Los ministros del Interior, Jorge Fernández Díaz, y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, han firmado un convenio de colaboración entre ambos Departamentos para la puesta en marcha y la evaluación de actividades de prevención, asistencia y reinserción en materia de drogodependencia en los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Esta colaboración se remonta a 2005, año en que ambos ministerios aunaron esfuerzos para el desarrollo de intervenciones globales en materia de abuso de drogas, destinadas a mejorar la atención integral que se presta a las personas con este problema ingresadas en prisión.
Fruto de esa dilatada experiencia, el convenio suscrito hoy, con una vigencia de un año, se encuadra en los objetivos de la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 y nace de una propuesta de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para la realización de una serie de actuaciones.
ENCUESTA SOBRE DROGAS EN INSTITUCIONES PENITENCIARIAS
Perfil de la muestra:
La muestra representativa de la población reclusa incluye un total de 4.980 entrevistas personales realizadas en centros penitenciarios de toda España, entre el 10 de octubre y el 30 de noviembre de 2011. De ellos, el 93,2% (4.640) son hombres y el 6,8% restante (340) mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años. De este colectivo, el 34% son mayores de 40 años y el 2% menor de 21. Por nacionalidades, el 63,2% son españoles y el 36,3% restante extranjeros.
En cuanto a su situación procesal, el 18,9% eran preventivos y el 81,1% penados. Por nivel de estudios, el 17,3% no ha terminado la primaria, el 27,5% sólo tiene estudios de primer grado, el 50% de segundo grado y el 4,9% de tercero. Las mujeres y los extranjeros declaran un mayor nivel de estudios.
Los delitos contra el patrimonio, la salud pública y las personas son, por este orden, los tres principales motivos de su ingreso en prisión. En las mujeres es más frecuente el delito contra la salud pública, que en los hombres, entre los que destaca el delito contra el patrimonio.
Los datos de esta encuesta revelan los siguientes resultados:
Prevalencia del consumo de drogas y comparación con la población general:
Los datos demuestran un consumo elevado de todas las drogas entre la población reclusa 12 meses antes de su ingreso en prisión.
Infecciones por VIH y Virus de la hepatitis C y conocimiento sobre vías de transmisión:
• Uno de cada tres usuarios de drogas inyectadas es positivo a VIH.
• Tres de cada cuatro usuarios de drogas inyectadas son positivos para el virus de la hepatitis C (VHC).
• Uno de cada cinco internos cree que compartir jeringuillas no es contagioso.
Prácticas de riesgo:
• El 6,8% del total de los internos dice haberse sentido forzado alguna vez en la vida a mantener relaciones sexuales. De ellos, el 22,1% son mujeres.
• Cuatro de cada diez internos utilizan preservativo, pero sólo la mitad lo hace siempre.
• Entre los internos con VIH positivo, el 37,6% dice no utilizar preservativo. Y de los que lo utilizan, el 23,3% lo hace sólo ocasionalmente. De los que han usado preservativo, el 97,9% creen fácil conseguirlo en el propio centro.
• Uno de cada cinco internos considera que puede conseguir jeringuillas estériles gratis en su centro.
Tratamientos frente a las adicciones:
• Tres de cada cuatro encuestados en tratamiento consideran que han mejorado con su último tratamiento en prisión.
• El 83,1% de extranjeros manifiestan más impacto positivo en su estado de salud a partir de los últimos tratamientos que los españoles, colectivo entre el que lo considera así el 72,5%.
• La deshabituación está mejor valorada que el tratamiento con metadona.