Esta visita es remarcable porque hasta ahora, como lo reconoce la prensa caraqueña, los organismos internacionales hicieron causa común con las organizaciones que se enfrentaron al gobierno de Hugo Chávez.
«Los comportamientos de entes internacionales son, en parte, indicios claros de que la posición del grueso de la dirigencia obrera venezolana no quedó -hacia el exterior- tan bien parada», indicó el experto laborista Rolando Díaz.
Pero después del golpe de Estado del 11 de abril, consideran que la actuación de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV)ha estado dominada por la política y plantean que las centrales sindicales deben regresar al objetivo básico de todo movimiento obrero: la defensa de los intereses laborales.
Sin duda, el sindicalismo es otra de las instituciones que quedó fracturada tras el golpe, y gremios poderosos como el petrolero, el siderúrgico , el de empleados públicos y del Metro de Caracas, han tomado distancias de la dirigencia de la CTV.
Tradicionalmente, gran parte del sindicalismo venezolano ha estado unido con partidos políticos -en especial con el socialdemócrata- y, recientemente, con el propio sector patronal con objetivos proselitistas.
«Esto ha traído consecuencias serias tanto en el movimiento obrero nacional como en las organizaciones sindicales del mundo que, hasta hace pocos meses, cerraban filas para defender a los líderes laborales del país en su enfrentamiento con el gobierno de Hugo Chávez», señaló hoy la analista Adriana Cortés.
El matutino El nacional señaló este lunes que el protagonismo asumido por la CTV para convocar el paro que se inició el 9 de abril y concluyó días después, con el golpe de estado, ha dejado su mella en la solidaridad obrera internacional.
«Esta está ahora más crítica y mucho más cauta al momento de dar apoyo a la central que dirige Carlos Ortega», admite el diario.
Tanto la Organización Internacional del Trabajo como la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres enarbolaron posiciones de crítica directa al Gobierno de Venezuela en los momentos en que se convocó el referéndum para elegir la directiva de la CTV, por ejemplo.
Recuerda el diario que voceros como Luis Andersen, titular de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores -filial de la Ciosl en Latinoamérica-, admiten ahora que la lucha obrera reciente en Venezuela estuvo marcada por la politización.
Añade que portavoces de la OIT que antes no dudaron en hablar oficialmente para dar a conocer sus inquietudes sobre el país, hoy prefieren callar.
«Sin que ninguna de estas actitudes represente una críticadirecta ni menos aún una traición al grupo liderado por la CTV,
Luis Andersen, de la ORIT, asegura que luego del 13 de abril el movimiento obrero venezolano se ha reinvindicado frente a la mayoría de la sociedad civil venezolana, pero también se ha debilitado, en parte, en el aspecto interno.
«En cuanto a su estructura orgánica, la dirigencia sindical venezolana está más frágil, porque se sumergió en una guerra defensiva frente a los ataques del Gobierno, que se han llevado buena parte de sus recursos y sus bases», dijo Andersen.
Andersen considera que el sindicalismo tiene fisuras internas, «pero es necesario encontrar el camino y bajar el grado de confrontación política frente al Gobierno».
«Es innegable que la lucha previa y la unión con (la central empresarial) Fedecámaras sí estuvo politizada, lo cual debilitó al movimiento. La alianza con el sector patronal no es natural», expresó el representante de la ORIT.
Rolando Díaz, analista especializado en el sector sindical, manifestó la coyuntura actual debe servir para que el sindicalismo regrese a los intereses esenciales de todo movimiento obrero, como es -desde un aspecto de clases- defender los intereses de los trabajadores.
Indicó que «la politización es definitivamente dañina para el sector laboral, y ahora la CTV se ha solidificado como una instancia política. Lo importante es que sus dirigentes entiendan que su misión básica debe estar dirigida a la defensa de los obreros», indicó el experto laborista.
Aram