La delegación que llegará a la Nación sudamericana es continuación de la que presidió, días atrás, el indio Anoop Singh, que estuvo una semana monitoreando los indicadores económicos, que bien vale recordar meten miedo. Recaudación en baja, descenso brusco en el consumo doméstico, desocupación que –sin precisar de los datos oficiales- ronda el 30% de la población económicamente activa, estimada en 14 millones de personas, son el reflejo de las recetas que el FMI y el resto de los organismos de crédito le han vendido a los últimos gobernantes argentinos.
Desde Washington, Dawson, señalo que “si las cosas van bien”, el FMI enviará una nueva misión a la Argentina, una vez concluida su reunión semestral con el Banco Mundial, que concluirá –en la capital estadounidense- el 21 de abril. La task force que llegará el lunes próximo será encabezada por Singh y, según lo manifestado por el portavoz del FMI “no se espera que esa misión de negociación conduzca a un acuerdo, sino que se puedan identificar mejor los asuntos y poderlos reducir, para así resolverlos”.
En la rueda de prensa celebrada en Washington, el Director de Relaciones Externas del Fondo, precisó que “si las cosas van bien, una misión podría ir (a la Argentina) poco después de la reunión de primavera (boreal) y podría trabajar en una carta de intención”.
Respecto a la leve apreciación del peso luego de su escarpada caída frente a la moneda yanqui, Dawson destacó que “se ha fortalecido”, lo cual es “un acontecimiento positivo”, redondeó el diplomático funcionario.
Recordemos que desde hace 6 semanas la gestión duhaldista puso en marcha la flotación del tipo de cambio, abandonando la nueva convertibilidad que era de 1,40 pesos por dólar, modalidad que tuvo corta vida.
“En las actuales circunstancias, una fluctuación libre parece que está sirviendo, porque la posibilidad de defender un tipo de cambio fijo podría ser difícil”, puntualizó. El esquema de que el dólar flote libremente junto al peso, moviéndose al balanceo de la oferta y demanda, fue una de las exigencias del FMI, poco antes de que la misión encabezada por Singh recalara en tierras sureñas.
La delegación del organismo multilateral dejará territorio argentino el 17 de abril rumbo a la capital estadounidense, donde dará comienzo la reunión semestral del FMI, que contará con la presencia de Jorge Remes Lenicov, titular de la cartera de Hacienda de la segunda economía sudamericana.
La administración duhaldista espera lograr que el acuerdo de ayuda financiera con el Fondo quede sellado, no más allá del 20 de abril venidero. De ser así, el FMI desembolsará 9 mil millones de dólares, saldo pendiente del famoso “blindaje” suscripto –al finalizar el anteaño- con el ex Presidente radical Fernando de la Rúa. De ese monto, 7 mil millones serán un asiento contable, porque con ello se pagarán los servicios de los intereses de la descomunal deuda externa argentina. Se presume que unos mil millones se los destinará a los planes asistenciales, conocidos como “Plan Trabajar”, que con el actual tipo de cambio no superan los 50 dólares mensuales. Limosna que entrega el Gobierno a distintas organizaciones sociales y éstas a una extensa lista de beneficiarios, conllevando un nuevo sistema clientelar de domesticación.
Alberto Bastia