El reconocido escritor de whisky Dave Broom es la única otra persona del mundo en probar tanto el whisky original como el nuevo líquido de Whyte & Mackay. Según él: «El whisky Shackleton no es lo que esperaba, y no es lo que nadie hubiera esperado. Es tan ligero, fresco, delicado y en una sola pieza, es un whisky delicioso.»
«Esto demuestra que incluso en aquel entonces se dedicó mucho cuidado, atención y pensamiento para la fabricación del whisky. Creo que la réplica es absolutamente exacta. Richard ha hecho un magnífico trabajo ya que es un whisky muy complicado de imitar, porque te viene esta delicadeza, sutileza y el humo. La dulzura, fragancia y especia y el sutil humo están en la réplica. Me hace flotar». Según este experto independiente, ha conseguido la copia exacta.
La réplica de Shackleton costará 100 libras británicas (114 eu), con un 5% de cada venta donada de nuevo al Antarctic Heritage Trust, la organización benéfica de Nueva Zelanda responsable de encontrar y descubrir el whisky original. Si las 50.000 botellas se agotan el Trust recibirá 250.000 libras británicas (aprox. 284.000 eu).
El consejero delegado del Trust, Nigel Watson, dijo: «Desde el inicio al final nos llevó casi cuatro años extraer de forma segura el whisky del embalaje en el sitio y después de la Antártida, derretirlo hasta conseguir una condición de museo, asegurarse los permisos y completar el análisis científico en Escocia. Estoy encantado de que Whyte & Mackay reconozca el duro trabajo y valor de la misión de conservación del Trust en la Antártida haciendo esta generosa y bienvenida donación».
Se encontraron tres cajas de whisky y dos cajas de brandy en el Antártico en 2007. Una caja fue retirada del hielo y fue laboriosamente descongelada bajo condiciones de laboratorio para preservar las botellas y el licor del mejor modo posible. Pero esa caja contenía sólo 11 botellas en lugar de las habituales 12 de modo que existen nuemrosas muchas especulaciones sobre lo ocurrido con la botella que faltaba.
De estas 11 botellas de whisky Shackleton original, tres se enviaron por avión privado de Nueva Zelanda a la base de Whyte & Mackay en Glasgow por el propietario de la compañía, el doctor Vijay Mallya.
Richard Paterson dijo que casar el whisky realmente puso a prueba sus destrezas de mezcla, pero fue una verdadera obra de amor.
«Fue un verdadero privilegio manejar, oler y probar una botella de whisky tan rara y bonita. La calidad, pureza y sabor de este viejo espíritu de 100 años fue increíble. La mayor sorpresa fue el sabor ligero y el color claro y vivo del líquido. Espero haber hecho que nuestros antepasados y Ernest Shackleton estén orgullosos de la réplica.
Me gustaría agradecer al Trust su paciencia, experiencia y su duro trabajo. Se merecen totalmente los fondos sustanciales que generará esta especial botella».
El proceso de réplica ha sido documentado por National Geographic y será emitido a finales de este año.
Notas de degustación:
La réplica Mackinlay contiene whisky de un rango de maltas de montaña, incluyendo Glen Mhor que fue la destilería original de Mackinlay antes de que cerrase en 1983.
El ABV 47,3% tiene un ligero color miel y dorado con destellos relucientes.
El aroma es suave, elegante y refinado con aromas delicados de manzana machacada, pera y piña natural. Tiene un toque de mermelada, canela y un poco de humo, jengibre y azúcar mascabado.
La generosa fuerza del whisky 47,3%, considerada alta para detener la congelación del alcohol, da un gran impacto pero de forma suave y cálida. Tiene susurros de delicado humo dando paso lentamente a caramelo condimentado, melaza y nueces de pecana.