La excepcional diseñadora Cristina Arana -emblema del buen gusto internacional y sabedora de los secretos que complementan las líneas más “chic”- ha asegurado el posicionamiento de su estilo en la nueva era empresarial con una colección que es cien por cien Bundó en cuanto a elegancia se refiere. Las ricas materias primas como la seda, el raso o el dupión, han recuperado su protagonismo a la hora de crear los volúmenes en unas líneas de extremada simplicidad que han asentado su carácter eminentemente clásico; exáctamente lo que busca una novia regia y elegante que pretende un estilo aristocrático y eternamente bello. Ademanes de alta costura para una novia con pretensiones.
Por contra, Ivonne Ruíz -la diseñadora de la línea “Ir de Bundó”- encarna la filosofía más fresca de la “maison” con unas colecciones a las que en esta ocasión ya ha conseguido dotar de identidad propia. Sin duda, la revisión de la estrategia interna de la empresa -que ya cuenta con una trayectoria de más de 40 años- ha tenido como consecuencia la liberalización creativa de la diseñadora, que ahora sólo debe responder ante la responsabilidad de consolidar una marca de rasgos muy diferenciada a la de Raimon Bundó.
Superado, sin fisuras, el período de adaptación durante el cual la marca también ha asumido la producción y comercialización de Victorio & Lucchino Novias, Ivonne Ruíz ha centrado su creatividad y alto sentido del concepto estético-visual en “Ir de Bundó”, consiguiendo un contraste que beneficia ampliamente a la oferta global de la “Casa”. Ivonne viste a una novia pura en sentimientos y un tanto bohemia que no ha perdido su ingenuidad, pero que ha desarrollado un sentido del buen gusto y aprecio por el lujo de los detalles excepcional.
De repente, esos elementos y detalles que en colecciones pasadas solo se intuían como dibujados en lo que podría ser papel mojado, se hacen evidentes y aparecen en alta definición consiguiendo mostrar un estilo creado para triunfar. Se trata del romanticismo llevado a más alto grado de brillantez para una mujer onírica que, sin embargo, no pretende en ningún momento renunciar a la calidad y el tacto genuino de tules y sedas naturales. Ivonne impone para esta colección 2012 el color, pero sintetiza esta apuesta en el rosa viejo, el marfil y el azul cielo con el objetivo de no romper en ningún momento una bellísima armonía que sabe, por fín, ha conseguido.
Sí. Al fin, Ivonne Ruíz ha encontrado su sitio en una empresa que siempre le ha dado cabida y eso se nota en sus propuestas. Está siendo capaz de manejar elementos ornamentales, bordados artesanales, sedas o tules con una maestría excepcional integrándolos en un patronaje que nada tiene que ver con el de épocas anteriores, ofreciendo formas y volúmenes exquisitos y tremendamente naturales dentro una complejidad creativa considerable. Bellísima colección la de “Ir de Bundó” 2012.
Un capricho visual que estimula los sentidos.
Gema Castellano
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