191
Como voluntario que soy, -ser donante es dar vida-, rechazo por completo un
espectáculo que enseña violencia y crueldad, y cuyo fin es torturar a un
pobre animal hasta la muerte.
Solicito, por tanto, que la altruista labor que realizamos los donantes, no
sea una nueva excusa, para promover un espectáculo vergonzante para personas
que defendemos la vida, y en consecuencia, adopten las medidas oportunas y
sustituyan lo previsto con un acto que realmente ensalce los valores humanos
y compasivos.
Anónimo