Tras el éxito de su último experimento, deciden en secreto ir un paso más allá y usar ADN humano en la creación de un nuevo híbrido que les ayude a revolucionar la medicina moderna. Pero la especie resultante es mucho más que un nuevo escalón en el árbol evolutivo: Dren (Delphine Chanéac) es una sorprendente y extrañamente hermosa criatura de viva inteligencia y poderosas habilidades físicas que no sólo excede sus sueños más ambiciosos, sino que amenaza convertirse en su peor pesadilla.
Tradicionalmente, la ciencia ficción presenta a los científicos como la solución al problema. En SPLICE: EXPERIMENTO MORTAL, sus acciones son la causa del desastre. Dren, su creación, producto de la ambición de Clive y Elsa de impulsar la tecnología combinando ADN humano y animal creando algo que podría concebirse como el siguiente peldaño en la escala evolutiva, posee una pureza angelical y primitiva. No es un monstruo ni un depredador, pero padece los instintos y emociones más primarios: amor, envidia y alegría, lo que inexorablemente la convierte en una figura trágica. “Aparentemente, el mensaje trata sobre las consecuencias de lo que ocurre cuando se juega con la genética, no obstante, si profundizamos, el contenido radica en la necesidad responsabilizarse de los propios actos” reflexiona Natali.
Traer al mundo una criatura de la ciencia ficción es una gran responsabilidad y Dren (deletreado como “nerd” al revés, “cerebrito” en español) no es una excepción.
Lo que inspiró Dren es una fusión entre ciencia y la quimera mitológica griega, cabeza de león, cuerpo de cabra y patas de dragón. Lo que sorprende es su delicada belleza. En el templo del cine de criaturas seductoras, existen pocas que la igualen en encanto. Sil, de Species, otra creación de Giger, es la comparación más obvia, pero sólo era bella en su forma humana, antes de transformarse en una máquina de matar de armadura coriácea. La lista restante es corta: T-X (o Terminatrix) en Terminator 3: La rebelión de las máquinas, la reina Borg en Star Trek: primer contacto, Elizabeth von Frankenstein en La novia de Frankenstein, la condesa Marya Zaleska en La hija de Drácula y, depredando a todo el mundo, la robot Maria en Metropolis.
“Quería que Dren fuera una criatura cuya humanidad nos enamorara,” continúa Natali. De hecho, es su inocencia cautivadora y su primitiva sensualidad las que provocan un extraño deseo en Clive. “Sentirnos atraídos hacia algo que no es completamente humano nos remonta a las sirenas y ángeles, así como a la noción de vincularse a algo superior a nosotros mismos”
Dren está interpretada por dos actrices, Abigal Chu en le etapa infantil y Delphine Chanéac en la etapa adulta. “A pesar de que hicimos una investigación exhaustiva del desarrollo de la criatura, el concepto era tan sutil que resultaba imposible dar el toque final a Dren sin la presencia de Delphine y Abigail. No podíamos dibujarla,” comenta Natali. A diferencia de Gollum en El señor de los anillos, donde el actor es sustituido en su totalidad por una versión de la criatura generada por ordenador; con Dren nunca se pretendió que fuera totalmente digital (razón por la que SPLICE: EXPERIMENTO MORTAL era inviable hace una década). Desde un punto de vista interpretativo, sería imposible crear el grado necesario de conexión emocional si el personaje fuera completamente artificial.
Si nos centramos en la receta que tuvo como resultado Dren, veremos que la inmensa mayoría (90%) del genoma humano (si enlazamos el ADN de todas las células de un ser humano se podría llegar perfectamente desde la tierra a la luna) contiene información acumulada durante el proceso evolutivo, sin embargo, ésta permanece sin descifrar. En ciertas ocasiones, estas secuencias se denominan con el término erróneo de “ADN basura”.
Sin conocer bien su función es imposible predecir o controlar los resultados de su combinación. La explicación científica de Dren es que es el resultado final del ADN extraído de varias especies, incluida la humana, combinada en un caldo primigenio. Una forma menos científica de explicarlo sería decir simplemente que Dren es mucho más que la suma de sus partes. “Todo lo relacionado con Dren es una versión biológica de la Gestalt y, de alguna manera, al mezclar los diferentes componentes entre sí, de manera accidental, se producen desarrollos genéticos que Elsa y Clive no podían anticipar,” apunta Natali.
“Probablemente la gente no se haya dado cuenta de que la creación de quimeras humano-animales se está dando ya en todo el mundo. Si la ciencia fuera capaz de resolver incovenientes tales como la barrera inmunológica entre especies y las fronteras éticas asociadas a estos procesos, SPLICE: EXPERIMENTO MORTAL estaría cerca de convertirse en una realidad,” comenta Charames.
En total, se crearon once criaturas diferentes incluyendo las de las escenas de Fred y Ginger. La mayor parte del trabajo se dedicó a Dren. En cada fase, la función determina el diseño, “es una evolución o ‘Drenolución’ de las criaturas, y eso hace que todo sea muy real. Es muy inteligente y facilita el relato de la historia” La directriz principal de Berger era el realismo y decidió conseguirlo dedicando un esfuerzo exhaustivo a los detalles, tales como la piel, los ojos y la cola. La fórmula que Berger encuentra más eficaz es la combinación pormenorizada de los efectos prácticos y digitales llevados a cabo por C.O.R.E. “Es un truco de magia. Dren es realmente el patito feo que comienza siendo algo poco definido y evoluciona en algo bello.” Para diseñar los ojos de Dren, Berger creó diez versiones diferentes de las cuales Natali escogió una a la que posteriormente se añadieron unas pupilas en forma de cruz. Para este fin, Berger creó para Chanéac unas lentes de contacto esclerales que cubrían todo el globo ocular.
‘Making of’ maquillaje y efectos especiales (FX) de «Splice. Experimento Mortal» (inglés) 11 min.
De esta manera, el 70% de la Dren adulta será real (30% imagen digital), la Dren niña con Abigail Chu será 50% real, 50% imagen digital, mientras que el Dren bebé será 100% imagen digital. La novedad serán los ojos. “Estamos ensanchando los ojos de Delphine excediendo ligeramente las proporciones humanas y luego, sustituiremos los ojos de la Dren niña por los de Delphine haciendo uso de una técnica ideada por el supervisor de imagen digital Terry Bradley, que es algo que no he visto nunca,” explicaba Munroe. “Estamos añadiendo una sección extra a las patas de Dren para obtener extremidades inferiores con tres articulaciones, además de una cola (que es 100% digital para la Dren adulta y 80% digital para la Dren niña), hemos prescindido del ombligo de Dren ya que no ha nacido de un útero [novedad de Munroe] y del cuarto dedo de ambas manos y hemos añadido alas”