La falta de continuidad en la acción a través de las diferentes administraciones es una de las causas principales de la debilidad crónica del sector científico-tecnológico argentino.
El Grupo de Gestión actualmente está abocado a la promoción de la producción nacional de vacunas del Calendario Nacional. En principio, con aquéllas en las cuales el país tiene capacidad instalada para producirlas, evitando importaciones innecesarias: la vacuna BCG (tuberculosis) y la Vacuna Doble (difteria-tétanos).
Esto permitiría devolver a la comunidad el esfuerzo invertido en la formación de sus investigadores, brindaría la posibilidad de adaptar las inmunizaciones a las cepas virales circulantes en nuestro territorio y evitaría engrosar la deuda externa y abriría la puerta a exportaciones con conocimiento agregado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «las vacunas que se compran no dan protección suficiente porque son cepas o son bacterias diferentes a las que hay acá«. De esto se desprende que las vacunas deben producirse con gérmenes que pertenezcan al ámbito regional.
El desarrollo tecnológico y la función social del mismo, que implicaría vacunas argentinas para los argentinos, debe ser un punto esencial estratégico en un proyecto nacional de salud para todos.