Los tres coinciden en políticas proteccionistas pese a ser disímiles. Mientras Chávez es un ex golpista militar que se torna populista y tiene un mayor control sobre las FFAA y el Estado, Morales es un sindicalista que enfrentó a uniformados, es visto con desconfianza por el Ejército y es más presionable por parte de los radicalizados sindicatos bolivianos, que pugnan por controlarlo.
Humala difiere de ellos en que no se reclama socialista o izquierdista y ha roto con sus anteriores aliados comunistas, marxistas o laborales.
Si bien Chávez lanza flores a Ollanta, teme que éste, si llega a Palacio, pueda acabar “moderándose”, como el ecuatoriano Lucio Gutiérrez.
:: DC decide
Tras el debate de hoy entre los dos candidatos chilenos, el peso inclinador puede recaer en los demócratas cristianos (DC). Esto no se debe a que la DC sea fuerte, sino por el contrario: a su debilidad. El que fuera el principal partido socialcristiano de las Américas, y el principal de Chile (ha estado en los gobiernos de 22 de los últimos 42 años), ha reducido sus escaños y se ha tornado en la tercera o cuarta fuerza nacional. La dirección de la DC apoya a Bachelet, aunque algunos de ellos sin mucho entusiasmo. Piñera, que viene de una familia democristiana, viene logrando ganar cuadros y bases socialcristianas. Si la DC logra que su electorado respalde su bloque centroizquierdistoide con los “progresistas”, Bachelet podría hacer jugo de Piñera. Aunque el liberal antipinochetista podría ganar si logra presionar a muchos sectores socialcristianos para que emulen lo que hacen sus correligionarios de Perú, Ecuador y Venezuela y apuesten por la centro-derecha.
:: ¿Bachelet o Piñera?
Hasta antes de la primera vuelta chilena se pensaba que Bachelet era fija. Hoy coincido con Aldo Mariátegui en que hay chances para que Piñera lo evite. La suma de los votos de los aliados Piñera y Lavín da 48.63%, un 2.67% por encima de Bachelet y 1.12% por encima de lo que la Alianza por Chile obtuvo en la primera ronda pasada. Bachelet ha sacado menos votos que cualquier otro candidato de la Concertación en un primer turno. Su gran esperanza es el endose del Partido Comunista, el cual ha ampliado su sostén; esto, aunque varios segmentos de Juntos Podemos Más son hostiles a darles su voto. Piñera tiene dos ventajas sobre los anteriores candidatos que ha tenido la derecha chilena. No carga con el pasivo de haber apoyado a Pinochet y está logrando calar dentro de sectores de la militancia y bases democristianas que no andan entusiasmadas de apoyar a una “socialista atea”.
Isaac Bigio
Analista Internacional