El Proyecto Paria, en el extremo oriental del Mar Caribe, era adelantado por una empresa mixta conformada por Petróleos de Venezuela, la angloholandesa Shell, la nipona Mitsubishi y la estadounidense Exxonmobil.
De acuerdo con la información, la inversión qatarí supera los dos millardos de dólares.
Analistas del sector consideran que la decisión oficial podría hacer más tensas las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, precisamente en momentos en que se ha criticado la actuación de Washington durante el golpe de Estado del pasado 11 de abril
El matutino El Nacional indicó que la notificación aún no es oficial, pero se sabe que el jueves pasado el viceministro de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, Bernardo Álvarez, informó la decisión a representantes de la empresa estadoundiense.
«Exxonmobil no tiene nada que aportar al proyecto», y que por lo tanto se incluirá a un nuevo socio, fue el argumento de Alvarez, según el matutino, a lo que el representante de la trasnacional respondió «Venezuela no quiere hacer negocios con Exxonmobil».
Fuentes del sector energético confían en que no se trata de una medida de retaliación por parte del Ejecutivo por el eventual apoyo de Estados Unidos al golpe de Estado, lo que podría llegar a ser apreciado muy mal por la comunidad económica internacional.
A comienzos de 2002 el Ministerio de Energía aumentó a 60 por ciento la participación venezolana en el hasta ese entonces denominado proyecto Gas Natural Licuado de Venezuela.
Ese cambio en las reglas generó un desequilibrio importante en la relación accionaria que mantenían la transnacional angloholandesa Shell, la estadounidense Exxonmobil y la japonesa Mitsubishi, posiciones que de pronto debieron ser sometidas a un proceso de renegociación.
Antes de que se anunciara esa determinación, la filial Pdvsa Gas de Petgróleos de Venezuela mantenía 33 por ciento del capital; Shell, 30, Exxonmobil 29; y Mitsubishi, 8 por ciento.
Ahora, con la salida de la empresa estadounidense, la composición de la sociedad quedó constituida así: 51 por ciento para la corporación estatal venezolana, 32 por ciento para la compañía angloholandesa, 9 por ciento para Qatar General Petroleum Corp, y 8 por ciento para Mitsubishi.
El proyecto Gasífero Norte de Paria tiene como objetivo fundamental la exportación de gas licuado hacia los mercados de la costa este de Estados Unidos, Centroamérica, el Caribe, y el noreste de Brasil.
Su capacidad inicial ascendería a 4 millones de toneladas anuales y sus requerimientos financieros han sido estimados en aproximadamente 2,21 millardos de dólares. Eso significa que el Estado venezolano deberá destinar más de 1 millardo de dólares para cumplir con su parte.
La primera fase del proyecto supone producir unos 685 millones de pies cúbicos de gas natural por día.
Álvarez ha explicado que el nuevo esquema de desarrollo que se levantará en Paria abarcará toda la cadena de comercialización: desde la exploración hasta la regasificación del hidrocarburo en el país, por lo que la inversión será mucho mayor a los 2,21 millardos de dólares originalmente previstos.
De concretarse finalmente esa inversión se daría el primer paso hacia la construcción del complejo industrial Gran Mariscal de Ayacucho, infraestructura similar a la ubicada en Jose, estado Anzoátegui, que tendría apoyo de Mitsubishi.
Aram