María Luisa Banzo, cocinera autodidacta y propietaria del restaurante, dejó su tierra Soriana de Navaleno para asentar su reto entre los fogones de Madrid. Antigua diputada, decidió abandonar la política para dedicarse en cuerpo y alma a una de sus grandes pasiones: la cocina. Y de ese amor por complacer paladares ha nacido: La Cocina de María Luisa.
“Sin embargo yo, como dice el refrán, he sido cocinera antes que nada, desde que ayudaba a mi madre en sus fogones a “rebozar” y no le llegaba a la cintura”.
Con un recorrido atípico, esta diputada reconvertida en Chef es hoy en día una de las referencias y orgullo de la gastronomía castellana.
Para guisar y servir una cocina autóctona, María Luisa ha elegido crear una imagen que hace de su casa una ventana a Soria y Castilla. Tan distinta en estilo de las ofertas del barrio de Salamanca donde se ha asentado, María Luisa ha conseguido transformar un antiguo local de la céntrica Calle Jorge Juan en un lugar realmente acogedor.
Decorado con sencillez, se entremezclan guiños de su tierra natal en cada elemento de la decoración donde predomina el color azul añil y el ladrillo aparente que le da un aire rustico al igual que moderno.
Clientela fiel que se divide entre personalidades del mundo de los negocios, la política y finanzas y otros amantes de la buena mesa. Tanto mujeres como hombres, solos o acompañados, el restaurante está siempre animado para disfrutar de las delicias de María Luisa.
“Creo que el cliente debe de sentirse en el restaurante como en su casa, especialmente aquellas personas que por su trabajo, comen muchos días fuera. Es un placer para mi que alguien me pida un “plato de lentejas” y unos “huevos fritos con puntillas”, una delicia de verdad”.
Con una capacidad de 70 cubiertos, en el restaurante se palpa un ambiente casero tanto por sus fastos gastronómicos como por su decoración. Diplomas, recetas de la familia, viejos grabados y utensilios del campo visten las paredes, proporcionando una personalidad única al comedor. Uno de los espacios recrea una antigua cocina donde están expuestos los más tiernos y antiguos recuerdos de su abuela, gran cocinera en su época.
Tras dos generaciones, María Luisa ha heredado esa pasión, don y devoción culinaria de la familia por lo auténtico y lo bien hecho.
“Mi madre me enseño siempre que el cariño es el principal ingrediente de un plato, y eso es lo diferente. Recuerdo que me decía: “no hagas nunca un plato para el restaurante que no lo hicieras para tus hijos” y esa es mi máxima: Cariño, Cariño, Cariño”.
Un gran homenaje a las delicias del bosque
Calidad, buen precio, estupendo servicio y originalidad de sus platos, es lo que caracteriza La Cocina de María Luisa, abanderada de la tradición. María Luisa es la que da forma a los platos de su propio restaurante, mezclando autenticidad e innovación.
La vuelta a la tradición es parte del ciclo perpetuo de cualquier arte como la gastronomía. Mirar por la tradición, es apostar por lo sano. Gran defensora de la cocina familiar, María Luisa se resiste a la tendencia minimalista. Es generosa, honesta y seductora hasta en sus recetas que rebozan de sabores atemporales.
Ha sabido rescatar obras gastronómicas de sus antepasados a los que honra con gusto y contemporaneidad.
“Hago lo que sé; la nueva cocina, con todo su merito, cuando está bien hecha, es magnifica, pero también pienso que la vuelta a nuestras tradiciones culinarias nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos, como cultura y estirpe”.
Setas, caza y huerta (legumbres y verduras) forman los pilares fundamentales de su puesta en escena.
Las setas en todas sus variantes elegidas como seña de identidad de Soria que alberga la mayor variedad de todo el país. La cocina de María Luisa ofrece un abanico de setas, hongos y trufas desde las más conocidas a las más desconocidas, con un lema: “nunca mezclarlos en un mismo plato”.
María Luisa cocina con extrema delicadeza su tesoro micológico teniendo siempre cuidado, de no romper ni sus texturas, ni sus sabores. Sus setas saben a setas, lo que aprecian la mayoría de sus clientes y sorprenden hasta los paladares más exigentes.
La caza: otra de las grandes apuestas de María Luisa – Un estallido de sabores curiosos. Jabalí, perdiz, venado, codorniz, liebre son materias primas de su pueblo que componen su carta en temporada en los que están presentes las sabrosas salsas dulces y saladas que adornan y otorgan un sutil toque barroco a su cocina.
También, entre las carnes destacaríamos especialmente su plato estrella: su gran receta artesana de degustación imprescindible, las Manitas de Cerdo rellenas de carne y trufa (receta de María Luisa madre) que sirve todo el año.
“Uno de los mejores recuerdos de mi infancia es la cocina de mi madre, repleta de cestas de setas y trufas, las fiestas alrededor de ellos, la ceremonia, su olor. Cuando recibo setas o trufas, lo primero las huelo intensamente cerrando los ojos y volviendo por arte de magia a mi niñez”.
Igualmente, una gran oferta de pescados, desde una clásica lubina hasta un delicioso rape con una salsa de setas y trufa; entremezclados con pescados típicos del interior de su tierra, como son el congrio en salsa verde – receta de su abuela y la trucha o en verano el cangrejo de río – un producto difícil de conseguir y escaso.
* Como cordialidad de la casa y aperitivo, durante todo el año se sirve cremas de legumbres, boletus o verduras en otoño e invierno. En primavera y verano, se sustituyen por el famoso gazpacho de fresa con melón o cremas frías.
* Como distinción, La Cocina de María Luisa ofrece todo el año, media ración de sus platos más emblemáticos.
LA COCINA DE MARIA LUISA
Calle Jorge Juan, 42
Madrid
Tel.: 91 781 01 80
Abierto de lunes a sábado
Servicio de comida y cena
Aparcacoches
Zona de fumadores
Capacidad: 70 comensales
Precio orientativo: 40-50 euros*
*Posibilidad de medias raciones