La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) no se inmiscuirá «en los asuntos que los venezolanos tengan que resolver entre ellos», señaló hoy en Caracas el presidente del organismo, Juan Eernesto Méndez.
Sin embargo, indicó que «sí se ofrecerá para servir de catalizador de «un diálogo que debe despolarizarse y debe hacerse con la mayor altura, para beneficio de todos los venezolanos, y ojalá se pueda cumplir a corto plazo».
Méndez y los integrantes del organismo se reunieran con el canciller veneozlano Luis Alfonso Dávila, en el inicio de la gira que realizarán desde este lunes y hasta el viernes por todo el país.
Explicó, que esta visita estaba pendiente desde el año 1999, cuando el presidente Hugo Chávez formuló la invitación, la cual fue reiterada en febrero y a principios de abril, antes de la interrupción del orden constitucional.
Uno de los primeros puntos que debe observar esta comisión es si el Estado tiene una respuesta institucional adecuada a la violación de los derechos humanos, es decir, para cada violación del derecho a la vida o a la integridad personal.
«Aspiramos a que el Estado ponga en funcionamiento la institucionalidad, los mecanismos de investigación, procesamiento y castigo de quienes infringieron la violación», dijo Méndez.
Aclaró, que la CIDH no ha recibido una solicitud formal para intervenir en la Comisión de la Verdad en Venezuela, aunque siente que existe la disposición de hacerlo. Dijo que podría colaborar con su experiencia en el establecimiento de comisiones similares en todo el mundo.
Sobre el establecimiento de este tipo de instancia en el país, los integrantes de la misión de CIDH no tienen una opinión elaborada, pues cada Estado y cada sociedad determinan la forma como se realizan las investigaciones.
«Lo que si respetamos son las posiciones que han adoptado algunas ONGs venezolanas, en el sentido de que para que sea serio el esfuerzo deben darse ciertas condiciones legales e institucionales», puntualizó.
Expresó Méndez que en la entrevista que sostuvo la Comisión con el ministro Dávila, se ratificó el nivel de colaboración que el Gobierno venezolano les ha ofrecido para cumplir su misión acá.
La labor de la misión está orientada a analizar la situación de los derechos humanos y de la democracia, para luego remitir un informe a los órganos políticos de la OEA y al Gobierno de Venezuela.
De igual forma explicó, que la CIDH es un órgano técnico-jurídico de la OEA, por lo tanto no funciona como un órgano político y no suple la labor del secretario general, la cual en función de la Carta Democrática sí está orientada a lo político.
La agenda de la CIDH también contempla reuniones con los representantes de la Asamblea Nacional para conversar sobre la constitución de la Comisión de la Verdad y de las investigaciones que se realicen en dicha instancia, así como en la Fiscalía General de la República.
Aram