La crème de la crème de la moda internacional, ‘celebrities’ de todo pelaje e invitadas de postín, soportaron el pasado día cuatro de diciembre temperaturas y aguanieve propias de una ‘noche toledana’, en el patio central de Linlithgow Palace, en Escocia. Allí, entre ruinas palaciegas y aroma a hoguera chispeante -a las seis de la tarde ya con noche cerrada- Karl Lagerfeld ha presentado una nueva edición del show de Chanel “Metiers d’Art” dedicado, en esta ocasión, a la tierra que le proporciona el mejor ‘tweed’ y ‘cachemir’ para la confección de sus prendas.
Una celebración de importancia, incrementada por el compromiso de adquisición que Chanel ha cumplido con Barrie Knitwear, la división textil del lujo de Dawson International Trading. Chanel, que lleva 25 años encargando la producción de sus prendas más icónicas a Barrie Knitwear, ha querido -con esta absorción empresarial- ofrecer un futuro de sostenibilidad a una tradición artesanal escocesa que emplea a más de 170 personas y garantizar la calidad de sus colecciones.
Nadie protestó. Ni el frío, ni el viento y tampoco la lluvia, impidieron que el patio central del ahora maltrecho Linlithgow Palace -cuya fuente, dice la leyenda, manó vino la noche que la visitó Carlos I de Inglaterra y Escocia- ofreciera el más genuino espectáculo de moda de la mano de Lagerfeld, que ha presentado una colección mítica por la estrecha conexión del entorno con la maison francesa.
Y es que no sólo les unen los exclusivos tejidos icónicos de Chanel. Gabrielle –Coco– conoció bien y amó Edimburgo de la mano del Duque de Westminster, con quién compartió pasiones y la villa ‘La Pausa’, en La Riviera Francesa, hasta que su romance terminó en 1930. A él, al Duque, debemos, de alguna manera, la pasión de Coco por los Cardigans de punto y el Tweed para sus creaciones.
Pero la atracción de Lagerfeld por Escocia, y en especial por Linlithgow Palace, difiere de la de Gabrielle Chanel, para convertirse en ‘quasi’ fetichista. Allí nació María Estuardo en diciembre de 1542, reina de Escocia desde los seis días de edad y educada en la Corte francesa. Bella, culta -hablaba con fluidez latín, griego, francés, italiano y español, además del escocés- y tremendamente sensual, la Estuardo terminó sus días en el patíbulo a manos de su prima Isabel I de Inglaterra; pero sus dotes de seducción han perdurado a través de los siglos. La sección en ‘white’ de la colección presentada por el ‘Kaiser’ rememora las regias vestimentas femeninas en un s.XVI convulso y una Europa gobernada por jóvenes reyes caprichosos y maquiavélicas conspiraciones; un homenaje a Linlithgow Palace y a María de Escocia.
Espectacular. A pesar de las bajas temperaturas y de la persistente lluvia, el allure que ofrecía Linlithgow Palace era mágico, gracias a las enormes antorchas que se habían colocado en el patio y a una puesta en escena fascinante acompañada de una música que recreaba el enigma. No faltaron las gaitas escocesas, la cena de gala encabezada por el jefe del clan de Escocia Sir Malcolm y lady MacGregor de MacGregor y, como cierre, la actuación en directo de Jake Bugg, todo un descubrimiento y motivo de inspiración para Karl Lagerfeld.
Gema Castellano
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