia con la apelaci¢n de Moyano, clamaba por la unidad de «todos los que nos sentimos estafados por el Gobierno».
«Nosotros (los radicales) votamos a la Alianza y no a Cavallo», enfatizaba. «Con la entrada de Mingo (sobrenombre del Ministro de Econom¡a) en el Gabinete, el Gobierno se corri¢ a la derecha, y con esto no tenemos nada que ver», se enojaba.
De la manifestaci¢n, quedaban como mudos testigos -sobre la geograf¡a de la Plaza- las miles de octavillas de los sindicatos, partidos pol¡ticos de la izquierda, centros de estudiantes de secundaria y de universitarios, que participaron en la concentraci¢n.