Según el documento del organismo estatal las ventas en cantidades físicas menguaron, en el primer trimestre de 2002, el 12,3%. En tanto, el incremento de precios alcanzó, en idéntico lapso, 11%, en su cotejo con los 3 primeros meses de 2001.
El aumento de los precios permitió que la facturación de los supermercados durante marzo se incrementara 2,2 por ciento con relación a igual mes del año pasado, aunque las ventas medidas por cantidades físicas retrocedieron el 15,4 por ciento.
El informe consigna que en los supermercados se facturaron, en marzo pasado, 1260,1 millones de pesos, lo que arroja una mejora del 2,2% con relación al segundo mes del año en curso.
Por su parte, las ventas en los shoppings alcanzaron los 110,4 millones de pesos, representando un alza del 43,5% respecto de febrero y un sustantivo retroceso del 19% frente a marzo de 2001.
La información brindada por el INDEC se convirtió en una nueva luz amarilla para los hombres del Gobierno que preside el peronista Eduardo Duhalde. Para que los próximos indicadores no sigan en el mismo rumbo le cabe al Ejecutivo apelar a un fuerte control de los precios. Si así no lo hiciera tendrá que atenerse a apagar más incendios en un país en el que el consumo se remite a lo esencial, desembocando en una peor calidad de vida para vastísimos sectores de la sociedad.
Alberto Bastia