La película se divide en cinco segmentos (estaciones), y cada uno de ellos, representa una etapa en la vida de un hombre.
Bajo la atenta vigilancia de un anciano monje (el veterano actor de teatro Oh Young-soo), el monje niño aprende una dura lección sobre la naturaleza del dolor, cuando algunos de sus juegos infantiles se convierten en crueles.
Inmerso en la diversión propia de la temporada estival, el pequeño monje, ya convertido en un joven, experimenta el poder de la lujuria, un deseo que en última instancia lo conducirá, como un adulto, a hechos oscuros.
Con la llegada del invierno, sobre el lago nevado y helado, el hombre expía sus acciones.
La primavera marcará el comienzo del ciclo de nuevo…
Con una espléndida atención a los detalles visuales, como así lo refleja la utilización de un animal diferente (perro, gallo, gato y serpiente), como un motivo para cada segmento del film, el escritor/director/editor Kim Ki-duk ha creado una original y universal historia sobre el espíritu humano, mostrándonos emociones y sentimientos tan dispares como la Inocencia, el Amor y el Mal, la Ilustración y finalmente el Renacimiento.