Acabáramos, es decir como vivo en Marbella desde hace veinte años y aquí somos, al parecer, todos unos chorizos, pues eso, yo también entro en el saco. Claro que por la misma regla de tres como ellos son vascos, la mayoría dirigente, y allí hay asesinos que matan por tener ideas políticas propias pues qué queréis que os diga, ¿será que también todos los vascos son matarifes?. Que me perdonen los vascos de bien pero es que la regla de tres me la pusieron facilita.
Y eso que no se enteraron, ¿o sí?, que fui jefe de prensa de Jesús Gil y Gil durante el infinito período de mes y medio, desde que me di cuenta que allí en efecto había choriceo, vamos mal rollo y gentuza. Vivir en Marbella es un delito y no viene de ahora; recuerdo que también me contrataron como uno de los responsables de prensa del segundo Festival de Cine Español de Málaga y, empezado el mismo, me hicieron un tercer grado en el ayuntamiento malacitano por no haber puesto en mi curriculum que había trabajado para la “bestia”. Joder si lo sé pongo que de pequeño, viviendo en la barriada obrera madrileña donde me crié, por aquello de ser andaluz, hijo de andaluces que tuvieron que emigrar porque aquí se morían de hambre, tuve el honor de darle mi manita al ahora Rey Don Juan Carlos y la Reina.
En fin, que ahora trabajo y me gano el sustento, por cierto que muy bien, mientras termino el doctorado, allende nuestras fronteras; incluso asesorando gobiernos.En lugares donde valoran la profesionalidad, sin distinguir nacionalidad alguna, y que encima cuando les hablas de Marbella alucinan ya que chorizos como en nuestra ciudad existen en todo el mundo y eso lo entienden perfectamente. Donde no existe tanta gilipollez política; ni acusadora. Y como no soy rencoroso les animo, a los de UPD, a que consigan sus fines en las próximas elecciones, ahora que, eso sí, sin mis votos ni los de mis amigos y si algún marbellero lee esta opinión, espero que también sin los suyos. Ya veis, como estamos en clave de fiabilidad, ya no me fío, ni un pelo de ellos; ¿o es que me han dado algún motivo para pensar que son inteligentes?.
Francisco Roldán Castro
Consultor político