Bálsamo, al menos, para aquellos que no huyeron hacia las playas, la Amazonia o los Andes, aprovechando el asueto de Semana Santa.
«Es una tregua en medio de tantas marchas y manifestaciones», comentó el director de Seguridad de la alcaldía caraqueña, Iván Simonovis, mientras que la directora del festival, Carmen Ramia –esposa del antichavista director del diario El Nacional, Miguel Enrique Otero-, señaló que la violencia verbal y el enfrentamiento en las calles deben ser
sustituidos «por artistas y espectáculos».
El festival de teatro es la principal actividad cultural de Caracas, cuyos habitantes tendrán la posiblidad, hasta el 31 de este mes, de disfrutar de 44 compañías, la mitad de ellas
extranjeras, que también se presentarán en otras ciudades venezolanas.
Esta edición está dedicada a Francia, de donde proceden cinco grupos, pero la inauguración corrió a cargo de Alemania, con un vistosa presentación de «Arturo Ui», de Bertolt Brecht, a cargo del Berliner Ensemble, en una versión de Heiner Müller.
«Frente a esa escandalosa negación de la diversidad y la diferencia como principio de vida, vuelve otra vez el teatro para decirnos que sólo en el debate incesante de lo uno con lo otro es que la sociedad encontrará la calma y las soluciones a sus grandes dramas», dijo Ramia al inaugurar el festival.
Fundado en 1973 por el director argentino Carlos Giménez, el festival caraqueño ha estado atado a los vaivenes económicos del país, ya que el principal financista del mismo –aun cuando se lo obvia en las presentaciones- es el gobierno. En sus primeras ediciones fue anual, luego se realizó cada dos años, aunque con algunas interrupciones. En 2001, Ramia anunció la intención de celebrarlo todos los años.
Además del aporte del Estado, sostenido a lo largo de sucesivos gobiernos, los organizadores del festival crearon una fundación que recaudó dinero de entidades privadas como bancos, grandes empresas de telecomunicaciones y de alimentos.
El interés del público se evidenció semanas antes de la inauguración, con largas colas para la compra anticipada de localidades, que incluyó precios especiales para estudiantes. Con un rango de entre cuatro y 30 dólares por cada entrada, los organizadores recalcaron que se pudieron mantener precios bajos gracias al apoyo financiero. Al igual que en la edición del año pasado, en esta oportunidad se programaron varias actividades callejeras gratuitas. En esa línea, la versión francesa de «El Quijote», de la compañía Plasticiens Volants, que simuló batallas aéreas con globos gigantes.
«El trabajo de lo corporal, las relaciones personales y la experimentación» son las líneas que aplican la mayoría de compañías extranjeras en esta edición del festival, explicó el
periodista especializado Edgar Alfonso-Sierra.
Entre las obras que más interés del público han despertado figuran «La escala humana», de Argentina, y «Lusco-Fusco, ou tudo muito romantico», de Brasil. «La escala humana» formula, con un discurso en apariencia «ramplón y muy absurdo», una dura crítica a la sociedad argentina. La obra fue escrita en conjunto por los dramaturgos Javier Daulte,
Rafael Spregelburd y Alejandro Tantanian.
En tanto, la pieza brasileña, representada por la compañía «CIA absurdo», muestra una familia sumida en la miseria y su supervivencia en una compleja línea entre el amor y el odio. «Hoy como nunca antes, el teatro latinoamericano es una inmensa olla en ebullición, en la que puede conseguirse cualquier utopía para los escenarios», comentó el dramaturgo venezolano Rodolfo Santana, a propósito del interés en las piezas de Argentina y Brasil.
«La cocción del teatro latinoamericano responde, principalmente, a la intensa comunicación entre sus hacedores, desarrollada en los últimos 30 años», puntualizó Santana.
Otras obras de la región seguidas con interés son la versión de «La Ilíada» del boliviano Teatro de los Andes, «La Mandrágora», de la Compañía Estable Camarín del Carmen, de Colombia, y el unipersonal «Esta noche, Oscar Wilde», del actor uruguayo Pepe Vásquez.
Como en otras ocasiones, el festival muestra obras de otras regiones. Cuentan con representación elencos de Canadá, Holanda, Israel, Italia, Lituania, Rusia y Suiza.
Del mismo modo, más allá de las presentaciones se realizan una decena de actividades que van desde seminarios hasta aulas abiertas sobre crítica, dramaturgia, danza y gerencia cultural.
Aram