Además de la artista británica Julie Verhoeven también estuvieron presentes en el ‘front row’ del desfile los futbolistas del Inter de Milán Francesco Toldo y Luís Figo junto a su mujer, la modelo Helen Swedin; los hijos de Donatella Versace, Allegra y Daniel; la editora de la edición americana de Vogue, Anna Wintour; la estilista de las ‘celebrities’ Rachel Zoe y el diseñador Matthew Williamson.
Tomar detalles clave de la historia de Versace y adaptarlos a la actualidad es un tema que está presente en toda la colección Primavera/Verano 2009. Por este motivo las cremalleras -elemento característico en las colecciones de la casa italiana- se utilizan no sólo con objetivos funcionales, sino también para crear detalles esculturales en forma de corazón. Las dimensiones exageradas de las cremalleras también se aplican en las prendas de telas convencionales como la lana y la seda, además, perfilan los contornos del cuerpo con cremalleras abiertas que se envuelven a su alrededor.
En esta colección, Donatella Versace reinterpreta la silueta femenina a través de la combinación de diferentes elementos hasta crear una nueva silueta futurista denominada “box shape” en los vestidos. Para conseguirlo se utiliza un efecto óptico, marcando mucho la cintura en los vestidos ultracortos.
La importancia de las texturas se demuestra con la selección de los tejidos y la construcción de las piezas. El jacquard se usa para crear el efecto de piel de cocodrilo y de pitón en prendas de algodón y organza. Las pieles de cocodrilo tienen un tratamiento especial creando interesantes efectos ópticos como el acabado en dorado.
La relación entre las formas y las texturas es la particular clave para los vestidos de cocktail y de noche. Las nuevas proporciones muestran siluetas más cortas, bordados y detalles como la pedrería toman una gran importancia.
Una combinación fresca de colores luminosos y muy veraniegos como el blanco, el amarillo limón, el rosa, el azul y tonos arena se mezclan con brillantes dorados, una combinación que se encuentra tanto en los tejidos como en los bordados.
El efecto final es el de la fusión del pasado y del presente de la casa de la Medusa con pasión y amor que denotan el esplendor creativo conseguido por Donatella Versace en esta colección.