Las aplicaciones del citado proyecto (RETO, TPX, Navegador Explorer,…) reducen considerablemente el tamaño de los caracteres alfanuméricos, oscilando, según los programas, entre 1 y 3 mm de altura al no haberse tenido en cuenta la necesaria adecuación con los equipos instalados en el banco.
Estas aplicaciones bloquean además las posibilidades de ajuste de resolución y configuración.
El Sindicato ha detectado ya la aparición de molestias oculares entre los trabajadores afectados.
COMFIA-CCOO viene reclamando desde hace meses que, antes de que las nuevas aplicaciones estén operativas, se instalen en todas las oficinas, terminales TFT de 17″ que reducen drásticamente los efectos nocivos de los actualmente existentes y que serán los que se instalen en la Ciudad Financiera Boadilla.
Para el Sindicato estos errores y los que sin duda desgraciadamente se producirán en el desarrollo de la aplicación del Proyecto Tecnológico del SCH «PARTENON» son fruto de la externalización de los desarrollos informáticos, de su orientación a costes y de la obligatoriedad de que dichos desarrollos sirvan por igual a dos entidades, SCH y Banesto, con distintos equipos instalados.
A juicio del Sindicato esta situación obligará o a reformar los nuevos desarrollos recién diseñados incurriendo en un incremento de los costes inicialmente previstos que ya eran un 50% superiores a los del anterior proyecto tecnológico del Banco, el PES 27, que iba a ser desarrollado internamente por los técnicos informáticos de la entidad o a un deterioro de la calidad del servicio a los clientes y de las condiciones de trabajo de los empleados.
El Sindicato se dirigió al Consejero Delegado de la Entidad, Alfredo Saénz, advirtiendole de estos riesgos y de la conveniencia de mantener separados los desarrollos tecnológicos de dos entidades que como BANESTO y SCH, aún perteneciendo al mismo grupo se encuentran, por decisión de sus gestores, en competencia.
Tales advertencias no fueron tenidas en cuenta y, desde la Sección Sindical de COMFIA-CCOO en el SCH, se teme que este episodio sea el primero de una larga serie de errores que hagan entrar en crisis la necesaria adecuación tecnológica del SCH a los requerimientos del mercado.