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El recién inaugurado Hotel Villa de Cretas va camino de convertirse por su ubicación, calidad de sus instalaciones y filosofía, en un referente de la hotelería rural de lujo en una zona estratégica fronteriza entre el Bajo Aragón y Cataluña, la Comarca del Matarraña en Teruel, cuyas posibilidades han traspasado fronteras sin que sus habitantes hayan movido un dedo para promocionarla. El proyecto, un capricho alcanzado por un constructor de la zona, Rafael Bañolas, y su esposa, Silvia Tafalla, ha cumplido con las expectativas más exigentes de una villa medieval, Cretas, que sus habitantes miman como si de una joya se tratara. Situada en la magnífica plaza del pueblo, la casa señorial datada en el año 1702 ha sido restaurada según los cánones de la arquitectura tradicional bajo la supervisión del arquitecto Javier álvarez y el resultado visual es el de un conjunto arquitectónico que nos transporta varios siglos atrás.
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El establecimiento cuenta con diez habitaciones dobles, cada una de ellas decoradas de manera diferente y con amplísimos baños revestidos de cerámica rústica; una suite duplex con doble hidromasaje y otra junior, caracterizada por un innovador sistema de sauna e hidromasaje. La decoración, a base de maderas nobles, forjas y cerámicas de alta calidad, es una perfecta adaptación del gusto por los linos y los bordados de nuestras abuelas al pragmatismo y la funcionalidad del s.XXI y el resultado es elegante, de un gusto exquisito, relajante y natural. El objetivo de sus propietarios es que el Hotel se convierta también un referente artístico nacional sobretodo de cara al cliente extranjero, por lo que se incluirán esculturas y pinturas de artistas consolidados en todas sus estancias. Cuenta con una biblioteca donde se expone literatura de la zona y una cúpula acristalada, situada en el último piso, desde donde disfrutar de un paisaje sobrecogedor. Todo calidad de descanso.
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La incorporación de Albert Baijet a la dirección del establecimiento supone un valor añadido interesante a la creativa oferta del Hotel Villa de Cretas. Procedente del mundo de la comunicación y las relaciones públicas en Barcelona, este profesional ha apostado por un proyecto de futuro en el que la atención y el mimo absoluto hacia un cliente exigente ocupan un lugar primordial. Baijet les propone visitas enológicas a viñas y bodegas consolidadas de la zona donde aprender catas y empaparse de la cultura del vino, paseos a caballo mientras se contempla la naturaleza y la fauna autóctona, hípica, excursiones en bicicleta por la “Vía verde” o a pié por el Sistema Ibérico y el Valle del Ebro, caza, visitas culturales al poblado Ibérico “Els Castellets”, jornadas en el campo de tiro, etc. sin olvidar la Feria Anual del Vino. Un sin fin de actividades para completar una estancia en su hotel perfecta.
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Tanto Rafael Bañolas como Albert Baijet coinciden en la importancia de la gastronomía como complemento fundamental de su exquisita oferta. Desean que el cliente se encuentre en el hotel como en su casa e insisten en que la decisión de “comer fuera del establecimiento” sea una opción, no una necesidad. Para esto han recurrido al chef Robert Obregón, un artista de la cocina tradicional de la zona adaptada a los nuevos tiempos.
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Obregón es un sibarita de los fogones y pese a que profesa un profundo respeto hacia la cocina de diseño insiste en los sabores puros, tradicionales y genuinos, para una cocina basada en productos de alta calidad y de la tierra, que serán presentados ante el comensal bajo el halo de la creatividad. Sus postres de “helado de aceite de oliva con borraja caramelizada” o de “melocotón de Calanda con reducción de vino de pasas” son capaces de convencer al más escéptico gourmet.
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La Comarca del Matarraña es una zona idílica que se ha conservado intacta, un enclave estratégico por su cercanía a la costa y a ciudades como Barcelona, Zaragoza y Valencia. Se trata de un lugar entre tres comunidades autónomas que le confieren un carácter muy especial y una situación muy atractiva para el turismo que desea calidad de vida pero al mismo tiempo accesibilidad a otros puntos de interés. Así pues, el Hotel Villa de Cretas se convierte en un oasis de calidad de descanso entre cientos de actividades que van desde las más rústicas hasta las más urbanas; desde la playa a las excursiones en los parajes más naturales o desde las visitas a las sofisticadas zonas ‘shopping’ de Barcelona o Valencia a las rutas paleontológicas o Medievales más austeras. Una oferta digna del más exigente viajero.
Gema Castellano
  (Suit – Gastronomía – Entorno) |
IMAGENES DEL HOTEL
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GASTRONOMIA
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ENTORNO (Els Tolls)
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