La primera actuación de Martirio en la capital habanera no será la única. La artista andaluza también participará en el concierto homenaje al compositor cubano José María Vitier en su 50 aniversario, que tendrá lugar el sábado 29 de mayo en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asis.
La cita fonográfica que organiza cada año el Instituto Cubano de la Música está considerada como uno de los mercados profesionales más importantes del ámbito latinoamericano, así como un foro cultural para analizar el presente y el futuro de la música en el continente americano. Este mismo viernes se dará a conocer en La Habana la programación completa de Cubadisco: conciertos, entrega de premios, conferencias, ubicación definitiva de las casetas, etcétera.
Desde su inauguración en 1997, esta feria habanera ha invitado a artistas y bandas españolas de la talla de Joan Manuel Serrat, Aute, La Oreja de Van Gogh, Navajita Plateá, Jarabe de Palo, Rosario, Ketama, Mestisay, Michel Camilo o Tomatito.
Además de la delegación española, la feria contará con una amplia representación musical caribeña, ya que este año la feria está dedicada al ‘Caribe, Región de todas las músicas’. Todas las manifestaciones musicales de los países que conforman esta región estarán representados tanto en las casetas del recinto ferial como en la programación de conciertos y encuentros que la forman.
Apuntes biográficos de Martirio
Los primeros pasos artísticos de Maribel Quiñones (Huelva, 1954) fueron a comienzos de los 80 junto al grupo andaluz Jarcha, cuando el conjunto se lanzó a la búsqueda de aires más cercanos al flamenco. Con ellos compartió cuatro años que incluyeron giras y la grabación de un disco titulado A la memoria de Federico García Lorca. Por primera vez bajo el nombre de Martirio, en 1984 se incorporó al grupo Veneno, liderado por Kiko Veneno y los integrantes de Pata Negra: Raimundo y Rafael Amador. Mientras continuaba perfilando su personaje de rockera posmoderna con influencias de la estética del cómic, Martirio lanzó su primer disco en solitario (Estoy mala, 1986) con la producción de Kiko Veneno, co-autor de la mayoría de las canciones, y Teo Cardalda.
En 1989 firma con Epic y graba su segundo disco, Cristalitos Machacaos. Junto a la colaboración de Pata Negra, Kiko Veneno, Javier Ruibal y Toumani Diabate, entre otros, Martirio comenzó en este trabajo a dar las primeras pinceladas de jazz y blues en su reinterpretación de la copla. Sus dos siguientes trabajos delinearon la nueva imagen de Martirio: peinetas menos exuberantes y trajes más sutiles, abandona los guantes y abanicos. En 1991, lanzó La Bola de la Vida del Amor, uno de sus trabajos más arriesgados. La cantante, una vez más, eligió el camino de la búsqueda, fusionando la copla con las nuevas músicas bajo el universo sonoro de Peter Gabriel.
Tres años después, a través de RCA, grabó He visto color, un disco divertido e inteligente producido y realizado en colaboración con Raúl Rodríguez, donde firma por primera vez todas las letras en solitario, demostrando su singular visión del mundo femenino, dominando el ingenio, la ternura y el humor. Como resultado de una perfecta simbiosis, Martirio presentó en 1996 Coplas de Madrugá, una selección de coplas españolas acompañada por un trío de jazz: Chano Domínguez en el piano, Javier Colina en el contrabajo y Guillermo McGill en la batería, quienes compartieron la producción y los arreglos de este trabajo editado en formato disco-libro.
Ha realizado un profundo trabajo de investigación musical, fusionando coplas con géneros como el jazz, el bolero, el tango,…, con el flamenco, logrando un resultado de carácter único y calidad indiscutible que ha ayudado a renovar los caminos por los que discurre la música en España, así como a abrir nuevas fronteras musicales hasta ahora desconocidas.