El trabajo de Guo Wei evoluciona constantemente: del periodo rojo a su reciente preferencia por el blanco y negro, de la sorprendente utilización del polipropileno al óleo en papel grueso, de la acumulación de capas a los contornos ligeros de algunos de sus dibujos. Marcado por la contradicción entre la pintura académica y su voluntad de libertad técnica, Guo Wei consigue obras asombrosas ante las cuales el público se queda parado.
Los dibujos de Guo Wei revelan algo verdadero en un contexto de vacuidad, alcanzando algo privado e íntimo, prestando atención al ser como sujeto central y único de sus dibujos. Así, la gente que le rodea, sus amigos, su hija y a veces él mismo, son inevitablemente los protagonistas de sus obras. Guo Wei instala a sus personajes en un cuarto donde el ángulo visual es limitado, con la voluntad de representar un universo mas amplio en este espacio pequeño y limitado.
El trabajo de Guo Wei resulta tan impactante que, cuanto mas pretende mostrarnos la vida como un juego mas serias nos parecen las escenas que retrata. Para Guo Wei “la absurdidad de la vida real es nada más que la verdad que tenemos a nuestro alcance”, por lo que los juegos que retrata nos ofrecen una imagen de la vida tan incleíblemente extraña como la época en la que vivimos
Guo Wei nació en 1960 la provincia china de Chengdu, en la que en la actualidad vive y trabaja. Diplomado en 1989 en la Academia de Bellas Artes de Sichuan, ha participado en numerosas exposiciones colectivas en China, Europa y Estados Unidos. Desde el año 2000 ha protagonizado diversas exposiciones personales en espacios como la Galerie Loft de París, la LIMN Gallery de San Francisco o la Frumkin/Duval Gallery de Los Angeles.