Así, ya no es posible garantizar el éxito de la implantación de un establecimiento de moda en una ciudad si éste no se alía incondicionalmente tanto con sus manifestaciones ‘fashion’ públicas y privadas como con el estilo de la propia ciudad; y también con la creatividad que generan otros.
Sinergizar -esa manera de obtener valor añadido en equipo sobre la que tanto se teorizó en época de bonanza- se ha convertido ahora en una necesidad; y hay empresas que ya han integrado esta estrategia en el ADN de su modelo de negocio.
La cadena china JNBY –Just Naturally Be Yourself– ha conseguido expandirse en un tiempo record en China, Japón, Rusia y Estados Unidos con más de 500 espacios dedicados a la moda accesorios para hombre, mujer y niño; y desde 2010 está consolidando su presencia en Barcelona con el objetivo de abordar el resto de Europa desde una ciudad míticamente asociada al diseño y la creatividad.
Su innovador modelo de negocio contrasta con la sobriedad de su imagen de marca, pero su sofisticada y planificada estrategia empresarial sólo es superada por su excelencia en el diseño aplicado exclusivamente a los materiales más nobles como lana, algodón, seda o incluso rami, una hierba natural.
Además hay que remarcar su mimo a la hora de diseñar y confeccionar, una característica inherente a la moda asiática que se demuestra mucho menos importante en la industria occidental. En lo que respecta al diseño, el “eclecticismo-chic” es lo que diferencia unas colecciones muy “urban” cuyas prendas nunca tienen una función única, sino que están destinadas a intercambiarse y combinarse entre sí creando ‘casual looks’ muy al gusto de la tendencia que exporta la moda asiática en videojuegos, comics o cine. Para este otoño-invierno 2011-2012 (AW011-12), JNBY propone toda una gama de básicos en gris y negro de la que hay que resaltar el confort y la versatilidad. El “touch” sofisticado lo ponen los complementos, que contrastan en osadía con una colección sobria en la que, de vez en cuando, las líneas globo esculturizan y sofistican la imagen femenina.
Sin dejar de lado su vocación ‘street wear’, JNBY ha incorporado elementos claramente innovadores y diferenciadores respecto a otras cadenas con las que se podría establecer alguna similitud estética, aunque es su vocación de sinergia -en la que insistíamos con anterioridad- la que definitivamente marca su esencia de marca. La industria de la moda asiática -pese a su juventud- es absolutamente consciente de que se desenvuelve en un concepto global que no afecta solamente a las prendas y los accesorios. De esta manera, el proyecto de la cadena JNBY es presentar sus colecciones contextualizadas en un ambiente absolutamente aséptico, donde la música, el arte, el teatro o cualquier otra manifestación del carácter y el estilo de vida de sus adeptos les hagan tomar protagonismo propio, como iconos de una tendencia. Una idea integradora que permite conectar realmente a la cadena con la vida creativa de una ciudad que exporta tendecias y un concepto que le ayudará a llegar a otras ciudades europeas.
Gema Castellano
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