Yoji Yamada, director de series tan famosas como «Tora-san» y «School», se embarca ahora en su primera película sobre samuráis. Para el guión, Yamada escogió tres novelas cortas: Tasogare Seibe, Hoito Sukehachi («Sukehachi el mendigo») y Takemitsu Shimatsu («Historia de una espada de bambú»), las tres de Shuhei Fujisawa, uno de los escritores japoneses más destacados de la literatura de ficción sobre samuráis. Ésta es la primera vez que sus novelas son adaptadas al cine. “El ocaso del samurai” nos muestra la vida de un samurái cualquiera, de rango inferior, y de su familia en la agitada época que precedió a la Revolución Meiji (1868).
Hasta ahora nadie había plasmado cinematográficamente el extraordinario universo de las novelas de Fujisawa, con las dificultades, alegrías y penas de la vida que tan elocuentemente describe. Pero por fin Yoji Yamada, que ha dirigido muchas películas positivas y reconfortantes, se ha atrevido a afrontar este difícil reto. El sueño del guionista y director de representar una provincia del norte de Japón en la segunda mitad del siglo XIX está a punto de plasmarse en los cines 140 años más tarde de esa época con una película de samuráis de un estilo original y distinto al hasta ahora conocido.
La película está protagonizada por Hiroyuki Sanada y Rie Miyazawa. Es la primera vez que Sanada, que trabajó en la serie original de “El círculo” y fue elegido recientemente para actuar junto a Tom Cruise en “El último samurái”, trabaja en una película de Yamada. Rie Miyazawa ganó el Premio a la mejor actriz por el largometraje hongkonés Peony Pavillion en el Festival Internacional de Cine de Moscú. También debuta en esta película Min Tanaka, gran maestro de butoh (danza japonesa de vanguardia), que interpreta a un espadachín invencible.
En el reparto también figuran Mitsuru Fukikoshi (“SF-Samurai Fiction”, “Whiteout”); Ren Osugi (“Hana-bi”. “Flores de fuego”, “Sonatine”), un talento considerado insustituible en el mercado cinematográfico japonés; Tetsuro Tanba, que ya apareció en “Fifteen” (también de Yamada) y que nos mostró su inagotable talento en “The Happiness of the Katakuris”, de Miike Takashi; Keiko Kishi, ganadora del Premio de la Academia Japonesa a la mejor actriz por Big Mama; y Nenji Kobayashi, habitual de las películas de Yamada.
LA HISTORIA
Seibei Iguchi es un samurái de rango inferior del clan Unasaka, en la provincia de Shonai, al noreste de Japón. Su mujer murió de tuberculosis, una causa habitual de fallecimiento en aquellos años de hambre y malnutrición. Al tener una madre anciana y dos hijas que mantener, Kayano e Ito, él y su familia deben llevar una vida austera. Al terminarse su jornada de trabajo, Seibei se niega a comer y beber con sus compañeros samuráis, corre a su casa y se centra en las labores domésticas y en otros trabajos. A sus espaldas, los demás samuráis lo llaman de broma «Tasogare Seibei»
Un día Seibei se encuentra a Tomonojo Iinuma, un amigo de la infancia. Éste le habla de su hermana, Tomoe, y le cuenta que ella ha tenido que divorciarse de su inflexible marido, el borrachín Toyotaro, y mudarse a casa de Tomonojo. Al día siguiente Tomoe visita a Seibei y los dos se divierten recordando viejos tiempos. Cuando Seibei la acompaña a casa se encuentran con su ex marido, que está furioso y dispuesto a llevársela con él. El destino quiere así que sea Seibei, en lugar de Tomonojo, que no es muy buen espadachín, quien se bata en duelo con Toyotaro. El día del combate, Seibei, que no tiene más que una espada de madera, derrota sin dificultad a Toyotaro, que lucha con una espada de verdad. Los rumores del duelo se difunden rápidamente y Tomoe empieza a acudir con frecuencia a casa de Seibei. Las hijas de éste, Kayano e Ito, empiezan a encariñarse con ella, y Tomonojo sugiere a Seibei que se case con Tomoe. Sin embargo Seibei rechaza la propuesta, pues tiene miedo de ser demasiado pobre para ella. Esto hace que Tomoe deje de visitarlo.
Mientras, los hombres del clan siguen disputándose el puesto de sucesor. Una vez resuelta la disputa, ordenan a Seibei que mate a Zenemon Yogo, un servidor del clan que no acepta al nuevo señor. Seibei se niega, aduciendo que no cuenta con las habilidades necesarias para tal empresa. Pero cuando le dicen que las órdenes del clan equivalen a las de su señor, se ve obligado a aceptar, aunque de mala gana. A la mañana siguiente, Seibei manda buscar a Tomoe, le explica la misión que le han encomendado y le pide que le ayude a prepararse. Un día, durante el duro periodo que transcurre hasta que los samuráis regresan a por él, Seibei confiesa a Tomoe que desde que eran niños sueña con casarse con ella. «Voy a batirme en duelo —le dice—. Ganaré y volveré. Si entonces te pido que te cases conmigo, ¿aceptarás?» Pero Seibei no sabe que Tomoe ya ha aceptado casarse con otra persona.
Seibei se dirige a casa de Yogo, pero, para su sorpresa, se lo encuentra borracho. «Lo siento, pero me voy a escapar. El mundo va a cambiar, de Occidente llegará una cultura totalmente distinta. El estilo de los samuráis ha muerto.» Además de borracho, el samurái está parlanchín. Empieza a contar cómo la tuberculosis le arrebató a su mujer, habla del sinsentido del harakiri, en el que no cree en absoluto. Seibei, que también perdió a su mujer por la tuberculosis, se compadece del samurái y también le cuenta sus penas. «Pues yo, como no podía pagar el entierro de mi mujer, tuve que vender mi espada, que para un samurái es su vida.» Con estas palabras, desenvaina su espada, que resulta ser de madera. Ante este movimiento, Yogo le lanza un ataque repentino. Seibei hace otro movimiento, pero el acero de su adversario casi le acierta. Seibei intenta convencerlo de que abandone el duelo, pero Yogo, enfurecido, se acerca más a él hasta que lanza su última acometida…
Bajo la luz del crepúsculo, Seibei vuelve a casa. Ito sale corriendo a recibirlo. Seibei la levanta en sus brazos y sonríe. Entonces una sombra sale de la casa y Seibei se queda quieto. Es Tomoe, que no puede contener las lágrimas al verlo.
…Ante una tumba solitaria en un templo recóndito se ve a Ito, ya mayor. La tumba pertenece a Seibei y a Tomoe. Al final se casaron, pero Seibei murió tiroteado poco tiempo después, durante la Revolución Meiji. Pero Ito piensa que al menos llevó una vida feliz rodeado de sus seres queridos.