La proliferación de megaespacios en las ciudades responde a la necesidad de expandirse y promocionarse por parte de la industria y el comercio; por lo que una ciudad que cuenta con espacios para eventos de gran formato capaces de atender esta demanda, no solo pone en evidencia una sana actividad en este sentido, sino también su gran capacidad para atender la demanda exterior.
No cabe duda de que Barcelona es pionera en España en el negocio histórico de los megaespacios -debido precisamente a su actividad industrial y comercial cuando el resto del país era eminentemente agrícola- pero también le honra, en lo que a estrategia se refiere, el hecho de haber sabido adaptar su arquitectura con fines ya obsoletos a las nuevas necesidades de espacios para la promoción por parte de los renovados sectores industriales y a la actividad real de la ciudad tanto a nivel interno como de oferta al exterior.
Lo cierto es que es imposible atraer grandes eventos nacionales e internacionales hacia una ciudad si ésta no ofrece las infraestructuras necesarias; y, francamente, los ingresos que generan en sí mismos esos eventos, unidos al retorno que ofrecen en concepto de promoción de la ciudad y de internacionalización, no son nada desdeñables. En este aspecto, el capital privado debería estar unido a la voluntad política de apoyar un plan de acción estratégica de atracción de eventos internacionales de gran formato, habida cuenta de que tanto el clima como la idiosincrasia de servicios de Barcelona apoyarían la viabilidad de este Plan como un gran negocio a no despreciar en el actual y complicado contexto internacional.
Pero a pesar de que una cierta soberbia -ligada a una ridícula sobrevaloración que provoca la falta de consenso entre los intereses políticos, los institucionales y los privados- da al traste -demasiadas veces- con proyectos de envergadura y de que grandes empresas de aquí están eligiendo ciudades como París o New York para la realización de los macroeventos que las proyecten hacia el mundo, Barcelona está siendo capaz de ser innovadora, creativa y eficaz en lo que a creación de grandes infraestructuras diáfanas destinadas a albergar los macroeventos más exigentes que puedan venir de incluso las antípodas.
Y mientras se crean políticas que faciliten la atracción de estos eventos de envergadura que traigan riqueza a la ciudad -o no- por parte de la administración actual, la iniciativa privada no pierde el tiempo y ofrece soluciones sorprendentes a este modelo de negocio. El ejemplo lo encontramos en la Cúpula de las Arenas, el espacio de gran formato -quizás- más emblemático y sofisticado del momento en Barcelona.
Porque ¿a quién podría ocurrírsele -por ejemplo- realizar un concierto en el último piso de una plaza de toros?.
Especifiquemos. La Cúpula de las Arenas -el mayor espacio abovedado de Europa con una superficie de 2.598 metros cuadrados, 27 metros de altura y vistas de 360 grados de toda Barcelona- se encuentra en la antigua plaza de toros del mismo nombre; una construcción de estilo neomudejar realizada en 1834 y diseñada por el arquitecto August Font i Carreras.
Su estructura de láminas de madera y cristal culmina el complejo comercial que, sin embargo, mantiene su imagen exterior inicial convirtiendo el espacio en, posiblemente, el más emblemático de Barcelona. Se ha diseñado para albergar desfiles de moda, showrooms, conciertos, presentaciones de coches, eventos privados, ferias, convenciones, etc. y en la actualidad es Barcelona Anella Internacional -fundada por el empresario Alex Flaqué con sede en la Ciudad Condal y vocación de convertirse en el catalizador de negocios de alto nivel en todo el mundo- la empresa encargada de explotarla.
La compañía catalana, en sociedad con la constructora Eurocasa y la compañía aseguradora Fiatc, está pendiente de cerrar nuevas alianzas con Madrid, Miami, Bogotá, Arabia Saudita, Argelia o Shanghai.
La gestión de grandes espacios en colaboración con socios locales se ha convertido -para nuevos empresarios innovadores- en un lucrativo nuevo negocio surgido de la necesidad de internacionalización de las empresas; una manera creativa de afrontar las necesidades de los nuevos tiempos.
Gema Castellano
Link Relacionado Informativos.Net:
ALEX FLAQUé APUESTA POR LA GESTIóN Y PROMOCIóN DE ESPACIOS SINGULARES CON SOCIOS INTERNACIONALES