En conferencia de prensa ofrecida en la sede caraqueña del Sistema Económica Latinoamericana (SELA), el secretario permanente del organismo regional, Otto Boye hizo un análisis sobre las graves consecuencias de la nueva ley agrícola estadounidense.
Señaló que ésta «no sólo impondrá un freno al crecimiento mundial del comercio, sino que puede desatar un ciclo recurrente de medidas proteccionistas por parte de otros bloques económicos, como Europa».
Indicó que también puede generar costos importantes para países que basan sus economías en las exportaciones agrícolas, como es el caso de muchas naciones latinoamericanas y caribeñas. Boye precisó que el 63 por ciento de las exportaciones de los países de América Latina y el Caribe están vinculadas a productos agrícolas, en especial Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
De acuerdo a proyecciones para el año 2002 elaboradas por el SELA, las exportaciones de Argentina serán del orden de 27 mil millones de dólares, de los cuáles el 54 por ciento corresponde a productos agrícolas.
Para Brasil, serán de 61 mil millones de dólares (34 por ciento agrícolas), para Chile serán de 18.300 millones de dólares (43 por ciento agrícolas) y para Uruguay de 2.100 millones (54 por ciento de ellas agrícolas).
Recordó que Europa ya ha amenazado con establecer represalias comerciales, decisión que podría concretarse en junio próximo.
«Una guerra proteccionista de amplios alcances entre Estados Unidos y Europa podría significar un descenso de entre 1,3 y 2,2 por ciento de la producción de los países de América del Sur», precisó el Secretario Permanente del SELA.
La nueva ley estadounidense, que incrementa a 190 mil millones de dólares los subsidios agrícolas por los próximos 10 años, abaratará los precios de los bienes agrícolas que se producen en ese país.
Con ello pueden desplazar del mercado mundial a los productos agrícolas de otros países que no están subsidiados, explicó Boye. Esta ley se suma a otra también recientemente promulgada por el gobierno de Estados Unidos y que eleva a 30 por ciento los aranceles para la entrada de acero a ese mercado, medida que afecta seriamente las exportaciones de Brasil.
Este país tiene una muy competitiva industria acerera, donde el costo de producción de una tonelada de acero es de 360 dólares, mientras que en Estados Unidos el costo es de 453 dólares.
Esta nueva coyuntura en el comercio mundial será otro elemento de peso decisivo para la recuperación de Argentina, país que puede cerrar el año 2002 con una contracción económica de 6.8 por ciento y un índice inflacionario de 23 por ciento.
El Secretario Permanente del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), Otto Boye, propuso hoy la creación de un Fondo de Apoyo Regional Latinoamericano para ayudar a Argentina a salir de su crítica situación.
En conferencia de prensa ofrecida en la sede caraqueña del Sela, el funcionario indicó que el Fondo debe sumarse a los recursos provenientes de organismos multilaterales, como fórmula para reactivar la economía de ese país.
Boye puso la idea a la orden de los presidentes de la región que se reunirán en julio próximo en Ecuador, en el marco de la II Cumbre Suramericana.
«La devaluación del peso argentino puede ser un elemento de estímulo para las exportaciones, pero sus alcances serán limitados en un escenario mundial donde se imponen medidas proteccionistas por parte de los países desarrollados», comentó Boye.
«Otro factor que podría favorecer el comercio exterior argentino sería el impulso a la demanda que se generaría si se da el crecimiento de 2.8 que se espera para Brasil al cierre de 2002», agregó.
Boye justificó la idea de crear este Fondo de Apoyo Regional Latinoamericano al señalar que «se hace necesario establecer mecanismos de cooperación y de respaldo» para ayudar a los países de la región que sean víctimas de situaciones como la que vive Argentina.
«Este es un caso en el cual la vigencia y efectividad de los procesos de integración pueden llegar a ofrecer resultados eficaces y oportunos en términos de solidaridad y en atención al problema de la deuda externa», agregó.
Boye también se refirió a la II Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, a realizarse desde mañana en Madrid.
Indicó que ésta constituye un paso más dentro de la meta acordada entre ambas partes de concretar una asociación estratégica birregional en los campos económico, político y de cooperación.
Boye destacó que la estabilidad económica de Europa, así como el mayor dinamismo de sus importaciones, exportaciones y capacidad de demanda hacen de éste un mercado con mayor potencial que el que se crearía con el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
En materia de cooperación, dijo que los países europeos ocupan los primeros lugares en materia de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y que, con miras a la Cumbre de Madrid, han elaborado un plan de cooperación para los países de América Latina y el Caribe, a ejecutarse en el lapso 2002-2006.
Este plan, refirió, se centrará en cuatro grandes áreas prioritarias: protección de los derechos humanos, promoción de la sociedad de información, reducción de los desequilibrios sociales y fortalecimiento de la sociedad civil.
Aram