Desde hace varios días las más bellas colecciones de joyas y relojes Boucheron pueden verse en la emblemática joyería barcelonesa Puig Doria, gracias a una nueva colaboración que pone de manifiesto la perfecta armonía entre las dos prestigiosas casas. Se trata de la colección Symboliques, una colección atemporal compuesta por anillos, pendientes, colgantes y gemelos, que simbolizan el espíritu contemporáneo de Boucheron y que en sus cuatro motivos: Diamond Point, Facetted, Godron y Grosgrain, expresan los elementos más carismáticos de la firma, desde las pequeñas pirámides talladas en oro hasta el dibujo inventado por Frederic Boucheron a principios del s.XX que otorgaba a la malla de oro de los collares el mismo corte que los diamantes, además del entramado de líneas característico de los relojes o la textura entallada diseñada para reproducir el lazo de seda utilizado en los accesorios.
Todos estos motivos marcaron una época fundamental para la joyería en general y la “maison” en particular, a la vez que seducían a incondicionales a la firma como el Majarajá de Patiala, Bhupindar Singh; Reza Pahlavi, Sha de Persia; el Zar Alejandro III o la reina Rania de Jordania. La malla de oro del collar en acero azul o el diseño rayado de los relojes desde 1907 pueden verse en un anillo y una pequeña colección homenaje denominada Symboliques, diseñada para toda la vida y uso diario.
En un año de celebraciones en el que la firma ha cerrado colaboraciones históricas de las que han surgido obras de ensueño, la más sofisticada es “Reina de la Noche”, un magnífico collar inspirado en el misterio; un tema recurrente a lo largo de la historia de la “casa”.
El misterio de una dama que se vio obligada a ocultar su extrema belleza de día para mostrarla solamente en la penumbra nocturna, a causa de una infidelidad. La aristócrata es la Condesa de Castiglione y el autor de la joya que ella ha inspirado, Shaun Leane.
El collar, compuesto por once delicadas yemas cuyas corolas sólo se abren de noche, está decorado con hojas, diamantes marrones y flores de zafiros y diamantes; todo montado en oro negro.
Más de 1.600 horas de trabajo han sido necesarias para montar este complicado diseño que esconde un zafiro lila de 15 quilates, que puede utilizarse sólo como colgante.
El final de año nos traerá sorpresas y nuevas colaboraciones que rubricarán un año a recordar ‘chez Boucheron’.
Gema Castellano