Por las venas de Angelo y Esther -propietarios de este alojamiento- corre sangre italo-canaria, la energía del mediterráneo unida a la fuerza del Atlántico, que les convierte en unos perfectos anfitriones. Esta pareja ofrece un trato especial a sus huéspedes desde el momento en que les recogen personalmente en el aeropuerto. Con un excelente castellano, muestran a sus inquilinos la magia de esta región y les introducen en su historia. Pero sus servicios van más allá, ya que están dispuestos a gestionar desde el alquiler de un coche a la planificación de una excursión, aportando sus recomendaciones personales ya que son buenos conocedores de la zona.
Después de una intensa jornada recorriendo la zona, los inquilinos pueden degustar una cena casera elaborada con productos de la zona e influencias de todas las regiones de Italia. Y para acompañar, nada mejor que uno de los 150 vinos de las bodegas de Casa Mazzoni. Se trata de vinos elaborados en las colinas de la Maremma, con unas propiedades únicas, que varían de lugar a lugar, de viñedo a viñedo y de productor a productor.
Estos vinos son sólo la evidencia de la calidad que ofrecen el crecimiento de las vides en estas tierras y las tradiciones de la zona. Por eso, los amantes del buen vino deben visitar la bodega de este hotel, respirar su aroma, caminar a través de los viñedos y descubrir lo auténtico de esta tierra.
Pero Casa Mazzoni es mucho más. Son paisajes espectaculares, la visión de la isla de Elba en días claros y, en definitiva, una invitación para descubrir la Toscana, donde cada colina es diferente a la anterior. Además, este hotel es el punto de partida para conocer una de las ciudades medievales mejor conservadas, en la que el tiempo parece haberse detenido durante siglos: Siena.
Sobre Siena
Ubicada en la Toscana central, al norte de Italia, Siena es una joya exquisita de la Edad Media, con edificios construidos en el siglo XIII, perfectamente conservados. Sus rincones más interesantes se esconden en el entramado de callejuelas y travesías aledañas al casco antiguo, a la Plaza del Campo y a su imponente catedral.
Esta ciudad, al igual que la antigua Roma, se construyó sobre 7 colinas y está dividida en 17 barrios que, desde la Edad Media, conservan sus nombres y sus símbolos, pertenecientes a animales míticos. La rivalidad que existía entre los 17 barrios se representa cada año en la fiesta de El Palio, una carrera de caballos montados a pelo que tiene lugar en la Plaza del Campo durante los meses de julio y agosto. A esta fiesta le preceden varias semanas de dura preparación junto a alegres festejos y cenas.
El casco antiguo contiene los monumentos más importantes de la ciudad, como la Plaza del Campo, una plaza medieval del siglo XII, construida en forma de abanico y delimitada por espléndidos palacios. Esta plaza alberga el Ayuntamiento y una emblemática torre situada a su lado. La Catedral es el gran otro monumento de la ciudad, que se alza con magnificencia, con sus franjas de mármol blanco y negro en la fachada.
También hay que destacar las murallas, uno de los muchos vestigios de la antigua ciudad medieval, que aún coronan las colinas que circundan Siena.
Prácticamente todo el centro histórico de la ciudad acoge palacios, plazas, colecciones de arte, museos e iglesias. Además, Siena puede recorrerse a pie perdiéndose por sus callejuelas, que es la mejor forma de conocer la ciudad y descubrir todos sus encantos.
Contacto Country Inn Casa Mazzoni:
Angelo Critelli Guzzi
http://www.casamazzoni.it
E-mail: info@casamazzoni.it